“Ni su autoridad como una de las intérpretes más lúcidas de la Cuba contemporánea, ni su magisterio como formadora de varias generaciones, ni el respeto con que se le escucha entre artistas y políticos, han modificado la humildad sobrecogedora con la que recibe a Temas. A ratos, deja escapar frases como «estoy tratando de aprender…», «comprendí la importancia de escuchar…», como si la experiencia, las vivencias y el conocimiento solo fueran para ella permanentes puntos de partida. Tal vez por eso acepta con tanta naturalidad nuestra invitación a conversar sobre asuntos polémicos de la realidad cubana actual…”