"¿Qué es nuestra región sino una Babel de contrastes, de complicados procesos de transculturación que albergan en su seno antiguas y nuevas civilizaciones? No es posible hablar del Caribe bien sea de sus islas o de las costas de los países de América Central y Sudamérica ancladas en Tierra Firme sin hablar de sus lenguas, porque ellas expresan mejor que todo nuestra cultura, nuestro mundo cambiante y, lo que es más importante, nuestra experiencia histórica común..."