“El Caribe ha tenido una amplia presencia como emisor de migrantes. República Dominicana, Puerto Rico y Cuba han ocupado lugares de significación, tanto por los volúmenes de sus flujos migratorios, como por sus cualidades, en particular, a partir de inicios de la década de los 60. La migración cubana se distingue quizás por sus condicionantes históricas, económicas y geopolíticas. Este no es un fenómeno nuevo ni específico del siglo pasado, aunque adquiere rasgos diferentes con el proceso iniciado con el triunfo de la Revolución, y después de más de cuarenta años continúa presente. No obstante, según las cifras que aporta en el contexto de los grandes flujos migratorios, el caso cubano no clasifica entre los primeros lugares en el mundo…”