“La Revolución cubana emprendió el camino de profundas transformaciones, en las que el racismo y sus bases socioeconómicas y culturales quedaron muy maltrechas. Aunque la eliminación de la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción, su nacionalización y socialización requiere un análisis más cuidadoso y detallado para develar su relación con la eliminación de las bases económicas y sociales del racismo y la discriminación, en tanto prácticas e ideologías, podemos afirmar que dio lugar a algunos cambios fundamentales. Como parte y resultado de dicho proceso, desaparecieron del panorama social las élites económicas, históricamente constituidas, en las que predominaban los blancos. Por su historia y posición socioeconómica, estos grupos eran mucho más susceptibles de sustentar y apropiarse de las ideologías racistas, y ponerlas al servicio de su dominación…”