domingo, 13-10-2024
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Como constatan las revelaciones del genoma humano, la cualidad irrepetible, singularísima, de cada persona, está en la propia condición humana. Sobre esta natural desigualdad darían testimonio la diversidad, pluralidad y manifiesta diferencia entre individuos y grupos sociales. Más allá de estos datos genéticos, sin embargo, la desigualdad refleja relaciones de poder, jerarquías y órdenes estructurados. Los significados de esta desigualdad se reproducen en escalas de ingresos económicos, prelaciones de género, color de la piel o espacios físicos; se irradian en sistemas culturales y credos religiosos; se trasmiten en modos del discurso y del comportamiento, en circuitos trashumantes y de convivencia.
Es en estos significados donde se centra el presente número de Temas. Sociólogos, geógrafos, antropólogos y otros estudiosos —latinoamericanos, europeos, cubanos— tributan sus reflexiones a la comprensión de una problemática de proporciones globales, caracterizada por la emergencia de nuevos ordenamientos cuya importancia para entender los fenómenos culturales resultaría difícil exagerar.
Enfoque
“La observación de la diferenciación social como una estructuración sistemática, funcional, persistente y causal, que soporta numerosos procesos de reproducción de la sociedad, configura grupos en apariencia atrapados en una posición y constreñidos en un espacio preestablecido de opciones de vida, posibilidades de reflexión y acción, y se asocia a la distribución de recompensas, materiales y simbólicas, a la desigualdad en el acceso al bienestar y al poder que cada uno de ellos tiene, constituye uno de los objetos fundacionales de las ciencias sociales que, desde su conformación como disciplinas autónomas, hacia la segunda mitad del siglo XIX, han intentado explicar la desigualdad, entendiéndola como cualidad esencial de lo social…”
“Mundialización designa la fase neoliberal del capitalismo, que extiende la ley del valor al conjunto de las poblaciones del globo terráqueo. Al liberalizar los bienes y servicios a escala planetaria, bajo condiciones de enormes desigualdades, este sistema económico amplía las fronteras de la explotación de los recursos naturales y del trabajo hacia los confines del universo y afecta el destino de los pueblos autóctonos…”
“Desarrollaré aproximaciones que pueden incrementar el tratamiento o la polémica sobre un tema súbitamente frecuente en las muchas vertientes del conocimiento y la comunicación humana: las desigualdades en Cuba. Trataré de dos archipiélagos: el estrictamente geográfico, y otro metafórico que llamaré «social». El objetivo central que anima este intento, es clamar por la necesidad de una visión dialéctica sobre la construcción de las desigualdades espaciales y territoriales en nuestro país, y avanzar en las formas de clasificarlas, evaluarlas y juzgarlas…”
“El concepto de exclusión social utilizado en este trabajo designa problemas sociales no solo relacionados con el desempleo o con otros factores evidentes que generan el empobrecimiento, sino principalmente con una nueva forma de exclusión: la relacionada con el ámbito de «sistemas simbólicos», como la religión, que envuelve otras categorías, las cuales, de cierta forma, están ligadas también a factores sociales, pero que no son tan evidentes...”
“La Revolución cubana emprendió el camino de profundas transformaciones, en las que el racismo y sus bases socioeconómicas y culturales quedaron muy maltrechas. Aunque la eliminación de la propiedad privada sobre los medios fundamentales de producción, su nacionalización y socialización requiere un análisis más cuidadoso y detallado para develar su relación con la eliminación de las bases económicas y sociales del racismo y la discriminación, en tanto prácticas e ideologías, podemos afirmar que dio lugar a algunos cambios fundamentales. Como parte y resultado de dicho proceso, desaparecieron del panorama social las élites económicas, históricamente constituidas, en las que predominaban los blancos. Por su historia y posición socioeconómica, estos grupos eran mucho más susceptibles de sustentar y apropiarse de las ideologías racistas, y ponerlas al servicio de su dominación…”
“En nuestros días, los flujos migratorios son resultado de diversos factores que les otorgan un gran dinamismo. Las tendencias demográficas, los conflictos armados, los desastres naturales, las insuficiencias estructurales del desarrollo, las desigualdades de las economías nacionales, las condiciones de pobreza de amplios sectores, la falta de oportunidades laborales y, en general, el abismo cada vez mayor entre pobreza y riqueza, estimulan la movilidad de los seres humanos. Este escenario de asimetría profundiza las desigualdades en los niveles de desarrollo, aumenta la migración internacional y produce una visión conflictiva de la inmigración en los lugares de recepción, a la vez que resalta la oportunidad que supuestamente ofrece la salida de emigrantes para las sociedades emisoras y los actores de estos procesos…”
“En este artículo nos proponemos sustentar brevemente el criterio de que en la mentalidad popular, en Cuba y otros países de fuerte legado cultural africano, se han asentado estereotipos respecto a los cultos de origen africano; que los propios estudiosos desempeñaron un papel en el afianzamiento de esos estereotipos; y que fueron, sobre todo, imperativos de naturaleza política los que impulsaron en un momento dado la fabricación y, hoy día, la deconstrucción de dichos estereotipos…”
Controversia
¿Qué es la cultura popular?, ¿qué es, por oposición a lo que sería la cultura no popular?, ¿en qué medida, en el concepto de patrimonio cultural y en el de folklor, está contenida o no la cultura popular?, ¿cuál es la diferencia entre cultura popular y folklor?, ¿qué área de la cultura popular no está contenida dentro de lo que llamamos folklor o patrimonio cultural?, ¿hay una desnaturalización de la cultura popular cuando se convierte en un producto mercantil?
Entretemas
“A finales del siglo XX el mundo presenciaba, lejos de un paisaje de paz y justicia, el auge de fenómenos político-sociales, económicos, religiosos, filosóficos, y culturales en general, que se empezaron a identificar como «horizontes de fragmentación y cultura de la diferencia», caracterizados por los conocidos nacionalismos, individualismos, racismos, guerras religiosas, protagonismo de movimientos sociales radicales, prejuicios sexuales, discriminaciones de género, anulación de derechos de las minorías, etc. La más elemental observación del mundo que nos rodea nos hace sobrecoger de temores muy fundados. Estamos viviendo años de violencia y sin duda atravesando una crisis de valores realmente sin precedentes…”
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2004, en la categoría de Ciencias sociales)
“Con la Revolución cubana, los marcos del modelo de la institucionalidad democrática burguesa y de la idea prevaleciente sobre la democracia, el papel del intelectual como élite letrada y la propia concepción de la cultura, fueron desbordados por los nuevos habitantes de la ciudad política. La pérdida del respeto hacia ciertos valores del pasado propició, sobre todo, la rebelión cultural contra la propiedad privada y la caída de toda la fuerza simbólica que podía denotar aún aquella democracia representativa. Una nueva cultura en Cuba se iría creando por la ruptura de las jerarquías sociales: la igualdad como valor, el reconocimiento del derecho a la propiedad sobre la tierra y la vivienda a grandes segmentos poblacionales, la apropiación de la ciudad como espacio público real, la salida de los y las adolescentes del claustro familiar y su entrada masiva al ruedo de lo social, la universalización de la enseñanza, la relativa nivelación de los ingresos, la socialización de la economía, etc…”
Lectura sucesiva
“Mundialmente se observa la disminución del interés por la lectura, y del número real de lectores y el aumento, más que perceptible, de los públicos televidentes y de los asistentes a las salas de cine. ¿Habrá sonado, pues, la hora de la muerte de la lectura? Afirmamos que no. No se trata de menospreciar los méritos de la imagen visual, ni siquiera de no reconocer abundantes usos y utilidad de la televisión. Pero empecemos con la convicción de que la palabra sobrevivirá, por derecho propio, si sabe rebasar el peligro y soportar enhiesta su agónico combate con ese temible contrincante que es la imagen visual. La palabra lo logrará, creo, si tiene la audacia de apoyarse en su virtud intrínseca…”
(Reseña de Por el camino de la mar. Los cubanos, de Guillermo Rodríguez Rivera, Ediciones Boloña, La Habana, 2005)
“Por el camino de la mar es un lúcido y ameno ensayo, que nos entrega un retrato de los cubanos en su isla, que es como decir en su salsa, cuyos contradictorios ingredientes han dado por resultado un pueblo que, con su compleja personalidad nacional, se siente orgulloso de su identidad y de su historia...”
(Reseña de Sexualidad y géneros. Alternativas para su educación ante los retos del siglo XXI, de Alicia González y Beatriz Castellanos, Editorial Científico-Técnica, La Habana, 2003)
“Este es un libro valioso y de obligada consulta para especialistas en temas sociales, sobre todo para los que incursionamos en los estudios de género o trabajamos el tema de la sexualidad. Las autoras logran integrar un modelo teórico que correlaciona la personalidad y la sexualidad desde una lectura crítica de género y proponen nuevas vías educativas en su enfoque alternativo y participativo de la educación de la sexualidad, como un camino que se vislumbra posible para revertir el statu quo de expropiaciones e injusticias que mujeres y hombres hemos sufrido en nuestro proceso de socialización…”
(Reseña de Un hombre solo y una calle oscura, de Rufo Caballero, Ediciones Unión, La Habana, 2005)
“Caballero ha expandido el aliento y cobrado (recobrado) un tono que siempre fue el suyo: el relampagueo de las ideas en sincronías jugosas, y de las formas expresivas que identifican al ensayismo genuino. Un hombre solo y una calle oscura, título con el que alude a la arquetipicidad imaginal de todo un género (yo diría más: todo un orden artístico), se constituye en uno de esos ensayos que cortan la respiración porque comprometen nuestro juicio acerca de las realidades finales de la conducta…”
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