“A la identidad productor-propietario, estado deseado y necesario en el socialismo, podrá arribarse luego de una lucha tenaz en todos los ámbitos. La concreción de los derechos no resulta de su plasmación teórica, más o menos completa, en determinados documentos, sino del proceso real de realización socioeconómica del productor-propietario de nuevo tipo, socialista. Tal realización es el proceso complejo de materialización de los intereses de los trabajadores, de satisfacción de las necesidades materiales y espirituales, y de conformación de la nueva conciencia económica y los más elevados valores humanistas, que tiene lugar en la interacción de todas las esferas de la vida social…”