“Desde todos los puntos de vista, el vínculo de la cultura y el desarrollo económico resulta de importancia capital y no es una correspondencia sin tensiones, en tanto ambos constituyen polos analíticos de mutua atracción y subordinación. Esto cobra mayor interés cuando se percibe que la cultura no puede ser considerada sin el desarrollo económico y este no puede ser considerado sin apreciar la evolución cultural de la sociedad. Sin embargo, una concepción cultural del desarrollo económico constituye un objetivo no alcanzado por la civilización…”