domingo, 13-10-2024
“Los estridentes debates y profundos desacuerdos sobre política sanitaria, la maternidad de alquiler (de vientre o de útero), la investigación con fetos, la venta y compra de órganos para trasplantes, etc. constituyen síntomas sensibles de la circunstancia posmoderna, pues reflejan la existencia de concepciones morales arraigadas y contrapuestas y, por ende, la imposibilidad de una moral universal, es decir, compartida y válida para todas las comunidades morales. Se insiste en la necesidad de una bioética para el vínculo entre extraños morales: personas, o más bien comunidades humanas --judíos, católicos, protestantes, marxistas, liberales, budistas, mahometanos, etc.--, que no comparten los mismos valores y principios morales, pero que se han propuesto resolver sus controversias pacíficamente…”
“El tema de los valores aparece en la literatura a través de una extraordinaria variedad de definiciones, en las que se revela la fragmentación de las ciencias sociales, así como las diferentes posiciones teóricas y epistemológicas que convergen en el abordaje de los distintos problemas a que estas ciencias se enfrentan. En el plano empírico los valores han sido objeto de atención especialmente de la psicología y la sociología. En ambas ha resultado dominante una orientación metodológica positivista, dentro de la cual proliferan instrumentos muy diversos, con predominio de los cuantitativos, en la aspiración de traducir los valores en magnitudes que sirvan de apoyo para la medición de las diferencias individuales…”
“En las difíciles condiciones económicas y de otra Índole que hoy vive Cuba, donde aparecen desigualdades, incremento de delitos y fenómenos de corrupción, es indispensable aprovechar las bondades del diálogo como vehículo importante para la formación y el desarrollo de valores: me refiero al diálogo creador, al que nutre y eleva la condición humana. Este no puede ni debe caracterizarse por argumentos justificativos, sino por la explicación real y matizada de los asuntos…”
El texto llama la atención sobre los puntos de tangencia del pensamiento y el proyecto nacional de José Martí “con la fe auténtica, la que se alimenta en las páginas de la Biblia y se manifiesta en la teología judeo-cristiana, debida a la experiencia secular del “pueblo de Dios”. La liberación política de los oprimidos, junto a la justicia social y la equidad económica, es una constante en los escritos bíblicos. Toda la Biblia es un mensaje de liberación. Para ello se requiere la formación de una sociedad, de la que Él demanda unidad y armonía por caminos de amor y justicia…”
“La experiencia histórica confirma la necesaria presencia de relaciones mercantiles en cualquier proyecto socialista diseñado hoy con un mínimo de realismo. Parece ya evidente que no es la mera exclusión o inclusión del mercado lo que distingue al socialismo y al capitalismo. Mas el alto consenso actual que el mercado ha logrado a su favor, no mitiga las importantes secuelas negativas que este origina cuando es dejado a su funcionamiento espontáneo. En el momento mismo en que libera inmensas energías, crea enormes e intolerables desigualdades…”
“Lo único cierto en el umbral del tercer milenio es la incertidumbre, colectiva e individual, respecto al porvenir. Al concluir el siglo XX, los tres grandes déficits de nuestra especie son la sabiduría, la imaginación y la esperanza. La fascinante revolución tecnológica que hoy vivimos ha acelerado la velocidad de la historia humana; ha compactado nuestra actividad, al violentar las distancias y hacernos interactuar mundialmente a la velocidad de nuestros ordenadores. Hoy, las fronteras se han vuelto porosas a las influencias culturales y los flujos de capital y de información…”
“La humanidad vive los últimos días de su siglo XX sobre una paradoja: el vertiginoso desarrollo científico-tecnológico abre enormes posibilidades al ser humano para mejorar sus condiciones de vida; sin embargo, las relaciones de explotación y dominio que lo engendran permanecen inmodificables en su esencia. Y son estas relaciones las que producen las riquezas junto a las desigualdades, el buen vivir junto a las injusticias sociales, la modernización junto a la exclusión. Así, el avance de la humanidad en la ciencia y la técnica contrasta con el deterioro de las condiciones sociales y la decadencia cultural…”
“Quizá porque la familia es un grupo cuya comunicación, narrativa y dinámica diaria discurren en el marco de relaciones significativas y de carácter preponderantemente afectivo, constituye una de las instancias más poderosas dentro de los agentes socializadores y productores de sentido. En tanto institución y grupo humano, aquella es portadora de valores instituidos desde lo social (culturales, éticos, morales, religiosos, políticos, económicos), a la vez que se vuelve instituyente de sus propios valores, concebidos como síntesis única e irrepetible entre lo particular y lo general…”
“El reconocimiento del contenido de un valor significa solo el comienzo de su asimilación. Las circunstancias objetivas, vivencias y sentimientos, adquieren un significado en dependencia del sentido personal que estas tengan para el individuo, orientando y regulando su conducta. Ningún contenido que no provoque emociones, no estimule nuestra identidad, no mueva fibras afectivas, puede considerarse un valor. Este se instaura a nivel psicológico de dos formas: los valores formales que regulan el comportamiento del hombre ante situaciones de presión o control externas, y los valores personalizados, expresión legítima y auténtica del sujeto que los asume. En este proceso es importante la palabra, la comunicación, la influencia en el plano de las ideas, pero es determinante la experiencia, la vivencia cotidiana de la realidad…”
“Aunque el debate acerca de la eutanasia data ya de varios siglos, aun en nuestros días los eticistas no han logrado ponerse de acuerdo en cuanto a su exacto significado. Es por ello que existen términos como “voluntaria e involuntaria”, “activa y pasiva”, que tratan de explicar diferentes matices en la actuación médica ante el paciente en tránsito hacia la muerte. En el medio profesional, a menudo los médicos afrontan dificultades a la hora de tomar decisiones ante un paciente crítico, sobre todo cuando se encuentra en el umbral de la muerte. Según estudios realizados, existe una gran confusión en cuanto a estos aspectos en el personal de la salud, e incluso entre los cubanos. Por eso resulta de interés abordar este tema tan polémico, específicamente en el ámbito de la medicina crítica, es decir, aquella que se ocupa de pacientes cuya vida está amenazada…”
“Aquello que la crítica ha llamado «la malsana influencia de Bukoswki», no encontró asidero en Cuba hasta que la crisis económica de los 90 comenzara a dar signos de deterioro en el ámbito de los valores sociales y familiares. Notemos, entonces, los paralelos que el realismo sucio, como movimiento estético, llega a establecer con las crisis. Pero si intentamos organizar una pequeña genealogía, aunque sea elemental, para rastrear los primeros momentos de esta tendencia literaria en Cuba, habría que volver la vista algunos años atrás. Allí encontraremos que una vez «superadas» las marcas que el quinquenio gris dejó en el cuerpo mutilado de la literatura cubana, y con la aparición de la llamada «generación de los 80», llegan también los primeros signos de desilusión y crisis a las obras que los escritores comienzan a producir. Y asimismo los temas y personajes marginales…”
(Premio Temas de Ensayo 2003 en la modalidad de Ciencias sociales) “Reconstruir el proceso de formación de la dimensión ontológica del ciudadano cubano tiene mucho que ver con establecer, aunque sea de alguna forma, su manera de pensar, de ver las cosas, de relacionarse con su mundo espiritual y material. Para esto es necesario apreciar los procesos en que se ve envuelto socialmente y en los que se forman sus estados de conciencia, estructurados sobre valores y convicciones que son parte esencial del modelaje de su conducta política. Incursionar en este asunto incluye cuestionarse en todo momento lo que pudo ser, lo que es, o será el ciudadano cubano y, por supuesto, explorar las circunstancias en las que se desarrollan sus expectativas y metas de realización, como también los retos y escollos que enfrenta…”
(Premio Temas de Ensayo 2004, en la modalidad de Ciencias sociales) “No han sido pocos los debates sobre los valores y el sentido de la vida en el filosofar latinoamericano, aunque se omiten con frecuencia en los estudios sociales. El pensamiento cubano no escapa a esa omisión. Sin embargo, el debate filosófico en torno a esta problemática conjuga, de modo particular, la reflexión teórica con la realidad inmediata del acontecer cubano. No se trata tan solo de una conjugación que intente preparar o cristalizar juicios críticos para conceptualizar el devenir histórico y cultural, sino de un proceso integrador de los múltiples elementos que conforman la compleja urdimbre social. Es esta la razón esencial para recuperar una de las más interesantes polémicas filosóficas del siglo XX cubano…”
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2004, en la categoría de Ciencias sociales)
“Con la Revolución cubana, los marcos del modelo de la institucionalidad democrática burguesa y de la idea prevaleciente sobre la democracia, el papel del intelectual como élite letrada y la propia concepción de la cultura, fueron desbordados por los nuevos habitantes de la ciudad política. La pérdida del respeto hacia ciertos valores del pasado propició, sobre todo, la rebelión cultural contra la propiedad privada y la caída de toda la fuerza simbólica que podía denotar aún aquella democracia representativa. Una nueva cultura en Cuba se iría creando por la ruptura de las jerarquías sociales: la igualdad como valor, el reconocimiento del derecho a la propiedad sobre la tierra y la vivienda a grandes segmentos poblacionales, la apropiación de la ciudad como espacio público real, la salida de los y las adolescentes del claustro familiar y su entrada masiva al ruedo de lo social, la universalización de la enseñanza, la relativa nivelación de los ingresos, la socialización de la economía, etc…”
“El proyecto de los derechos humanos ofrece la posibilidad de emplear la ley como un medio para el cambio social partiendo del compromiso con los valores humanitarios a escala global. Este proyecto aborda la difícil situación de un elevado número de hombres, mujeres y niños, víctimas de la violencia en el ámbito nacional o cuyas vidas se ven seriamente afectadas por las políticas neoliberales del capitalismo internacional. Ello se manifiesta de manera más clara en las crecientes desigualdades en el acceso a la salud, la disminución de las políticas sociales y el aumento de la injusticia social…”
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