Mirado desde la sociedad, el desarrollo económico ha de ser democrático, inclusivo, deliberativo, o no proveerá progreso. Pero bajo esa concepción estará compelido a la búsqueda de la sostenibilidad económica, tomando como fuente la reactivación de todas las fuerzas sociales, la movilización de las capacidades naturales y creadas, y el establecimiento de las sinergias productivas desde los núcleos que fundan la sociedad y su contexto primario que es el espacio donde vive. Ahí es donde nace la cultura.