jueves, 21-11-2024
La interacción recursiva de múltiples factores y eventos a todos los niveles de la sociedad, requieren de cambios culturales y organizacionales, en las prácticas de gestión y cotidianeidad, de las instituciones y la ciudadanía, que se proyecten hacia nuevas formas de alianzas multiactorales, modos de concertación de intereses y participación ciudadana pro-activa y decisoria. Hacia esas metas de largo alcance se presentan elaboraciones y resultados de nuestros proyectos investigativos —y como parte de la Red ESORSE— en municipios de la capital, que aprovechan el acervo de la producción e investigaciones nacionales e internacionales, con el propósito de fomentar valores de solidaridad social y emancipatorios, como fundantes de la proyección socialista de nuestra sociedad.
¿La participación ciudadana conduce a una gran red social? Este estudio afirma que los altos niveles de participación ciudadana pueden obstruir la integración social individual. Utilizando datos de la Encuesta alemana sobre voluntariado (Deutscher Freiwilligensurvey; 1999-2009), este estudio realiza regresiones macro y a multinivel para examinar el vínculo entre la participación ciudadana y la integración.
La historia de la urbanización y la colonización en África está entrelazada. En consecuencia, la producción de la ciudad colonial africana fue un ejercicio deliberado que no solo estaba impregnado de ideologías racistas e imperialistas de creación de ciudades, sino que además nunca se concibió para proporcionar un "hogar" a los inmigrantes africanos. La noción de "hogar" frente a la de "casa" determina en gran medida la forma en que las personas interactúan entre sí y con el espacio urbano que ocupan, ya que se perciben a sí mismas como transeúntes y no como habitantes permanentes de la ciudad. Sin embargo, los cambios intergeneracionales están dando lugar últimamente a diferentes formas de hacer ciudad y de producción urbana. Basándose en datos de archivo y enfoques etnográficos, este artículo pretende analizar históricamente el desarrollo de Nairobi, una gran metrópolis, capital política de Kenia y centro económico de África Oriental. El objetivo central es localizar cómo las percepciones de los habitantes de la ciudad sobre su estancia urbana y la ocupación del espacio repercuten en su reproducción técnica de la ciudad. Se trata de una historia del colonialismo, de los legados coloniales en la planificación urbana y la apropiación del espacio, y también de los retos del proyecto postcolonial de infraestructuras urbanas.
Se trata de cómo solo recientemente se ha comprendido que el envejecimiento de la población y la urbanización son tendencias globales que, de conjunto, constituyen fuerzas de rango superior en el modelo del siglo xxi universal. Discute los retos que define la transformación de la ciudad desde la perspectiva del proyecto de Ciudades y comunidades amigables con las personas mayores. Para ello, argumenta la centralidad de un enfoque basado en la accesibilidad, el medio como elemento inhabilitante; reflexiona sobre los principales retos que enfrenta Cuba, en este contexto, y ofrece algunas recomendaciones.
Este panel de discusión está dedicado a debatir qué es un ciudadano, cómo se forma y cuáles son los factores —de carácter social y cultural— que inciden en su formación.
(Premio Temas de Ensayo 2003 en la modalidad de Ciencias sociales) “Reconstruir el proceso de formación de la dimensión ontológica del ciudadano cubano tiene mucho que ver con establecer, aunque sea de alguna forma, su manera de pensar, de ver las cosas, de relacionarse con su mundo espiritual y material. Para esto es necesario apreciar los procesos en que se ve envuelto socialmente y en los que se forman sus estados de conciencia, estructurados sobre valores y convicciones que son parte esencial del modelaje de su conducta política. Incursionar en este asunto incluye cuestionarse en todo momento lo que pudo ser, lo que es, o será el ciudadano cubano y, por supuesto, explorar las circunstancias en las que se desarrollan sus expectativas y metas de realización, como también los retos y escollos que enfrenta…”
“Pensar una ciudad como La Habana a la distancia de una generación, supone un doble reto: de una parte, imaginar el contexto cubano dentro de unos decenios y, de otra, conjeturar cómo la ciudad, es decir, sus ciudadanos, van a sufrir, asumir o liderear esos cambios. La primera reacción es intentar entrever o construir un contexto a partir del cual se pueda derivar un escenario urbano como su expresión ciudadana. Pero el abanico que se abre es lo suficientemente diverso como para merecer un estudio aparte, puesto que puede ir desde los más locos sueños a los más angustiados temores. Desde La Habana deseada, añorada, esperada, defendida y reconstruida, a La Habana destruida, abandonada, asaltada y vendida por piezas al mejor postor…”
“En algún momento de este año, por primera vez la población urbana de la Tierra superará en número a la rural. De hecho, dadas las imprecisiones de los censos del Tercer mundo, este cambio trascendental puede ya haberse producido. La Tierra se ha urbanizado con mayor rapidez de la que predijo el Club de Roma en 1972...”
En 1859, Eusebio Leal era el empleado más joven del Museo de la Ciudad. Allí conoció a Emilio Roig de Leuchsenring, el Historiador de La Habana. En 1967, debió asumir la responsabilidad de continuar el sueño de su maestro: reconstruir y conservar todos los bienes de la zona antigua de La Habana, en la Plaza de la Catedral, y convertir el edificio que hoy ocupa la Oficina del Historiador en un museo. En esta entrevista, Leal conversa, entre otras cosas, sobre la ciudad, la enseñanza de la historia y la restauración.
“El equilibrio entre el uso comunitario del espacio público y la expresión de valores estéticos en los atributos arquitectónicos y urbanísticos, fue una de las características básicas de la ciudad colonial, que perduró hasta el siglo XIX. A inicios del siglo XX, la monumentalidad ecléctica cambió la escala de la centralidad, adaptada a los nuevos rituales establecidos por las élites locales…”
“¿Promueve o deforma a las diversas artes la atención que se les brinda? ¿De qué modo usan los activistas culturales a los académicos para obtener atención y legitimidad y de qué modo usan los académicos a los activistas-artistas para enseñar uno u otro valor estético culturalmente condicionado que modifique las predisposiciones políticas? La cultura puede hacer daño, por ejemplo, cerrando filas étnicas para alimentar la intolerancia. Y puede hacer bien desarrollando estrategias para alcanzar objetivos específicos y para promover el respeto hacia uno mismo y los demás, que permita el contrato democrático…”.
“En el nuevo milenio, en medio de avances sin precedentes de la humanidad en cuanto a la producción, la ciencia, la técnica, la información y las comunicaciones, resulta paradójica la existencia de la pobreza, indigencia, precarización y marginalización absoluta en ciertos espacios urbanos, y la inseguridad asociada. Las ciudades de América Latina muestran una realidad contrastante: exhiben zonas ultramodernas y residenciales lujosos, al tiempo que persisten y se amplían los cinturones de miseria…”
“Imaginar el futuro de las ciudades es un pasatiempo divertido, pero inseguro. Varias incógnitas aparecen siempre: ¿cómo conservar lo diverso que asegure vitalidad y autenticidad dentro de una inexorable homogeneización? Con el incremento de la violencia interna y la amenaza del terrorismo, ¿no llegará a perderse el atractivo de la concentración de actividades y personas en las grandes ciudades? ¿Cómo preservar la identidad sin detener el desarrollo, exacerbar el aislamiento y fomentar el chovinismo y la xenofobia, y también evitar un folklorismo vacuo que termine en una oferta turística desnaturalizada? ¿La informatización y la globalización reforzarán o debilitarán el papel de las grandes ciudades? ¿La ciudad virtual ya está aquí y todavía no la vemos?...”
“De la ciudad industrial del XIX a las llamadas ciudades globales del XXI han trascurrido algo más de ciento cincuenta años de observación social. Me interesa rescatar aquí las principales transformaciones actuales, sus continuidades y rupturas con los modelos anteriores y los posibles efectos sociales de estos cambios. Para ello, me concentraré en un fenómeno de renovación o gentrificación recientemente ocurrido en mi ciudad, Buenos Aires…”
“Los tradicionales patrones de equilibrio entre un medio rural y uno urbano se han sustituido por patrones de concentración urbana. Desde el punto de vista ambiental, la urbanización provoca intensos impactos en las áreas urbanas y sus campos de influencia, y se amplían los espacios vacíos o renaturalizados. Los territorios urbanos se convierten crecientemente en espacios donde la gestión se hace más compleja, ya que en estos se hacen más claros y evidentes los efectos de la crisis civilizatoria…”
“Cuando La Habana celebre sus quinientos años de fundada, podrá enorgullecerse de su amplio patrimonio construido, que va más allá de la actual Habana Vieja y comprende una variada colección de estilos y épocas. Para esa fecha, la ciudad contará también con una de las poblaciones más envejecidas del continente. La Habana será entonces una ciudad toda vieja. Alrededor de 80% de la actual ciudad se construyó a un ritmo acelerado durante los primeros cincuenta y ocho años del siglo xx, lo cual determinó su crecimiento, más por la adición de nuevos espacios que por la reedificación de lo existente. Este proceso solo se detuvo a partir de la Revolución. Esto le otorgó a La Habana un aspecto de ciudad congelada en el tiempo…”
El trabajo se refiere a la metrópolis como sede del proceso de fragmentación permanente que caracteriza a la modernidad. El tema se examina mediante la presentación de tres casos. En el primero se alude a la emergencia de la novela policial en el Londres victoriano como un mecanismo sublimado de articulación de esos fragmentos. En el segundo se toma uno: un cambio en la moda femenina, mostrándolo como la punta de una de las olas innumerables del océano siempre móvil del proceso de transformación. Por último se describe la aparición de un nuevo modelo de manipulación de la fragmentación —el montaje— y su influencia en una diversa aproximación a la modernidad misma.
La vida cultural de las ciudades se concreta en espacios institucionales, públicos, privados y asociativos. En este artículo se parte de relacionar los términos participación y consumo cultural, entendiendo el primero como un proceso de implicación activa tendiente al acceso en la toma de decisiones, y el segundo como un nivel de participación.
Mirado desde la sociedad, el desarrollo económico ha de ser democrático, inclusivo, deliberativo, o no proveerá progreso. Pero bajo esa concepción estará compelido a la búsqueda de la sostenibilidad económica, tomando como fuente la reactivación de todas las fuerzas sociales, la movilización de las capacidades naturales y creadas, y el establecimiento de las sinergias productivas desde los núcleos que fundan la sociedad y su contexto primario que es el espacio donde vive. Ahí es donde nace la cultura.
La gestión de las artes en Cuba no está ajena a las transformaciones socioeconómicas que vive su sociedad. En especial en la capital surgen continuamente nuevos modelos de gestión de la cultura. Muchos de ellos están signados por fórmulas de trabajo que aplican la autogestión, la horizontalidad y que son en ocasiones más dinámicas y eficaces que el sistema institucional del Estado, con el que sería conveniente y deseable que interactuaran, de manera legal y organizada.
La pertinencia social de una política cultural debe atarse a lo primordial, el espacio. Ante las limitaciones burocráticas de la secretaría de Cultura mexicana, la alternativa es vincularse con otras instancias, para que la cultura que posibilita el desarrollo de la mayor parte de los habitantes de la urbe pueda disfrutarse de manera cotidiana, cuyo punto de convergencia es el urbanismo.
Se indaga el papel de lo racial en las debilidades del mercado cultural del Ecuador y del Quito moderno. Se explora cómo los factores raciales han debilitado la conformación de un consumo cultural, lo que se ha expresado en teorías y en prácticas educativas y sociales que han evitado una fuerte profesionalización del campo de las artes y la conformación de públicos masivos en el acceso al consumo cultural.
Se explora el contexto sociohistórico cultural en que se inserta la creación de la Sociedad sin fines de lucro Centro Cultural Latinoamericano de Vancouver (VLACC, por sus siglas en inglés); así como sus antecedentes, visión, trayectoria y proyecciones futuras.
Se explora algunas de las estrategias discursivas que establecen una relación orgánica entre la memoria cultural, el paisaje urbano y la ficción narrativa en la tetralogía Las cuatro estaciones, de Leonardo Padura. A partir de figuras como la metáfora y la metonimia se establece una relación entre la representación de La Habana propuesta por Padura y algunos procedimientos tradicionales de la narrativa cubana.
El autor conviene en que Miami nos ofrece un laboratorio en el que se puede estudiar el futuro de los Estados Unidos. Las diferencias económicas y demográficas, de clase y luchas políticas que tienen lugar allí constituyen un microcosmos de las transiciones actuales que ocurren a lo largo de la nación.
El texto observa la emergencia de la ciudadanía como categoría política en la Cuba contemporánea y propone una reflexión política al respecto. Al mismo tiempo, explora la relación fundamental entre la ciudadanía y la propiedad, e integra análisis sobre los derechos, la libertad, la igualdad, la diversidad.
El artículo examina la naturaleza y el funcionamiento de los Consejos Comunales (CC) en Venezuela. Para ello, el autor revisa la literatura sobre participación ciudadana local y su situación actual en América Latina; esboza brevemente el recorrido histórico de la participación en Venezuela y el diseño institucional de los CC, y hace un balance de su puesta en práctica y eficacia; finalmente, esboza las perspectivas de futuro.
Se parte de que los procesos de transformación social se articulan en tramas de relaciones económicas, políticas, sociales, jurídicas, psicológicas, culturales, ambientales, etc. La “actualización del modelo económico cubano”, debería abarcar a toda la realidad social, en la cual los fenómenos de orden político-jurídico relacionados con el ejercicio popular de ciudadanía emancipatoria desempeñarían un rol principal.
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