miércoles, 25-06-2025
(1922-2012) Economista e investigador. Fue profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Aportó valiosos trabajos sobre el desarrollo del capitalismo en México y América Latina, la clase dominante-dominada y la dependencia estructural; el Estado, la burguesía y la oligarquía mexicanas; el imperialismo; la crisis actual del capitalismo; el capitalismo de Estado y el capitalismo monopolista de Estado; las políticas desarrollista, neodesarrollista y neoliberal; las verdaderas causas de la pobreza, la desigualdad y la concentración de la riqueza; la lucha de clases; entre otros temas. Participó destacadamente en la Conferencia por la Soberanía Nacional, la Emancipación Económica y la Paz, encabezada por el general Lázaro Cárdenas, y fue coordinador nacional del Movimiento de Liberación Nacional (MLN), desde su creación en 1961 hasta 1964. Construyó junto con otros destacados pensadores, luchadores sociales y jóvenes progresistas la Editorial Nuestro Tiempo, la revista Estrategia y el Movimiento del Pueblo Mexicano; el Centro de Investigación y Estudios Nacionales (CIEN), la Asociación por la Unidad de Nuestra América (AUNA) y el Centro Mexicano de Estudios Sociales. En 1988, 1994 y 2000 participó activamente en las campañas electorales de Cuauhtémoc Cárdenas, apoyó siempre las luchas indígenas y en particular el levantamiento zapatista y su movimiento; asimismo, las campañas de Andrés Manuel López Obrador en 2000 y 2006.
NOTICIA
Rafael Hernández: A propósito del lugar en que nos encontramos hoy, quiero recordar a Ricardo Alarcón, a quien me referí una vez como “un intelectual que los intelectuales le hemos prestado a la política”, y él me dijo: “Eso no tiene que ser así”; sin embargo, cuando terminó la presidencia de la Asamblea Nacional efectivamente volvió por esa puerta giratoria y escribió artículos para la revista, un ensayo que compitió en el Premio Temas de Ensayo y que publicamos, y estuvo presente en los debates de la revista Temas sobre cuestiones de carácter político, política exterior, problemas de estrategia internacional, y también sobre problemas relacionados con la ley.
También quiero recordar muy especialmente, a Nelia Aguado, lamentablemente fallecida en el saldo terrible de la COVID, quien fue la persona que armó, la que diseñó este número que tengo en mis manos, del año 2009, dedicado a “Prácticas de los derechos humanos”, donde hay también trabajos de otros juristas cubanos como Ramón de la Cruz, Narciso Cobo, Antonio Raudilio Martín, Lester Delgado. No lo presentamos aquí, pero fue posible gracias a la colaboración de profesores de la Facultad de Derecho. A ella y a su esposo, Hugo Azcuy, que también fue profesor de esta Facultad, quiero dedicar este reencuentro nuestro en el tiempo, con profesores de Derecho, como Marta Prieto — qué bueno que está aquí — , Yan Guzmán y otros que harían una lista un poquito más larga, que han estado acompañándonos con artículos para la revista Temas y en los debates de Últimos Jueves.
Con este prólogo, quiero presentarles a la persona que coordinó el número que estamos lanzando hoy. Ella es Mylai Burgos Matamoros, graduada de esta Facultad y ha hecho lo que consideramos un trabajo ejemplar en cuanto a proponer un conjunto de estudios, de investigadores latinoamericanos, norteamericanos, europeos, cubanos, y ha logrado que todo eso tenga una articulación, que sea un conjunto orgánico. Nos alegra mucho poder tenerla aquí para que haga la presentación y para que reflexione en torno a este tema de capital importancia al que hemos dedicado el número.
Mylai Burgos: Muchas gracias, Rafael. Espero que no me gane la emoción de regresar a la Facultad de Derecho, justo donde me formé. Primero quiero agradecerte a tí y al equipo de Temas; son un colectivo muy profesional de edición, de diálogo y, además, hemos hecho algunas otras cosas juntos.
Temas surge, en su segunda época, según vi, en 1995, justo cuando nosotros — no solo yo, sino varios de los que escribimos para el dossier de este número — estábamos estudiando en esta Facultad, y fue parte, junto con el Centro de Estudios de América, en aquella época, de lo que nos formó críticamente. Algunos de los que ustedes ven acá — Rafael, Carlos Alzugaray, Tania García, que todavía sigue en Temas — y otros como Valdés Paz, Martínez Heredia, Aurelio Alonso, fueron, por lo menos para mi generación, muy importantes, parte fundamental de nuestra formación crítica. La mía, evidentemente, tiene mucho ya de México y de las cosas que vamos a hablar hoy, pero se los quería agradecer en público. Yo iba al CEA en esa época, a estudiar en la biblioteca, y estoy transmitiendo un mensaje que no solo es mío, como ya dije, hay cinco personas, de diferentes generaciones, que escribimos en esta revista y todos tenemos la misma percepción.
En segunda instancia, la Facultad. Volver es impresionante. Hace veintiún años que estoy en México, y una vez estuve acá, en un evento con Marta, que además fue mi tutora en licenciatura, trabajando temas de participación popular, pero no había regresado, y me da mucho gusto porque, además, sigo a la Facultad mucho en las redes sociales, la efervescencia que tiene ahora, los jóvenes que están haciendo cosas, todas las publicaciones, las actividades, y me da mucho gusto poder compartir saberes, en conjunto, y dialogar.
Y, por último, saludar también a Mario y a los compañeros de la Juventud, uno siempre retorna a los lugares donde estuvo, no solo a la Facultad, sino también a esos espacios políticos, y gracias a todo el equipo de ustedes, compañeros de Temas y de La Tizza, con los que estamos teniendo intercambios en los últimos tiempos. Disculpen que me extienda un poco, pero era necesario.
Sobre el Dossier ¿qué les puedo contar?, ¿cómo surge? Rafael me invita a que preparemos algo sobre derechos sociales, un tema que yo he trabajado mucho en México, justamente por mi formación aquí. Cuando llegué a México lo que veo es que los derechos sociales tenían serios problemas, no solo de satisfacción, de concepción, incluso desde hace quince o veinte años eran jerárquicamente inferiores a los derechos civiles y políticos. La vida me fue llevando a trabajar estos temas, no solo de manera universal sino también vinculados a los pueblos indígenas.
El dossier — la sección Enfoque de la revista — es sobre derechos sociales, pero también sobre políticas públicas, porque
si hablamos de derechos, de cómo se regulan y cuáles son sus estructuras, debemos hablar de cómo pueden realizarse, garantizarse, cumplirse, exigirse.
Aunque la revista no es técnica, desde el punto de vista jurídico, sino política sobre todo, es importante también hablar de políticas públicas, porque justo es la realización de los derechos, no solo los sociales. El dossier tiene diferentes disciplinas y diferentes perspectivas metodológicas, no todos somos abogados, aunque muchos sí. Luego voy a mencionar algunos conocidos aquí, como el tutoreado de Marta, Albert Noguera, de la Universidad de Valencia, que hizo un doctorado en esta Facultad sobre Gramsci y Cuba.
Los artículos tienen una línea, una concepción específica, que es dar cuenta de los procesos histórico-teóricos de los derechos sociales, y también prácticos, es decir, cómo había sido el decursar histórico-teórico en Europa, en los Estados Unidos, en América Latina, y un acápite especial para Cuba. En ese sentido, no solamente son jurídicos, son teórico-históricos y políticos, constitucionales, y también tienen perspectivas de ciencias sociales con énfasis en las políticas públicas, y hay un par de artículos, con ámbitos muy sociológicos.
No solamente escogimos México, Cuba y Venezuela. Quisimos también poner a Chile, pero no lo logramos. Queríamos pensar la línea de cómo surgen esos derechos sociales: constitucionalismo mexicano en 1917, la constitución social por excelencia; 1918, la rusa, 1919, Weimar. Y desde ese constitucionalismo social que surge allí, vamos a decirlo así, que México diera cuenta de su proceso, de esos derechos sociales tan profundos que tuvieron, y de cómo el neoliberalismo los redujo, y cómo hoy la Cuarta Transformación en el gobierno actual está intentando rescatarlos.
Venezuela, para dar cuenta de los gobiernos progresistas de América Latina y esa transición que hubo entre el neoliberalismo y el gobierno bolivariano, fue elegido con toda intención, y Chile para dar cuenta del neoliberalismo.
Entonces se cubrió de todas maneras el tema neoliberal con un texto, bastante sociológico, de unos compañeros también mexicanos, Amílcar Challú y Sergio Silva, que dialogan entre democracia y bienestar, y tocan temas del neoliberalismo; y desde Europa, los temas de España y Alemania también dan cuenta de lo mismo, de este decursar histórico.
Ahora voy a hablarles un poquito de los temas. El primer texto, que es mío, tiene que ver con ese desarrollo teórico-histórico de los derechos sociales en el constitucionalismo, pasando por el siglo XIX, el constitucionalismo social mexicano, y después el constitucionalismo en el socialismo real. A veces me quedaban ganas de escribir más cosas y de hablar un poco de Cuba, porque es importante caracterizar los constitucionalismos del socialismo real, ya que después de los cambios en la Constitución de 2019 tenemos otras formas, y los constitucionalismos de los socialismos reales ya quedan en la historia, y es bueno sistematizarlo, pensarlo, y eso fue lo que hice.
Después viene el texto que les mencioné sobre democracia y bienestar; y después tenemos dos textos sobre los Estados Unidos, muy interesantes. El autor de uno de ellos, Carlos Garrido, es cubano-americano, un muchacho — tiene veinticinco años, se fue a los Estados Unidos con cuatro — con una formación teórica muy sólida desde el punto de vista filosófico, desde el marxismo, y hace un análisis de cómo él ve los derechos sociales en los Estados Unidos, cómo históricamente allí nunca han sido satisfechos, nunca han sido regulados, o no de la manera en que se previó en otros sistemas como México. Estoy hablando de sistemas capitalistas, evidentemente, ya no pensemos en los socialismos, y cómo realmente incluso están bastante rezagados en temas de derechos civiles en la práctica.
Le sigue una entrevista que hizo Rafael a Stanley Murphy, un abogado norteamericano de más de setenta años, que coincide con Garrido desde una perspectiva muy diferente, en cómo se comporta esto en los Estados Unidos, donde todavía hay mucho de rezago en salud, educación, trabajo, alimentación, libertades sindicales — aunque en este aspecto es interesante lo que han hecho.
Los dos artículos de Europa están firmados por Albert Noguera y Eberhard Schultz. Albert es profesor de la Universidad de Valencia, de origen catalán. Es un gran constitucionalista, muy reconocido en Europa, tiene muchos trabajos de derechos sociales y de constitucionalismo social, y sobre cómo hoy se está dando en Europa. Nos aporta esa percepción no solo desde España, sino desde Europa y la Unión Europea, y la recesión neoliberal de los derechos sociales allí, teniendo en cuenta que, comparativamente, tienen mucha más satisfacción que los de América Latina. Por su parte, Schultz, abogado alemán que preside una fundación para los derechos humanos sociales y la participación, invitado por Rafael, da cuenta de lo mismo y hace unos acápites sobre Cuba.
Después tratamos de incluir de la percepción histórica de los derechos sociales, con Aleida Hernández, una profesora del Centro de Investigaciones interdisciplinarias de la UNAM, abogada también, que aborda lo que está pasando en la Cuarta Transformación en México y los límites en materia de derechos sociales.
Luz Marina Toro y Fernando Giuliani, de la Universidad Central de Venezuela, compañeros nuestros de trabajo en América Latina, estudian la comuna en Venezuela, el poder comunal y los programas sociales de vivienda universales. Es un artículo muy interesante que explica qué están haciendo desde el punto de vista participativo, cómo están llevando a cabo estos procesos de la vivienda.
Para ir cerrando, el tema de Cuba. Me hubiera encantado hacer el número solo de Cuba, pero Rafael me dijo que no. Y, además, necesitaríamos muchas investigaciones, y ese es también uno de los retos y límites que tenemos al querer abarcar todo, derechos laborales, temas educativos, de salud, de políticas públicas, transporte, alimentación, medio ambiente, vivienda; todos esos son derechos sociales. Finalmente abordamos temas laborales con un compañero de acá, Guillermo Ferriol, que los trata en su artículo de manera general; y con la mesa de debate sobre derechos laborales en el sector privado específicamente.
Hay también un análisis de la educación superior en Cuba, se los recomiendo mucho, de Danay Quintana, de formación psicóloga, que trabajó en la Universidad de La Habana, pero se ha dedicado a la sociología en los últimos tiempos. Ella está en FLACSO-México, pero tiene mucho interés en debatir con sus compañeros que trabajan temas de educación acá.
Su texto es una investigación muy profunda de los modelos de educación superior en Cuba, cómo han ido variando y hacia dónde están yendo, pensando un poco estas reformas que hace unos diez, quince, incluso veinte años, se dieron en el mundo, acerca de hacer los grandes programas de estudio más cortos, más rápidos, con menos contenidos, más tecnocráticos.
En ese sentido, es una visión economicista de la educación: menos tiempo estudiando, más rápido trabajas, preponderando lo técnico, cómo resolver problemas y no realmente los fundamentos teóricos, epistémicos, metodológicos, humanistas y de valores.
Es parte de un estudio muy profundo que ella tiene hecho y que yo le pedí específicamente para que en Cuba también conozcan su investigación, que es muy buena.
Y, por último, los artículos de dos compañeras: Tania Gómez y Alina Herrera. Tania es profesora de Derecho, en la Universidad de Matanzas, y Alina, que también se formó en esta Facultad de la UH. Ella trabaja hoy en el Instituto Nacional de Formación Política de MORENA, en los proyectos de izquierda gubernamental. Ellas abordan temas de mujeres y personas racializadas, respectivamente.
Ese es el conjunto de análisis que trae este número — me falta un artículo que ahorita voy a mencionar — , lo más complejo posible y completo, entre histórico y teórico, hay constitucionalismo, hay teoría, hay historia, pero también hay sociología, sobre todo sociología y política, y ciencias políticas. Ya les fui describiendo quiénes escriben, para que ubiquen sus posiciones y de dónde vienen.
Quiero que dialoguemos un poquito, si tienen ganas, de problemas que hay hoy en los derechos sociales en Cuba. Pensemos más bien en los bienes sociales que se satisfacen con los derechos sociales;
un derecho es una triada estructural de sujetos titulares, bienes que se protegen y terceros obligados: el tercero obligado por excelencia es el Estado, también pueden ser los particulares; los bienes que se protegen son la salud, la educación, la alimentación; y los titulares somos individuales o colectivos.
Esas problemáticas que se exponen aquí son transversales, evidentemente, que hace falta dialogar ya en Cuba, y ahora voy a decir por qué.
Este dossier no es técnico-jurídico, pero ahí hay un aporte técnico-jurídico que a mí me parece importante, que nos da soluciones, que es el artículo de Edmundo del Pozo, graduado también en esta Facultad, sobre las políticas públicas con enfoque de derechos humanos. Edmundo hace una recopilación de cómo están establecidas todas estas políticas públicas a nivel internacional para hacer prácticos, realizables, todos los derechos humanos y, en específico, los sociales. Esto ha avanzado mucho a nivel técnico, y hay muchas formas de implementarlo. Por supuesto, política pública es una acción gubernativa, administrativa, pero también tenemos que pensar un poquito cómo podemos avanzar jurisdiccionalmente. Él expone diez aspectos de políticas públicas, de cómo trabajar esto para la realización de los derechos. Claro, cualquiera puede pensar que en Cuba siempre estuvieron satisfechos, pero también sabemos — no quise traer estadísticas ni mucho menos — que, evidentemente, hoy hay una crisis económica en Cuba, que ya es una crisis sobre otra crisis después de treinta años, desde los 90. En esa época hicimos en esta facultad tantas cosas con tan poco, la verdad, fueron cinco años bellísimos. También en la FEU, en la Juventud, hacíamos muchísimas cosas, los debates que se hacían con Alarcón, los debates de las leyes, las audiencias abiertas con la Asamblea Nacional. Para nosotros fue mucha formación, pero hay que seguir debatiendo.
Aunque tengamos plasmados todos esos derechos en esa nueva Constitución de 2019, mucho más abarcadora, mucho más integral, mucho más completa, es importante seguir debatiendo cómo se va a habilitar esto no solo administrativamente, sino también desde el punto de vista de los contenidos de los derechos, porque no se trata solo del acceso universal.
Hoy en Cuba tenemos una crisis evidentemente, económica, de presupuesto, de inversión, en el sentido de que la inversión se está ubicando en otros espacios más rentables. El gasto social siempre es gasto aunque a la larga siempre es una inversión social en ese sentido. Tampoco se puede dejar de mencionar el bloqueo económico y comercial contra Cuba, que implica que nuestros derechos sociales, aunque hay acceso universal a ellos, se ven limitados en la calidad, disponibilidad, asequibilidad física y económica, y adecuación cultural. Estos son términos mucho más técnicos, no están en el dossier específicamente.
El modelo cubano es impresionante, es buenísimo, el tema es tener satisfechos todos esos canales porque justamente estos elementos son los que dan la medida de que haya, por ejemplo, una salud de calidad y no solamente el acceso al lugar, sino calidad, disponibilidad de atención, prevención. O educación con calidad, con disponibilidad, porque esta no solo es la infraestructura, sino es todo el personal, los insumos, y asequibilidad física y también económica — que tiene mucho que ver con la existencia de los espacios y de los servicios.
Estoy hablando de Cuba, de la realidad; los que escribimos en este dossier — excepto Guillermo — no estamos en Cuba, pero somos cubanos, tenemos a toda la familia aquí, entonces también vivimos Cuba diariamente. No crean que no sabemos qué está pasando.
Lo de la adecuación cultural tiene más que ver con pueblos indígenas y con pueblos específicos con otras creencias. Pero es importante que lo debatamos, el derecho da insumos para dialogar políticas públicas y formas de realización más allá de ir a un tribunal, y más allá, en materia de cómo organizar también la relación gubernamental y la política.
No obstante, yo creo que Cuba, comparada con el mundo, sigue siendo un paladín de potencia social, y no solo como potencia, sino como materialidad; lo dicen los artículos, sobre todo los de Estados Unidos, los de Europa, que mencionan a Cuba siempre, y esa es la percepción que se tiene.
Hoy es un momento de crisis, un momento en que tenemos que debatir, y tenemos mucha responsabilidad intelectual los profesionales, los juristas también, en decir, sí, tenemos este recaudo histórico y hay que seguir trabajando por mucho más, no pensar los derechos humanos en abstracto, sino como esos derechos sociales que nos satisfacen la forma de vida, y las necesidades básicas fundamentales.
Justo ayer pensaba en una frase mexicana que quiero traer aquí con una anécdota. En México — quiero que entiendan que yo sé la dimensión comparativa de la diferencia — hay violaciones muy graves de derechos humanos constantemente, pero hay casos muy fuertes. Si les hablo de derechos sociales hay muchas cosas, agua, trabajo, hay mucho, pero estoy hablando de un caso paradigmático por la frase en sí: el caso de Jacinta Francisco Marcial, una indígena otomí, de Santiago Mexquititlán, en Querétano. A ella les fueron violados los derechos humanos por las autoridades de manera flagrante. Después de muchas instancias judiciales y comisiones de derechos humanos, el Estado reconoce que le han sido violado los derechos, le hace una reparación, y dentro de ella hace una disculpa pública. Jacinta no habló, ella habla otomí, y su hija fue la que respondió a la disculpa pública. Habló de qué le han hecho a su mamá y lo que implicó para su familia, para su comunidad, etc., y al final dijo que era buena la disculpa pública, pero que tiene que decirlo frente al Estado, que todo esto tiene que seguir sucediendo, que tienen que pedir perdón “hasta que la dignidad se haga costumbre”, esa es la frase a la que me refiero. Es una frase mexicana, Chile la retomó en su resistencia hace tiempo, pero es de una indígena mexicana.
Y yo creo que en Cuba es al revés, la costumbre de Cuba es la dignidad. Sí entendemos la diferencia y la dimensión, por eso hay que luchar tanto porque todo el avance social que tiene Cuba se mantenga y siga, y aumente,
y que lo que se haya rezagado hoy y tenga recesión tenemos que discutirlo y debatirlo, y también tenemos que exigirle al Estado y a todas sus instancias, y participar junto con ellos para que entonces la dignidad, que es costumbre, realmente lo sea, y no solo siga siendo costumbre, sino que sea dignificada en una forma de vida; la dignidad es la sustancia de los derechos humanos, es la satisfacción de los derechos.
Con esa anécdota quería terminar, porque realmente la plenitud de los derechos sociales va a ser la sustancia siempre de un sistema socialista, y eso es lo que nos hace falta. Muchísimas gracias.
Rafael Hernández: Este número tiene el foco en derechos y políticas sociales en la sección primera, que se llama Enfoque, pero tiene otras cosas que solamente quiero mencionar porque son también del mayor interés, sobre todo por hacer la presentación aquí en la Universidad de La Habana. creo que es doblemente interesante.
Nosotros hacemos, en la revista Temas, unos debates que se graban y se publican en cada número de la revista. Al principio era una mesa redonda que hacíamos en una habitación, y luego lo convertimos en una actividad pública que se llama Último Jueves, que hace veintidós años estamos haciendo. Este que publicamos aquí tiene como título algo que se relaciona con el tema de la revista: “Emprendedores y empleados, ¿cuáles relaciones laborales?”.
Casi nunca, cuando se habla del sector privado, se habla de esas relaciones laborales, como si los que trabajan en el sector privado fueran una masa homogénea, como si los dueños y los empleados no pertenecieran a grupos sociales diferentes.
Los problemas de estas relaciones, no son solamente los que están reflejados en un código laboral, sino que tienen que ver también con la vida en una entidad, en una empresa, y aquí tenemos en este panel a dueños de empresas, a trabajadores de algunas empresas, a investigadores del tema del trabajo y de las relaciones laborales en Cuba.
También incluimos dos textos que fueron premiados en el Premio Temas de Ensayo del año pasado. En numerosos casos, los premiados han sido profesores universitarios, de esta universidad y de otras. Esta vez fueron “La ética en el centro de definición sobre el futuro de Cuba”, escrito por un autor mexicano, Gabriel Ramos, y un texto de Ivette Fuentes de la Paz titulado “Cosmos visual, nueva semántica poética: hacia un posorigenismo”.
El número trae también otros ensayos, como por ejemplo “Documentos en Cuba: reflexiones desde la historia de la legislación archivística”, un tema al cual no le prestamos mucha atención, salvo cuando tenemos que meternos en un archivo, pero que tiene una importancia capital para lo que es la preservación de la documentación, y “El significado simbólico de construcciones sociales en la cultura totonaca”, un estudio muy interesante y actual de esa cultura, un poco desconocida para nosotros. Y termina con reseñas sobre el cine coreográfico de las pioneras norteamericanas y la presencia de directoras en el cine colombiano, muy oportunos, ahora que estamos en medio del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Quiero terminar exactamente con un punto que mencionaba Mylai. Ningún número de la revista Temas trata los problemas que son relevantes para Cuba vistos solo desde Cuba y por autores cubanos.
En el diseño y en la concepción de la revista está que no hay problemas únicamente cubanos, y para eso es imprescindible que en todos los números haya estudios hechos por otros autores acerca de la realidad de su país en relación con el tema escogido, y este es el caso de los trabajos que ella ha reunido aquí desde esa posición privilegiada que tiene de ser profesora de derecho en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de manera que es el contexto de esas diferentes visiones — de un jurista norteamericano, o alemán, o español, de un sociólogo mexicano — sobre esta problemática lo que le da profundidad, lo que le da una tercera dimensión a la lectura de este conjunto de textos de investigación, como decía, que componen esta revista.
En este número de Temas que yo he empezado por evocar sobre Prácticas de los derechos humanos, lo que hizo Neila Aguado fue entrevistar, hacerle las mismas preguntas a un grupo de especialistas, a Miguel Alfonso, que fue un destacado profesor de derecho internacional y diplomático, a Jorge Gómez Torres, que en ese momento era especialista en el Ministerio de Justicia, a Mahela Ferrari, profesora de esta facultad, que no sé si seguirá siéndolo, supongo que sí, a Armando Torres, juez del Tribunal Provincial. Los menciono deliberadamente porque quiero terminar con una invitación a los profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho a que escriban para la revista Temas. Somos una revista de investigación, tenemos una certificación del CITMA como publicación científico-técnica, es decir, un respaldo formal desde el punto de vista de las exigencias académicas.
Y quiero reiterar algo que he dicho otras veces cuando hemos tenido la oportunidad de venir a la universidad: la revista Temas existe porque hay profesores y graduados universitarios que escriben para ella. Una vez sacamos la cuenta y 33% de todos nuestros autores eran graduados de la Universidad de La Habana y eran o habían sido profesores de aquí. Mylai Burgos demuestra que lo que nosotros vemos como una tragedia, que es la emigración, no necesariamente es una ruptura de los vínculos; que se puede estar afuera y se puede estar trabajando para aquí. Yo le quiero reiterar las gracias a ella por demostrarlo con este número de la revista, por permitirnos hacer una contribución fundamental a un tema tan importante como este desde México, donde ella tuvo la fortuna de enamorarse de un mexicano, algo que probablemente no estaba en sus planes. Repito que todos esos académicos, esos investigadores que han colaborado o no con la revista Temas o con otras revistas cubanas, dondequiera que estén, están invitados a colaborar, y los que están aquí, mucho más.
Muchísimas gracias a la Facultad de Derecho por recibirnos aquí, ya teníamos nostalgia de venir, y a la UJC, por haber sido la promotora de este encuentro No se van a librar de nosotros tan fácilmente. Tenemos un número prácticamente terminado que está dedicado a África, escrito completamente por autores africanos y armado por un reconocido estudioso de esos temas.
Nosotros tenemos un vínculo ideológico, afectivo, cultural, con ese continente, pero me parece que sabemos muy poco acerca del África contemporánea, y poder tener acceso a estos autores es algo que queríamos hacer hace tiempo.
Le comenté a la rectora la idea de presentar ese número aquí en la universidad, y me dijo que por supuesto que sí, así que esperamos volver por aquí próximamente, y esperamos que los vínculos de la Universidad, de todas sus instituciones, de todas sus facultades, y también de las organizaciones de los estudiantes universitarios, sientan que la revista Temas y los debates de los Último Jueves, que son muy fáciles de poner en la agenda porque son los últimos jueves de cada mes, son parte de ustedes.
Muchísimas gracias.
CATALEJO
* Panel realizado en la sede de la revista Temas, el 14 de marzo de 2023.
ENTREVISTA
"...Aunque los dos papas anteriores, Woytila y Ratzinger, visitaron Cuba, Francisco fue excepcionalmente visible en su proyección para lograr una solución del problema cubano. Porque las relaciones de Cuba y Estados Unidos son de las dos partes, pero es del problema cubano que estamos hablando. Y Cuba no es tanto un problema para Estados Unidos, como Estados Unidos lo es para Cuba, realmente.
Así que él dio un paso significativo como contribución al problema cubano. También contó para eso con un cardenal que aunque no fue nombrado por él, funcionó muy en sintonía con su pontificado, que fue Jaime Ortega. Y hay que reconocer también el cardenalato de Ortega, tan positivo en ese sentido..."
"No pretendo ofrecer una valoración integral sobre el antiguo Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana. Otros colegas pueden hacerlo con el rigor necesario, desde el análisis del escenario histórico y social en que se insertó, de su breve trayectoria, y de sus singularidades, tanto conceptuales como humanas. Mi objetivo es solo referir algunas experiencias en las que participé, entre las muchas de aquella etapa. Me gustaría llamarles viñetas, si no fueran demasiado extensas para considerarlas en esta categoría; aunque así las pienso, porque responden a los recuerdos y enfatizan hechos, impresiones e impactos, apenas algunos destellos de la memoria. Ojalá puedan servir para contribuir a conocer mejor quiénes éramos, y cómo nos proyectábamos..."
Como en años anteriores, Temas ha invitado a un grupo de destacados expertos para que ofrezcan su visión calificada sobre el año que empieza. Ellos son economistas, sociólogos, politólogos, comunicadores, médicos, promotores, activistas y otros conocedores de diversos campos y prácticas.
En esta oportunidad publicamos las respuestas enviadas por un grupo de sociólogos, investigadores sociales, psicólogos y activistas a la última pregunta de la Letra de Temas 2022.
3. Si usted tuviera 3 minutos a solas con el Presidente y el PM, ¿qué les recomendaría priorizar?
Mayra Espina. Socióloga
Situada en el difícil y complejo lugar de la presidencia, que no quiero para mí, daría más relevancia al corto plazo, considerando que es urgente y dramático para Cuba superar aceleradamente la larga crisis, con una lógica de modernización, inclusión y participación, aceptando y manejando, in situ, los retos, tensiones y contradicciones de la combinación de una economía de mercado que requiere conservar su intencionalidad social y emancipadora, en un escenario externo hostil.
Algunas ideas posibles, elaboradas por la academia, que estoy segura el Presidente conoce, y sugiero volver a revisar, para activar opciones que pueden tener un impacto rápido y consistente sobre la solución de los nudos principales de la crisis:
Marta Núñez Sarmiento. Socióloga
Maritza López McBean. Trabajadora social. Red Barrial Afrodescendiente
Luisa Íñiguez Rojas. Géografa. FLACSO-Cuba
Jorge Enrique Torralbas. Profesor. Facultad de Psicología, UH
La dureza de la batalla ha hecho que su rostro se tense. Sonría. Hágalo como cuando recuerda el acto en Santa Clara. E improvise, como lo hizo ese día.
Aurelio Alonso. Premio Nacional de Ciencias Sociales y Caridad Cruz. Ingeniera. Fundación Núñez Jimenez
Anabel Díaz Hurtado. Socióloga. Universidad Central de Las Villas
Roberto Corral. Profesor. Facultad de Psicología, UH
Rosa Campoalegre. Investigadora. Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas
¿Tres minutos? Cuatro propuestas:
Reiteraría:
Jesús Menéndez. Geriatra. Centro de Investigaciones sobre Longevidad, Envejecimiento y Salud.
Continúa La Letra de Temas 2022 con la segunda parte de las respuestas recibidas a la segunda pregunta del equipo editorial de la revista. Sociólogos, psicólogos y otros investigadores sociales exponen su visión de lo que puede traer este 2022.
Alejandro Gil reconoció los cálculos erróneos para incrementar salarios y pensiones, pero declaró que solo los resolverá la transformación de la estructura productiva. Fue un cubo de agua fría para las trabajadoras, especialmente las profesionales, quienes confiaron en el crecimiento de sus salarios 4,5 veces. La inflación incontrolada y mal pronosticada no solucionará, ni en corto ni en medianos plazos, la pirámide invertida existente desde 1991. Las siete regulaciones legales emitidas en 2021 para mantener los avances de las mujeres están bien intencionadas y muy interconectadas, pero no tienen una “operacionalización” inmediata y eficiente en la cotidianidad. El primer obstáculo está en la economía y en las finanzas.
Esos documentos priorizan solucionar la segunda jornada, pero mientras no se identifique localmente los obstáculos y se controlen, será letra vacía. Entre estos enfatizo, además de la nula capacidad de compra de los ingresos en el hogar, las múltiples diferencias en las carencias de vivienda y de los equipamientos electrodomésticos; la falta de políticas públicas específicas para atender a los ancianos y discapacitados en los hogares , complementada con derecho a asistir a instituciones tipo “CITED”; el cierre durante treinta años de círculos infantiles; las deficiencias del MINED que obligan a pagar repasadores; los insuficientes servicios comunitarios para mantener una calidad de vida decorosa (desde los consultorios, las bodegas, las farmacias hasta la perenne falta de gestión de los delegados del Poder Popular).
La baja natalidad existente desde 1978, no se elevará porque depende de muchas variables, entre las que priman el acceso de la mujer al empleo, la falta de viviendas dignas para que las nuevas familias críen a sus hijos, los recursos cada vez mayores para ello, el control que las mujeres ejercen sobre sus cuerpos por su acceso a la planificación familiar y a la interrupción del embarazo. Esta es una tendencia en países desarrollados que está presente en Cuba y hasta en las cubanas que emigran. Priorizar viviendas para madres con más de tres hijos es una justa medida de asistencia social, pero NO una política pública para elevar la natalidad. Tampoco lo es acceder a la maternidad asistida, que es un derecho ciudadano de las parejas infértiles que lo deseen.
Es, sin duda, un proceso encomiable, que requiere de un tiempo para que las personas beneficiadas interioricen y valoren en toda su magnitud las transformaciones que se identifiquen y aprueben. Considero que se debe profundizar en el concepto de vulnerabilidad, y su especificación. Vulnerable a qué o en cuál situación. Barrios que han cambiado su denominación de ilegales, insalubres, precarios, y ahora vulnerables, evolucionan hace décadas, tienen una variedad de edades, privaciones, orígenes, procedencia de sus residentes, entre otras características.
Refundar el consenso social es esencial para lograr la cohesión social evidentemente fracturada. El gobierno nacional ha dado señales de establecer el diálogo como estrategia. Sin embargo, es contradictoria la presencia de discursos que refuerzan la polarización social, especialmente en los medios oficiales de prensa. El reconocimiento del disenso interno y sus diferentes gradaciones sigue ausente. Si no se nombra, no se podrá lidiar de forma efectiva con él. Por el contrario, parece por momento que se ha vuelto a la consigna como estructura argumental. Es preciso una estrategia articulada de reconocimiento e inclusión de este fenómeno en la dinámica política del país. También, en cómo los medios de prensa lidian con un fenómeno creciente. Aquí el axioma es: aunque no se publique ni se hable sobre él, seguirá existiendo.
Las medidas de los últimos dos años, traducidas en resoluciones, decretos o leyes, han crecido exponencialmente. Tienen en común la voluntad de cambio, pero también quedar atrapadas en limitaciones de interpretaciones con sesgos políticos, alejadas de los principios del socialismo. El manejo de la economía y la política social con escrúpulos ideológicos excesivos, sesga su efectividad y sostenibilidad. Parafraseando a Juan Valdés Paz, hemos tenido claro nuestro proyecto de nación y ese es invariable, pero aún no encontramos la fórmula para comprender que el proyecto de sociedad socialista es variable.
Las condiciones internas y externas que propiciaron los acontecimientos del 11 de julio no se han modificado en lo esencial. Incluso algunas, se han profundizado. No sería de extrañar, por tanto, que eventos similares, en diferentes escalas, se repitieran, especialmente en la región central del país.
A los ataques a la figura del presidente se ha contrapuesto como estrategia su centralización, al menos comunicacionalmente. La fortaleza del nuevo liderazgo radicará en su capacidad para la conducción colectiva y su expresión en niveles diversos. Por eso, televisar constantemente al presidente o mostrarlo supervisando cada tarea de gobierno, es caer en la trampa de reproducir un modelo centralizado. Contrario a ello, se debe estimular la diversidad de nuevos liderazgos en todos los niveles, mostrarlos y darles el lugar que ocupan.
En 2022 continuará la aplicación de las 63 medidas aprobadas por el Estado para dinamizar la agricultura y potenciar la producción de alimentos. Ellas benefician a los productores por la disminución de costos de producción, incremento en el pago de productos, facilidades crediticias, mayor autonomía de mercado y entrega de tierras ociosas. La mayoría de estas medidas busca resultados en el corto plazo y requiere de un aumento del subsidio estatal. La ligera mejoría observada en los suministros de productos al mercado ha venido acompañada de un crecimiento desfasado de los precios al consumidor. Este desfase es reconocido como un problema de primer orden. Unido a esto se mantienen las tensiones en la población, generadas por la insuficiencia en la oferta de alimentos.
El Estado extenderá este año la búsqueda del perfeccionamiento de la empresa estatal por el camino de la adopción de una contabilidad más ajustada a los costos de producción, la lucha contra la corrupción y el burocratismo, la racionalización del trabajo, la incentivación salarial con base en la eficiencia, la apertura al capital extranjero para la modernización, la reducción de importaciones y, ante todo, la autonomía para la gestión incluyendo el comercio exterior. Se espera que estas políticas aporten competitividad a la empresa estatal en una economía que se diversifica con el crecimiento de los sectores no estatales. Sobre esto último, preocupa el énfasis que se está dando a la constitución de las micro, pequeñas y medianas empresas privadas, a diferencia de las cooperativas no agropecuarias de producción y servicios, que sí son una expresión de economía socializada.
Las exigencias de la economía, dentro de una continuidad de la pandemia para 2022, están obligando a la modificación consecuente de prácticas en las estrategias de salud. Al mismo tiempo, con el logro significativo de crear vacunas propias, la versatilidad del virus Sars-cov-2 para producir variantes, da lugar a un alto grado de incertidumbre, tanto en el tratamiento como en el manejo de las secuelas que el contagio puede provocar, y ocasiona, entre otras cosas, una fatiga visible en el personal de salud, agravada por las limitaciones de instrumental y medicamentos (también para otras enfermedades). Esta problemática no resuelta, introduce manifestaciones de corrupción que gravitan contra la población y afectan el prestigio ganado por la mayoría de los profesionales de la salud y del sector en su conjunto.
Sería necesario, en primer lugar, evaluar qué modelo de desarrollo se pretende construir y cómo eso impacta en la transformación necesaria del proyecto social cubano. Tener claro cuál es el objetivo final –no solo por la máxima dirección del Estado, el gobierno y el Partido– determinará, en buena medida, todo acuerdo o proyecto que se pretenda implementar; no se puede mantener un estilo de contingencia o de improvisación ante circunstancias o problemas. Dentro de las políticas a debatir y aprobar tendría que estar todo aquello que regule, explique y gestione la práctica política de la autonomía municipal, que le da poder real a la población, mediante la representación de gobierno, de proyectar y construir el desarrollo que se revierte en calidad y mejoras de las condiciones de vida, lo cual impacta en todas las esferas.
Los procesos formativos, por su parte, también ameritan nuevas maneras de funcionabilidad y modelos educativos que logren promover la producción del conocimiento y no la reproducción de esquemas importados de experiencias que no tienen reflejo concreto en las múltiples realidades de nuestra sociedad. Es importante el reconocimiento de la alianza entre los componentes de la tríada conocimiento-práctica-investigación. Los marcos legislativos tienen que ser expresión de aquello que en la vida cotidiana tiene raíces concretas y que, por norma, regula toda actividad social; por tanto, la necesaria articulación, de manera horizontal, tiene que ser la vía para lograr políticas que contengan fenómenos de alcance global como los temas demográficos y grupos vulnerables por su condición económica, cultural y social; la incorporación de infraestructura tecnológica y su uso efectivo, la producción de alimentos y el desarrollo cultural y educativo desde la perspectiva ideológica, entre otros aspectos. Punto y aparte resulta, asimismo, todo aquello que se refiere a la empresa estatal socialista y otras formas de gestión donde es determinante tener muy claro de qué desarrollo estamos hablando en la Cuba del siglo XXI.
La economía está en una crisis total. Levantarla requiere cambios importantes en la manera de realizarla, pero más aún, en las ideas preconcebidas acerca de las relaciones entre las fuerzas productivas y su efectividad. A mi modo de ver, la insistencia casi compulsiva en la superioridad de las empresas estatales es una ficción que la propia historia rechaza. No significa que el Estado no sea el propietario de las empresas estratégicas de la economía, pero sí que renuncie a ser el propietario de casi todo. Se están haciendo algunas regulaciones en este sentido, pero el asunto no está en aceptar las empresas privadas, sino en el grado de articulación con las demás y los efectos de un control excesivo que ha impedido muchas veces su florecimiento. En cuanto a las empresas estatales su funcionamiento no depende de las exhortaciones continuas de los dirigentes a trabajar más, sino a que los trabajadores simplemente no trabajan. Es necesario investigar el factor humano, porque este es el que falla. Son varios factores que será necesario investigar y atender.
El clima social es tenso, generado por la ansiedad pospandemia, la situación económica de escasez, y una mirada política estrecha que no cambia suficientemente. Requiere un diálogo con todos, como se ha comenzado a realizar, un análisis crítico de la realidad y de los problemas por resolver, pero que muestre los logros de una manera veraz. Todavía hay mucho por recorrer, los pasos son aceptables, pero es evidente que existen fuerzas políticas que lo retrasan, lo desvían o lo niegan. Insistir en la continuidad absoluta es negar que la situación ha cambiado y el país tendrá que aceptar una cuota bastante alta de disensión e inconformidad. Será necesario modificar el sistema político, los mecanismos de comunicación social, aceptar organizaciones no gubernamentales que planteen otras miradas y otras soluciones. Tal vez renunciar a la tradición de un autoritarismo que se repite a todos los niveles del gobierno.
El bloqueo va a continuar, pero defenderse de sus efectos requiere soluciones creativas en la economía, la política y el clima social. No basta con denunciarlo y oponerse: es necesario buscar aliados, aunque no coincidan con el sistema social cubano. Algo se está haciendo, pero es necesario publicarlo y estimularlo.
De los problemas listados, destaco la preservación de las conquistas sociales históricas que engloba asuntos de índole material e espiritual. Si bien siempre ha sido un objetivo clave la atención a las condiciones de vida y trabajo de la población, ello no se ha logrado de manera sostenida, y ha mostrado altas y bajas, derivadas de factores externos e internos.
Las políticas públicas en este campo, al calor del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: propuesta de visión de la nación, ejes y sectores estratégicos han priorizado la atención a los grupos en situación de vulnerabilidad e, insisto, no “vulnerables”. Ello es positivo, pero la contradicción aún se muestra en el enfoque asistencialista y sectorial, así como el insuficiente nivel de participación. Es preciso avanzar hacia uno integrado y participativo en todas las fases de la política, desde el diseño hasta su evaluación.
Estos tiempos exigen transitar del universalismo en general a una perspectiva interseccional en política pública, que refleje no solo el cruce de las variables principales de la matriz de desigualdad social, sino sus fuentes. Y en esas intersecciones –clase, “color de la piel”, género, generación, territorio, identidad de género, orientación sexual, discapacidad…–, hallar los grupos que no solo requieren mayor atención, sino en los que podemos encontrar nuevas respuestas. No solo debemos “atenderlos”, sino escuchar, examinar sus prácticas y aprender juntos. No solo dar, se trata de compartir, de/re/des/co/aprender.
Es crucial, la participación comunitaria real y los diálogos productivos intergeneracionales en todos los ámbitos-familiar, comunitarios, laboral, escolar, político, cultural…, así como eliminar las etiquetas sociales estigmatizantes hacia los barrios, personas o grupos sociales en la referida situación.
Otro asunto que priorizar es la necesidad de desterrar los eufemismos en el discurso político, en los imaginarios sociales, la legislación y en la información pública. Sin información accesible no puede haber soluciones, ¿cómo participar entonces? La ruta es entender, denunciar, nombrar los problemas como son. Los relacionados con el racismo y la violencia en Cuba son ilustrativos de esta necesidad. El Programa Nacional de lucha contra el racismo es un avance; ampliemos su divulgación y el diálogo en/con/desde las comunidades, también con las ciencias sociales y las familias. Aprovechar la oportunidad que representa es el reto inaplazable al que todas las personas debemos contribuir.
Uno de los denominadores comunes de cualquier política o decisión que tome nuestro país es la falta de dinero y la dificultad para el manejo de divisas, desde y hacia el extranjero. La disminución de los costos y el aumento de la productividad son vasos comunicantes de las tres propuestas de abajo:
Como en años anteriores, Temas ha invitado a un grupo de destacados expertos para que ofrezcan su visión calificada sobre el año que empieza. Ellos son economistas, sociólogos, politólogos, comunicadores, médicos, promotores, activistas y otros conocedores de diversos campos y prácticas. Esta vez, les hemos sometido tres preguntas, cuyas respuestas publicaremos sucesivamente durante los próximos días en esta serie.
Me referiré solo al tema MUJER. El ineficaz aumento salarial no detendrá la emigración de mujeres profesionales al exterior o a sectores privados. La segunda jornada, largamente presente por problemas de vivienda e insuficiente equipamiento electrodoméstico, aumentó por encarecimiento y carencia de alimentos, productos de aseo y medicinas, más la atención a preescolares y escolares en confinamiento, así como asistir a ancianos dondequiera que vivan. Los mal calculados incrementos de pensiones encarecieron sus cuidados. La tradicional morbilidad femenina posiblemente se agravó, no solo por la Covid-19. Carencias perennes impiden realizar proyectos de vida independientes en el país. El embarazo adolescente persiste, por inexistencia de educación sexual institucional y el eficaz proselitismo cristiano contra abortos y contraceptivos. La natalidad no aumentará, y el envejecimiento se incrementará.
¿Cómo reducir las angustias del cotidiano? Es un gran nudo que, de hecho, se relaciona con los siguientes…
Aurelio Alonso. Premio Nacional de Ciencias Sociales
Caridad Cruz. Ingeniera. Fundación Núñez Jimenez
El tema Cuba en Revolución tiende a ser polémico. ¿Nudos? Son múltiples, me atrevo a señalar tres que encarnan tensiones y desafíos:
"No pretendo ofrecer una valoración integral sobre el antiguo Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana. Otros colegas pueden hacerlo con el rigor necesario, desde el análisis del escenario histórico y social en que se insertó, de su breve trayectoria, y de sus singularidades, tanto conceptuales como humanas..."
"El mensaje pastoral de los obispos cubanos de septiembre de 1993, titulado «El amor todo lo espera», es hoy la referencia clave para conocer la proyección de la Iglesia cubana después del colapso del sistema socialista mundial. Pero estimo que probablemente sea, además, el documento más revelador generado por el episcopado de la Isla después del triunfo de la Revolución de 1959. No es mi propósito repetir ni resumir aquí lo que ya he expuesto en un artículo anterior puntualmente referido al mensaje, pero vale la pena recordar que ese documento contextualiza el alcance de la doctrina social, y en general de la proyección de la Iglesia cubana de cara al escenario del final de siglo..."
Revista Temas: 4. Sección ENFOQUE
“El debate sobre el tema del marxismo en la Revolución cubana es mucho más complejo que lo que traslucen el discurso ideológico, el sistema de enseñanza y el movimiento editorial y publicístico. Sobre todo porque la reflexión crítica, que vuelve a abrirse paso en los últimos años, no cuenta aún con espacios ni con estímulo suficientes para calar con la hondura necesaria en el trayecto mismo de nuestra historia reciente, tan saturada de entrega y heroicidad que la apologética parecería a veces estar de más…”
Revista Temas: 3. Sección ENFOQUE
El propósito de este panel es, tomando como referentes los conceptos y el enfoque teórico de Antonio Gramsci, examinar la problemática de la hegemonía y la sociedad civil en el contexto contemporáneo. Aprovechando la presencia de participantes cubanos e italianos, se trata de analizar la cuestión --central en el pensamiento gramsciano-- de los modos de subvertir la hegemonía del capitalismo y de la burguesía, desde la perspectiva de dos contextos nacionales muy diferentes. Partir de Gramsci no tiene la intención de hacer una arqueología del saber, sino plantearnos qué nos puede decir su pensamiento a los cubanos y a los italianos en esa confrontación global.
Revista Temas: 10. Sección CONTROVERSIA
“Que la coyuntura del cambio de siglo tenga o no tenga lugar bajo su pontificado, será un hecho secundario. La realidad es que el Papa con el cual culminan los acontecimientos que marcan las realizaciones y fracasos del siglo, y las expectativas del que da inicio al próximo milenio, es incuestionablemente Juan Pablo II, quien cumplirá en 1998 dos décadas al timón de la nave de Pedro. Como es normal al tratarse de una personalidad religiosa, lo que sobre él se escribe puede quedar localizado entre dos extremos: de un lado, el apologético, que desde las posiciones de la fe católica magnifica su vida y sus actos, y deja poco o ningún espacio a una reflexión desacralizada que contextualice no solamente lo político, sino todo el espectro de la motivación terrenal; de otro, se encuentra una visión crítica, orientada a menudo a satanizar en un laberinto de compromisos seculares la conducta de los papas…”
Revista Temas: 10. Sección LECTURA SUCESIVA
El tema de cultura y desarrollo va adquiriendo un perfil propio en el debate internacional que no tenía hace algunos años. La magnitud de la crisis económica, social, cultural y ecológica del mundo advierte acerca de la necesidad de cambios importantes. Alguien afirmó, con razón, que la humanidad había avanzado mucho más en el desarrollo de la tecnología que en el de la innovación social, y esa tensión es la causa de muchos de los problemas que tiene hoy la sociedad internacional. El cambio para resolver estratégicamente los problemas que hoy sufre el mundo tiene que ser de carácter cultural. Sin embargo, todavía existe una falta de comprensión sobre el alcance y los contenidos del desarrollo desde una concepción cultural. Precisamente para discutir sobre estos problemas se ha convocado este panel.
Revista Temas: 15. Sección CONTROVERSIA
Reseña de El arte de la espera. Notas al margen de la política cubana (Editorial Colibrí, Madrid, 1998), de Rafael Rojas. “¿Cómo sortear los riesgos de una reseña escrita para los no lectores, si el propósito no es el de alentar el entusiasmo con elogios ni el de justificar condenaciones con la crítica? En cualquier caso, aprecio la pertinencia de comentar obras que por un motivo u otro (o por varios a la vez) no llegarán fácilmente a las manos del lector cubano, aunque merezcan ser tomadas en consideración. Lo he hecho antes con agrado. Destacar la existencia de lo que merece ser considerado: esa es seguramente una razón suficiente para escribir sobre un libro…”
Revista Temas: 16-17. Sección LECTURA SUCESIVA
“La investigación y la reflexión teórica sobre la comunicación de masas ha atravesado en Cuba diversas etapas, casi siempre nítidamente definidas, que van de la dispersión y el debilitamiento a la efervescencia y productividad, períodos de estancamiento y momentos de profundo debate y autocrítica. La investigación comunicológica cuenta ya en nuestro país con una cierta tradición…”
Revista Temas: 20-21. Sección ENFOQUE
Aun cuando la investigación sociológica comenzó en Cuba hace apenas cien años, tiene, sin embargo, antecedentes en las obras de algunos pensadores filosóficos o estudiosos de problemas socioculturales de finales del siglo XVIII y la mitad inicial del XIX. Temas agradece a Maritza García Alonso, compañera del destacado investigador Rolando Zamora, prematuramente desaparecido, este texto suyo inédito que nos satisface poder publicar.
Revista Temas: 24-25. Sección ENFOQUE
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2000, en la modalidad de Ciencias sociales)
“Con frecuencia, defendemos o cuestionamos el carácter legítimo de una institución, o de cualquier acción que se derive de ella, sin tener definido por anticipado qué entendemos por legitimidad, y este déficit se hace notar en arbitrariedades e incoherencias. ¿Por qué pensamos que unas instituciones son legítimas y otras no? ¿Qué legitima a unas instituciones y no a otras? ¿A partir de qué criterios legitimamos? ¿Quién o quiénes legitiman dentro del sistema social? Estas son las preguntas que motivan mis reflexiones, y que creo apuntan al centro de la cuestión…”
Revista Temas: 29. Sección ENFOQUE
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