“La imagen del movimiento antibélico en la memoria pública se ha visto profundamente distorsionada y empañada. En los decenios siguientes a la guerra en Vietnam, los activistas que se pronunciaron en su contra han sido falsamente caracterizados como cobardes desertores que desdeñaron y traicionaron a los soldados y veteranos estadounidenses (estereotipados como patrióticos héroes). Ningún candidato presidencial en los Estados Unidos ha ofrecido jamás un tributo pleno a quienes se esforzaron por poner fin a la guerra. No existe sitio o tradición nacional que celebre el movimiento por la paz de los años 60, el más dinámico y diverso de la historia estadounidense …”