“La existencia de emprendimientos cooperativos y algunos cuentapropistas solidarios, no nos permitiría de por sí, señalar la existencia de una economía social y solidaria (ESS), ya que se requieren requisitos de asociatividad, encadenamientos productivos, articulaciones públicoprivadas-colectivas, que le otorguen un carácter sistémico, como sector social de la economía. Por otro lado, la extensión de esos requisitos y principios autogestionarios cooperativistas (o cogestionarios) a las diversas formas de propiedad y gestión (estatal, mixta, privada, arrendada, etc.) haría posible, en nuestra opinión, ir avanzando hacia un concepto más amplio de economía social (solidaria), que fomente las bases socialistas de la sociedad…”