“La necesidad de fomentar la configuración de sociedades más justas y democráticas, capaces de impulsar alternativas que contribuyan con la disminución de las condiciones de desigualdad provocadas por la concentración de riquezas, ha despertado la preocupación por la temática del desarrollo desde diversas disciplinas, incluyendo el campo de la comunicación social. Especial relevancia ha adquirido la atención a las prácticas comunicativas que integran procesos de socialización y educación, y que se articulan en espacios poco o nada institucionalizados, lo cual, a su vez, ha remarcado la necesidad de avanzar en el estudio del modelo participativo de la comunicación…”