“Cuando La Habana celebre sus quinientos años de fundada, podrá enorgullecerse de su amplio patrimonio construido, que va más allá de la actual Habana Vieja y comprende una variada colección de estilos y épocas. Para esa fecha, la ciudad contará también con una de las poblaciones más envejecidas del continente. La Habana será entonces una ciudad toda vieja. Alrededor de 80% de la actual ciudad se construyó a un ritmo acelerado durante los primeros cincuenta y ocho años del siglo xx, lo cual determinó su crecimiento, más por la adición de nuevos espacios que por la reedificación de lo existente. Este proceso solo se detuvo a partir de la Revolución. Esto le otorgó a La Habana un aspecto de ciudad congelada en el tiempo…”