martes, 22-04-2025
El blog de la revista Temas
NOTICIA
Catalejo invita al debate del Último Jueves del próximo 30 de mayo, entre las 2:00- 4:00 pm, en la sede de la revista Temas, ubicada en Calle 23, No. 1109, entre 8 y 10, Vedado. En esta ocasión, el panel invitado discutirá acerca de los “Factores de la política económica: lo cultural y lo ideológico”.
La revista Temas lamenta la noticia del fallecimiento de la investigadora y profesora Ivette Fuentes de la Paz en la noche de este 20 de mayo de 2024.
El equipo editorial se entristece con la noticia de la muerte, este lunes 29 de abril de 2024, del diplomático, profesor universitario y analista cubano Juan Sánchez.
CATALEJO
* Panel realizado en la sede de la revista Temas, el 14 de marzo de 2023.
Este jueves 14 de marzo de 2024, a las 10:00 am, el equipo editorial de la revista Temas invita a sus lectores al panel en homenaje al décimo aniversario de la muerte de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes.
"...La existencia de una continuidad demostrada entre diferentes momentos de la Historia es el terreno de la historia de las mentalidades, una corriente historiográfica que, aunque ya un tanto pasada de moda, continúa emitiendo resonancias para los historiadores culturales..."
Este jueves 29 de febrero el equipo editorial de la revista Temas estará realizando el panel del Último Jueves, dedicado en esta ocasión a los "Retos de la inteligencia artificial".
La revista Temas organizó este 21 de febrero el panel dedicado a América Latina y el Caribe en 2024, su situación actual y desafpios inmediatos. Para ello reunió a varios expertos cubanos y extranjeros que esbozaron una mirada colectiva al momento actual del continente.
Rafael Hernández: A propósito del lugar en que nos encontramos hoy, quiero recordar a Ricardo Alarcón, a quien me referí una vez como “un intelectual que los intelectuales le hemos prestado a la política”, y él me dijo: “Eso no tiene que ser así”; sin embargo, cuando terminó la presidencia de la Asamblea Nacional efectivamente volvió por esa puerta giratoria y escribió artículos para la revista, un ensayo que compitió en el Premio Temas de Ensayo y que publicamos, y estuvo presente en los debates de la revista Temas sobre cuestiones de carácter político, política exterior, problemas de estrategia internacional, y también sobre problemas relacionados con la ley.
También quiero recordar muy especialmente, a Nelia Aguado, lamentablemente fallecida en el saldo terrible de la COVID, quien fue la persona que armó, la que diseñó este número que tengo en mis manos, del año 2009, dedicado a “Prácticas de los derechos humanos”, donde hay también trabajos de otros juristas cubanos como Ramón de la Cruz, Narciso Cobo, Antonio Raudilio Martín, Lester Delgado. No lo presentamos aquí, pero fue posible gracias a la colaboración de profesores de la Facultad de Derecho. A ella y a su esposo, Hugo Azcuy, que también fue profesor de esta Facultad, quiero dedicar este reencuentro nuestro en el tiempo, con profesores de Derecho, como Marta Prieto — qué bueno que está aquí — , Yan Guzmán y otros que harían una lista un poquito más larga, que han estado acompañándonos con artículos para la revista Temas y en los debates de Últimos Jueves.
Con este prólogo, quiero presentarles a la persona que coordinó el número que estamos lanzando hoy. Ella es Mylai Burgos Matamoros, graduada de esta Facultad y ha hecho lo que consideramos un trabajo ejemplar en cuanto a proponer un conjunto de estudios, de investigadores latinoamericanos, norteamericanos, europeos, cubanos, y ha logrado que todo eso tenga una articulación, que sea un conjunto orgánico. Nos alegra mucho poder tenerla aquí para que haga la presentación y para que reflexione en torno a este tema de capital importancia al que hemos dedicado el número.
Mylai Burgos: Muchas gracias, Rafael. Espero que no me gane la emoción de regresar a la Facultad de Derecho, justo donde me formé. Primero quiero agradecerte a tí y al equipo de Temas; son un colectivo muy profesional de edición, de diálogo y, además, hemos hecho algunas otras cosas juntos.
Temas surge, en su segunda época, según vi, en 1995, justo cuando nosotros — no solo yo, sino varios de los que escribimos para el dossier de este número — estábamos estudiando en esta Facultad, y fue parte, junto con el Centro de Estudios de América, en aquella época, de lo que nos formó críticamente. Algunos de los que ustedes ven acá — Rafael, Carlos Alzugaray, Tania García, que todavía sigue en Temas — y otros como Valdés Paz, Martínez Heredia, Aurelio Alonso, fueron, por lo menos para mi generación, muy importantes, parte fundamental de nuestra formación crítica. La mía, evidentemente, tiene mucho ya de México y de las cosas que vamos a hablar hoy, pero se los quería agradecer en público. Yo iba al CEA en esa época, a estudiar en la biblioteca, y estoy transmitiendo un mensaje que no solo es mío, como ya dije, hay cinco personas, de diferentes generaciones, que escribimos en esta revista y todos tenemos la misma percepción.
En segunda instancia, la Facultad. Volver es impresionante. Hace veintiún años que estoy en México, y una vez estuve acá, en un evento con Marta, que además fue mi tutora en licenciatura, trabajando temas de participación popular, pero no había regresado, y me da mucho gusto porque, además, sigo a la Facultad mucho en las redes sociales, la efervescencia que tiene ahora, los jóvenes que están haciendo cosas, todas las publicaciones, las actividades, y me da mucho gusto poder compartir saberes, en conjunto, y dialogar.
Y, por último, saludar también a Mario y a los compañeros de la Juventud, uno siempre retorna a los lugares donde estuvo, no solo a la Facultad, sino también a esos espacios políticos, y gracias a todo el equipo de ustedes, compañeros de Temas y de La Tizza, con los que estamos teniendo intercambios en los últimos tiempos. Disculpen que me extienda un poco, pero era necesario.
Sobre el Dossier ¿qué les puedo contar?, ¿cómo surge? Rafael me invita a que preparemos algo sobre derechos sociales, un tema que yo he trabajado mucho en México, justamente por mi formación aquí. Cuando llegué a México lo que veo es que los derechos sociales tenían serios problemas, no solo de satisfacción, de concepción, incluso desde hace quince o veinte años eran jerárquicamente inferiores a los derechos civiles y políticos. La vida me fue llevando a trabajar estos temas, no solo de manera universal sino también vinculados a los pueblos indígenas.
El dossier — la sección Enfoque de la revista — es sobre derechos sociales, pero también sobre políticas públicas, porque
si hablamos de derechos, de cómo se regulan y cuáles son sus estructuras, debemos hablar de cómo pueden realizarse, garantizarse, cumplirse, exigirse.
Aunque la revista no es técnica, desde el punto de vista jurídico, sino política sobre todo, es importante también hablar de políticas públicas, porque justo es la realización de los derechos, no solo los sociales. El dossier tiene diferentes disciplinas y diferentes perspectivas metodológicas, no todos somos abogados, aunque muchos sí. Luego voy a mencionar algunos conocidos aquí, como el tutoreado de Marta, Albert Noguera, de la Universidad de Valencia, que hizo un doctorado en esta Facultad sobre Gramsci y Cuba.
Los artículos tienen una línea, una concepción específica, que es dar cuenta de los procesos histórico-teóricos de los derechos sociales, y también prácticos, es decir, cómo había sido el decursar histórico-teórico en Europa, en los Estados Unidos, en América Latina, y un acápite especial para Cuba. En ese sentido, no solamente son jurídicos, son teórico-históricos y políticos, constitucionales, y también tienen perspectivas de ciencias sociales con énfasis en las políticas públicas, y hay un par de artículos, con ámbitos muy sociológicos.
No solamente escogimos México, Cuba y Venezuela. Quisimos también poner a Chile, pero no lo logramos. Queríamos pensar la línea de cómo surgen esos derechos sociales: constitucionalismo mexicano en 1917, la constitución social por excelencia; 1918, la rusa, 1919, Weimar. Y desde ese constitucionalismo social que surge allí, vamos a decirlo así, que México diera cuenta de su proceso, de esos derechos sociales tan profundos que tuvieron, y de cómo el neoliberalismo los redujo, y cómo hoy la Cuarta Transformación en el gobierno actual está intentando rescatarlos.
Venezuela, para dar cuenta de los gobiernos progresistas de América Latina y esa transición que hubo entre el neoliberalismo y el gobierno bolivariano, fue elegido con toda intención, y Chile para dar cuenta del neoliberalismo.
Entonces se cubrió de todas maneras el tema neoliberal con un texto, bastante sociológico, de unos compañeros también mexicanos, Amílcar Challú y Sergio Silva, que dialogan entre democracia y bienestar, y tocan temas del neoliberalismo; y desde Europa, los temas de España y Alemania también dan cuenta de lo mismo, de este decursar histórico.
Ahora voy a hablarles un poquito de los temas. El primer texto, que es mío, tiene que ver con ese desarrollo teórico-histórico de los derechos sociales en el constitucionalismo, pasando por el siglo XIX, el constitucionalismo social mexicano, y después el constitucionalismo en el socialismo real. A veces me quedaban ganas de escribir más cosas y de hablar un poco de Cuba, porque es importante caracterizar los constitucionalismos del socialismo real, ya que después de los cambios en la Constitución de 2019 tenemos otras formas, y los constitucionalismos de los socialismos reales ya quedan en la historia, y es bueno sistematizarlo, pensarlo, y eso fue lo que hice.
Después viene el texto que les mencioné sobre democracia y bienestar; y después tenemos dos textos sobre los Estados Unidos, muy interesantes. El autor de uno de ellos, Carlos Garrido, es cubano-americano, un muchacho — tiene veinticinco años, se fue a los Estados Unidos con cuatro — con una formación teórica muy sólida desde el punto de vista filosófico, desde el marxismo, y hace un análisis de cómo él ve los derechos sociales en los Estados Unidos, cómo históricamente allí nunca han sido satisfechos, nunca han sido regulados, o no de la manera en que se previó en otros sistemas como México. Estoy hablando de sistemas capitalistas, evidentemente, ya no pensemos en los socialismos, y cómo realmente incluso están bastante rezagados en temas de derechos civiles en la práctica.
Le sigue una entrevista que hizo Rafael a Stanley Murphy, un abogado norteamericano de más de setenta años, que coincide con Garrido desde una perspectiva muy diferente, en cómo se comporta esto en los Estados Unidos, donde todavía hay mucho de rezago en salud, educación, trabajo, alimentación, libertades sindicales — aunque en este aspecto es interesante lo que han hecho.
Los dos artículos de Europa están firmados por Albert Noguera y Eberhard Schultz. Albert es profesor de la Universidad de Valencia, de origen catalán. Es un gran constitucionalista, muy reconocido en Europa, tiene muchos trabajos de derechos sociales y de constitucionalismo social, y sobre cómo hoy se está dando en Europa. Nos aporta esa percepción no solo desde España, sino desde Europa y la Unión Europea, y la recesión neoliberal de los derechos sociales allí, teniendo en cuenta que, comparativamente, tienen mucha más satisfacción que los de América Latina. Por su parte, Schultz, abogado alemán que preside una fundación para los derechos humanos sociales y la participación, invitado por Rafael, da cuenta de lo mismo y hace unos acápites sobre Cuba.
Después tratamos de incluir de la percepción histórica de los derechos sociales, con Aleida Hernández, una profesora del Centro de Investigaciones interdisciplinarias de la UNAM, abogada también, que aborda lo que está pasando en la Cuarta Transformación en México y los límites en materia de derechos sociales.
Luz Marina Toro y Fernando Giuliani, de la Universidad Central de Venezuela, compañeros nuestros de trabajo en América Latina, estudian la comuna en Venezuela, el poder comunal y los programas sociales de vivienda universales. Es un artículo muy interesante que explica qué están haciendo desde el punto de vista participativo, cómo están llevando a cabo estos procesos de la vivienda.
Para ir cerrando, el tema de Cuba. Me hubiera encantado hacer el número solo de Cuba, pero Rafael me dijo que no. Y, además, necesitaríamos muchas investigaciones, y ese es también uno de los retos y límites que tenemos al querer abarcar todo, derechos laborales, temas educativos, de salud, de políticas públicas, transporte, alimentación, medio ambiente, vivienda; todos esos son derechos sociales. Finalmente abordamos temas laborales con un compañero de acá, Guillermo Ferriol, que los trata en su artículo de manera general; y con la mesa de debate sobre derechos laborales en el sector privado específicamente.
Hay también un análisis de la educación superior en Cuba, se los recomiendo mucho, de Danay Quintana, de formación psicóloga, que trabajó en la Universidad de La Habana, pero se ha dedicado a la sociología en los últimos tiempos. Ella está en FLACSO-México, pero tiene mucho interés en debatir con sus compañeros que trabajan temas de educación acá.
Su texto es una investigación muy profunda de los modelos de educación superior en Cuba, cómo han ido variando y hacia dónde están yendo, pensando un poco estas reformas que hace unos diez, quince, incluso veinte años, se dieron en el mundo, acerca de hacer los grandes programas de estudio más cortos, más rápidos, con menos contenidos, más tecnocráticos.
En ese sentido, es una visión economicista de la educación: menos tiempo estudiando, más rápido trabajas, preponderando lo técnico, cómo resolver problemas y no realmente los fundamentos teóricos, epistémicos, metodológicos, humanistas y de valores.
Es parte de un estudio muy profundo que ella tiene hecho y que yo le pedí específicamente para que en Cuba también conozcan su investigación, que es muy buena.
Y, por último, los artículos de dos compañeras: Tania Gómez y Alina Herrera. Tania es profesora de Derecho, en la Universidad de Matanzas, y Alina, que también se formó en esta Facultad de la UH. Ella trabaja hoy en el Instituto Nacional de Formación Política de MORENA, en los proyectos de izquierda gubernamental. Ellas abordan temas de mujeres y personas racializadas, respectivamente.
Ese es el conjunto de análisis que trae este número — me falta un artículo que ahorita voy a mencionar — , lo más complejo posible y completo, entre histórico y teórico, hay constitucionalismo, hay teoría, hay historia, pero también hay sociología, sobre todo sociología y política, y ciencias políticas. Ya les fui describiendo quiénes escriben, para que ubiquen sus posiciones y de dónde vienen.
Quiero que dialoguemos un poquito, si tienen ganas, de problemas que hay hoy en los derechos sociales en Cuba. Pensemos más bien en los bienes sociales que se satisfacen con los derechos sociales;
un derecho es una triada estructural de sujetos titulares, bienes que se protegen y terceros obligados: el tercero obligado por excelencia es el Estado, también pueden ser los particulares; los bienes que se protegen son la salud, la educación, la alimentación; y los titulares somos individuales o colectivos.
Esas problemáticas que se exponen aquí son transversales, evidentemente, que hace falta dialogar ya en Cuba, y ahora voy a decir por qué.
Este dossier no es técnico-jurídico, pero ahí hay un aporte técnico-jurídico que a mí me parece importante, que nos da soluciones, que es el artículo de Edmundo del Pozo, graduado también en esta Facultad, sobre las políticas públicas con enfoque de derechos humanos. Edmundo hace una recopilación de cómo están establecidas todas estas políticas públicas a nivel internacional para hacer prácticos, realizables, todos los derechos humanos y, en específico, los sociales. Esto ha avanzado mucho a nivel técnico, y hay muchas formas de implementarlo. Por supuesto, política pública es una acción gubernativa, administrativa, pero también tenemos que pensar un poquito cómo podemos avanzar jurisdiccionalmente. Él expone diez aspectos de políticas públicas, de cómo trabajar esto para la realización de los derechos. Claro, cualquiera puede pensar que en Cuba siempre estuvieron satisfechos, pero también sabemos — no quise traer estadísticas ni mucho menos — que, evidentemente, hoy hay una crisis económica en Cuba, que ya es una crisis sobre otra crisis después de treinta años, desde los 90. En esa época hicimos en esta facultad tantas cosas con tan poco, la verdad, fueron cinco años bellísimos. También en la FEU, en la Juventud, hacíamos muchísimas cosas, los debates que se hacían con Alarcón, los debates de las leyes, las audiencias abiertas con la Asamblea Nacional. Para nosotros fue mucha formación, pero hay que seguir debatiendo.
Aunque tengamos plasmados todos esos derechos en esa nueva Constitución de 2019, mucho más abarcadora, mucho más integral, mucho más completa, es importante seguir debatiendo cómo se va a habilitar esto no solo administrativamente, sino también desde el punto de vista de los contenidos de los derechos, porque no se trata solo del acceso universal.
Hoy en Cuba tenemos una crisis evidentemente, económica, de presupuesto, de inversión, en el sentido de que la inversión se está ubicando en otros espacios más rentables. El gasto social siempre es gasto aunque a la larga siempre es una inversión social en ese sentido. Tampoco se puede dejar de mencionar el bloqueo económico y comercial contra Cuba, que implica que nuestros derechos sociales, aunque hay acceso universal a ellos, se ven limitados en la calidad, disponibilidad, asequibilidad física y económica, y adecuación cultural. Estos son términos mucho más técnicos, no están en el dossier específicamente.
El modelo cubano es impresionante, es buenísimo, el tema es tener satisfechos todos esos canales porque justamente estos elementos son los que dan la medida de que haya, por ejemplo, una salud de calidad y no solamente el acceso al lugar, sino calidad, disponibilidad de atención, prevención. O educación con calidad, con disponibilidad, porque esta no solo es la infraestructura, sino es todo el personal, los insumos, y asequibilidad física y también económica — que tiene mucho que ver con la existencia de los espacios y de los servicios.
Estoy hablando de Cuba, de la realidad; los que escribimos en este dossier — excepto Guillermo — no estamos en Cuba, pero somos cubanos, tenemos a toda la familia aquí, entonces también vivimos Cuba diariamente. No crean que no sabemos qué está pasando.
Lo de la adecuación cultural tiene más que ver con pueblos indígenas y con pueblos específicos con otras creencias. Pero es importante que lo debatamos, el derecho da insumos para dialogar políticas públicas y formas de realización más allá de ir a un tribunal, y más allá, en materia de cómo organizar también la relación gubernamental y la política.
No obstante, yo creo que Cuba, comparada con el mundo, sigue siendo un paladín de potencia social, y no solo como potencia, sino como materialidad; lo dicen los artículos, sobre todo los de Estados Unidos, los de Europa, que mencionan a Cuba siempre, y esa es la percepción que se tiene.
Hoy es un momento de crisis, un momento en que tenemos que debatir, y tenemos mucha responsabilidad intelectual los profesionales, los juristas también, en decir, sí, tenemos este recaudo histórico y hay que seguir trabajando por mucho más, no pensar los derechos humanos en abstracto, sino como esos derechos sociales que nos satisfacen la forma de vida, y las necesidades básicas fundamentales.
Justo ayer pensaba en una frase mexicana que quiero traer aquí con una anécdota. En México — quiero que entiendan que yo sé la dimensión comparativa de la diferencia — hay violaciones muy graves de derechos humanos constantemente, pero hay casos muy fuertes. Si les hablo de derechos sociales hay muchas cosas, agua, trabajo, hay mucho, pero estoy hablando de un caso paradigmático por la frase en sí: el caso de Jacinta Francisco Marcial, una indígena otomí, de Santiago Mexquititlán, en Querétano. A ella les fueron violados los derechos humanos por las autoridades de manera flagrante. Después de muchas instancias judiciales y comisiones de derechos humanos, el Estado reconoce que le han sido violado los derechos, le hace una reparación, y dentro de ella hace una disculpa pública. Jacinta no habló, ella habla otomí, y su hija fue la que respondió a la disculpa pública. Habló de qué le han hecho a su mamá y lo que implicó para su familia, para su comunidad, etc., y al final dijo que era buena la disculpa pública, pero que tiene que decirlo frente al Estado, que todo esto tiene que seguir sucediendo, que tienen que pedir perdón “hasta que la dignidad se haga costumbre”, esa es la frase a la que me refiero. Es una frase mexicana, Chile la retomó en su resistencia hace tiempo, pero es de una indígena mexicana.
Y yo creo que en Cuba es al revés, la costumbre de Cuba es la dignidad. Sí entendemos la diferencia y la dimensión, por eso hay que luchar tanto porque todo el avance social que tiene Cuba se mantenga y siga, y aumente,
y que lo que se haya rezagado hoy y tenga recesión tenemos que discutirlo y debatirlo, y también tenemos que exigirle al Estado y a todas sus instancias, y participar junto con ellos para que entonces la dignidad, que es costumbre, realmente lo sea, y no solo siga siendo costumbre, sino que sea dignificada en una forma de vida; la dignidad es la sustancia de los derechos humanos, es la satisfacción de los derechos.
Con esa anécdota quería terminar, porque realmente la plenitud de los derechos sociales va a ser la sustancia siempre de un sistema socialista, y eso es lo que nos hace falta. Muchísimas gracias.
Rafael Hernández: Este número tiene el foco en derechos y políticas sociales en la sección primera, que se llama Enfoque, pero tiene otras cosas que solamente quiero mencionar porque son también del mayor interés, sobre todo por hacer la presentación aquí en la Universidad de La Habana. creo que es doblemente interesante.
Nosotros hacemos, en la revista Temas, unos debates que se graban y se publican en cada número de la revista. Al principio era una mesa redonda que hacíamos en una habitación, y luego lo convertimos en una actividad pública que se llama Último Jueves, que hace veintidós años estamos haciendo. Este que publicamos aquí tiene como título algo que se relaciona con el tema de la revista: “Emprendedores y empleados, ¿cuáles relaciones laborales?”.
Casi nunca, cuando se habla del sector privado, se habla de esas relaciones laborales, como si los que trabajan en el sector privado fueran una masa homogénea, como si los dueños y los empleados no pertenecieran a grupos sociales diferentes.
Los problemas de estas relaciones, no son solamente los que están reflejados en un código laboral, sino que tienen que ver también con la vida en una entidad, en una empresa, y aquí tenemos en este panel a dueños de empresas, a trabajadores de algunas empresas, a investigadores del tema del trabajo y de las relaciones laborales en Cuba.
También incluimos dos textos que fueron premiados en el Premio Temas de Ensayo del año pasado. En numerosos casos, los premiados han sido profesores universitarios, de esta universidad y de otras. Esta vez fueron “La ética en el centro de definición sobre el futuro de Cuba”, escrito por un autor mexicano, Gabriel Ramos, y un texto de Ivette Fuentes de la Paz titulado “Cosmos visual, nueva semántica poética: hacia un posorigenismo”.
El número trae también otros ensayos, como por ejemplo “Documentos en Cuba: reflexiones desde la historia de la legislación archivística”, un tema al cual no le prestamos mucha atención, salvo cuando tenemos que meternos en un archivo, pero que tiene una importancia capital para lo que es la preservación de la documentación, y “El significado simbólico de construcciones sociales en la cultura totonaca”, un estudio muy interesante y actual de esa cultura, un poco desconocida para nosotros. Y termina con reseñas sobre el cine coreográfico de las pioneras norteamericanas y la presencia de directoras en el cine colombiano, muy oportunos, ahora que estamos en medio del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Quiero terminar exactamente con un punto que mencionaba Mylai. Ningún número de la revista Temas trata los problemas que son relevantes para Cuba vistos solo desde Cuba y por autores cubanos.
En el diseño y en la concepción de la revista está que no hay problemas únicamente cubanos, y para eso es imprescindible que en todos los números haya estudios hechos por otros autores acerca de la realidad de su país en relación con el tema escogido, y este es el caso de los trabajos que ella ha reunido aquí desde esa posición privilegiada que tiene de ser profesora de derecho en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, de manera que es el contexto de esas diferentes visiones — de un jurista norteamericano, o alemán, o español, de un sociólogo mexicano — sobre esta problemática lo que le da profundidad, lo que le da una tercera dimensión a la lectura de este conjunto de textos de investigación, como decía, que componen esta revista.
En este número de Temas que yo he empezado por evocar sobre Prácticas de los derechos humanos, lo que hizo Neila Aguado fue entrevistar, hacerle las mismas preguntas a un grupo de especialistas, a Miguel Alfonso, que fue un destacado profesor de derecho internacional y diplomático, a Jorge Gómez Torres, que en ese momento era especialista en el Ministerio de Justicia, a Mahela Ferrari, profesora de esta facultad, que no sé si seguirá siéndolo, supongo que sí, a Armando Torres, juez del Tribunal Provincial. Los menciono deliberadamente porque quiero terminar con una invitación a los profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho a que escriban para la revista Temas. Somos una revista de investigación, tenemos una certificación del CITMA como publicación científico-técnica, es decir, un respaldo formal desde el punto de vista de las exigencias académicas.
Y quiero reiterar algo que he dicho otras veces cuando hemos tenido la oportunidad de venir a la universidad: la revista Temas existe porque hay profesores y graduados universitarios que escriben para ella. Una vez sacamos la cuenta y 33% de todos nuestros autores eran graduados de la Universidad de La Habana y eran o habían sido profesores de aquí. Mylai Burgos demuestra que lo que nosotros vemos como una tragedia, que es la emigración, no necesariamente es una ruptura de los vínculos; que se puede estar afuera y se puede estar trabajando para aquí. Yo le quiero reiterar las gracias a ella por demostrarlo con este número de la revista, por permitirnos hacer una contribución fundamental a un tema tan importante como este desde México, donde ella tuvo la fortuna de enamorarse de un mexicano, algo que probablemente no estaba en sus planes. Repito que todos esos académicos, esos investigadores que han colaborado o no con la revista Temas o con otras revistas cubanas, dondequiera que estén, están invitados a colaborar, y los que están aquí, mucho más.
Muchísimas gracias a la Facultad de Derecho por recibirnos aquí, ya teníamos nostalgia de venir, y a la UJC, por haber sido la promotora de este encuentro No se van a librar de nosotros tan fácilmente. Tenemos un número prácticamente terminado que está dedicado a África, escrito completamente por autores africanos y armado por un reconocido estudioso de esos temas.
Nosotros tenemos un vínculo ideológico, afectivo, cultural, con ese continente, pero me parece que sabemos muy poco acerca del África contemporánea, y poder tener acceso a estos autores es algo que queríamos hacer hace tiempo.
Le comenté a la rectora la idea de presentar ese número aquí en la universidad, y me dijo que por supuesto que sí, así que esperamos volver por aquí próximamente, y esperamos que los vínculos de la Universidad, de todas sus instituciones, de todas sus facultades, y también de las organizaciones de los estudiantes universitarios, sientan que la revista Temas y los debates de los Último Jueves, que son muy fáciles de poner en la agenda porque son los últimos jueves de cada mes, son parte de ustedes.
Muchísimas gracias.
En el primer semestre de 2023 el turismo cubano evidencia progresos en la recuperación post pandemia en mercados claves, como Canadá, algunas sorpresas en mercados de los que podría esperarse números diferentes, así como problemas en la comercialización del destino, muchos de ellos exógenos, dependientes de factores fuera del alcance del país, como el recrudecido bloqueo, o guerra económica y política de los Estados Unidos contra el país; otros crónicos, producto del modelo sostenido de sol y playa, divorciado de lo local, de la cultura y la sociedad cubana, de su emigración, e incluso del mercado doméstico, preterido comercialmente y golpeado duramente por la crisis económica en el país.
El mercado nacional tuvo números que merecen atención particular (tabla 1):
Esta tabla muestra una caída a la mitad de los turistas físicos, un marcado decrecimiento debido a la situación económica del país, compensado en alguna medida por el decrecimiento menor en los turistas/días, lo que significa, sin embargo,
que los cubanos que hicieron turismo lo hicieron por más tiempo, reflejo de la concentración de recursos en menos manos, que pueden dedicar al turismo — indicador social a observar.
La inflación que golpea a la sociedad se ve reflejada en los ingresos, que casi se duplican a pesar de que se redujo el número de clientes a la mitad, y los turistas/días en casi 30%. Más dinero por el mismo servicio, cerca del doble en menos de un año transcurrido. El dato de ingreso medio por turista/día es más elocuente, pues duplica la cifra de 2022, confirmación de la inflación.
El nivel de ocupación de las habitaciones ofertadas a este mercado es preocupante, solo 7%, inferior al año anterior que fue ya de solo 10%. El mercado nacional parece haber tocado fondo — para el que escribe, el más importante indicador del turismo en un país. Cabría pensar en rescatar el primer eslogan publicitario del turismo al triunfo de la Revolución: «Conozca a Cuba primero y al extranjero después».
La estructura de los ingresos turísticos (tabla 2) refleja un comportamiento diverso en cada rubro. La gastronomía sigue siendo la principal en volumen. Su crecimiento, debido a la Tarea Ordenamiento y la inflación que ya comentamos antes, es mucho menor que el transporte, que se duplicó, al igual que lo gastado por los turistas cubanos en el comercio minorista. Sin embargo, la recreación se triplicó, lo que parece indicar que aquí la inflación de los precios fue muy superior, lo que no descarta que haya habido una mejor y más demandada oferta.
En comparación, el alojamiento apenas crece, lo que puede estar asociado a que los precios de las ofertas sufrieron menos de la inflación. Estas cifras son, principalmente, ingresos del sector estatal, porque del privado o no se recogen o se subreportan. Se requiere indagar en estos contrastes, sus porqués y qué hacer para estimular y facilitar más a la población el acceso a disfrutar de la oferta turística del país. Parece necesario aumentar y profundizar en las investigaciones del mercado interno del turismo cubano.
La oferta de campismo para este mercado disminuyó en un 37% con relación al año anterior, y no conocemos las causas que provocaron esto. Las ventas fueron similares al 2022, tanto en turistas como en habitaciones vendidas. Lamentablemente el informe de la ONEI no da datos de los ingresos. De nuevo, son datos que reflejan el deterioro del mercado nacional del turismo en el país.
Los mercados emisores extranjeros se comportaron con crecimiento de más de 90%, duplicándose el nivel de ocupación de la oferta de habitaciones del país, alcanzando 28%, aún extremadamente bajo. Se muestran estos datos en la tabla 4, donde hicimos un ajuste en los ingresos en CUP proporcional a que, en 2023, se autorizó a muchas entidades turísticas a operar con la tasa de 1 USD = 120 CUP, en lugar del cambio del 1 USD = 24 CUP, un aumento de cinco veces la tasa anterior. Aplica un ajuste de solo un aumento de cuatro veces, asumiendo que 20% de las empresas no utilizaron la nueva tasa de cambio.
Un indicador positivo es el crecimiento de la estancia promedio de 5,6 a 5,8, 3% superior, aún por debajo de los siete días y más que se alcanzaba afinales del pasado siglo y que ha ido descendiendo sostenidamente en estas dos primeras décadas del xxi, sobre todo en el mercado europeo, como demuestran las investigaciones de los doctores Miguel Ángel Figueras y Héctor Ayala.
La estructura de los ingresos por turismo, en lo que va de año, es similar a la media de la década anterior, con el mayor peso en la gastronomía. La recreación sigue siendo una oferta de bajos resultados.
No hay datos de la participación de los actores estatales y privados, ni de la inversión extranjera, que nos permitan profundizar sobre el tema — otra línea de investigación que retomar y profundizar.
Gráfico 1. Estructura de los ingresos de las entidades turísticas. Enero-junio de 2023.
Por la información aportada por la Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE), mostrada en la tabla 5, ocio, recreo y vacaciones son el motivo principal de viaje de los turistas que arribaron al país en el primer semestre de este año, sin cambios en relación con el 2022, 96 % del total. Los eventos no llegan ni a 1%, al igual que los viajes profesionales y de negocios.
Es la realidad del modelo de turismo que prevalece en la Isla en los últimos veinte años, desde el cierre del Buró de Eventos a mediados de la primera década del presente siglo. Se necesitan datos sobre las demás modalidades, en particular de ciudad/cultural, naturaleza y otros especializados. La ONEI no incluye los turistas por provincias, que podría dar una idea de los que estuvieron en La Habana y permitiría aquilatar el peso de los destinos de ciudad. Esto reclama una estadística más útil para la gestión comercial del destino Cuba y cada uno de los destinos específicos del país.
El análisis de las llegadas por mercados emisores, brinda resultados de mucho interés, algunos pueden calificarse de sorprendentes, como se aprecia en la tabla 6.
Continúa Canadá como el principal mercado del turismo receptivo en Cuba, con un crecimiento de casi el triple en relación con 2022 y un aumento del peso relativo a 45%, lo que significa, también, mayor dependencia del mismo. Esto se ve en los números de la Unión Europea, que, aunque crece en 38% su emisión a Cuba, baja a 14% su proporción entre todos los mercados. Esta tendencia descendente del mercado europeo es también analizada en el artículo del Dr. Figueras, mencionado anteriormente. A esto se ha sumado la reciente medida de sancionar a los turistas europeos que nos visitan con la imposibilidad de utilizar la vía del ESTA, obligándolos a solicitar visa para entrar a los Estados Unidos, factor que no podemos valorar aún. Un análisis comparativo con República Dominicana — principal competidor de Cuba en el área, y de condiciones similares para el turismo — explica algunas de las razones de nuestros resultados inferiores.
Dominicana recibió 4 240 000 visitantes en el primer semestre del año; de ellos, 57% (2,4 millones) provino de los Estados Unidos y Puerto Rico, dos mercados negados por el bloqueo.
De Canadá fueron unos 755 mil turistas (13,5%), casi 30% más que en Cuba, y aquí no se puede hablar de otra razón que no sea el destino y su comercialización. El primero tiene una situación delicada por la profunda crisis económica recrudecida por los factores ya apuntados. En cuanto a la comercialización, se requiere de un estudio que pueda sacar a la luz qué hacer para mejorarla. La primera variable y más importante del marketing, el producto, ha salido resentido de la pandemia por falta de algunos insumos, como lo atestiguan las reseñas en redes sociales.
La otra variable, el precio, había afectado al mercado europeo desde 2017, cuando los de los hoteles en Cuba subieron considerablemente ante el crecimiento de norteamericanos por la mejora temporal de relaciones con ese país. Esto se ha ido compensando a partir de 2019, pero este tipo de impacto tiene consecuencias comerciales, sobre todo si no se equilibra con la calidad del producto.
El mercado ruso ha crecido considerablemente con las acciones emprendidas por ambos países, firmando contratos que lo estimulan, como nuevas rutas y vuelos, además de un paquete de contratos económicos aún no revelados, que aún deben incluir mejores condiciones para el crecimiento de turistas rusos.
China sigue siendo, como el resto de Asia, un mercado no captado comercialmente. Sé de infinidad de acciones para lograr este objetivo. Participé en algunas, pero no han funcionado. Es la famosa asignatura pendiente del turismo cubano.
Los resultados en los principales mercados emisores de América Latina, son positivos y estimulantes. Si se logran consolidar, se convertirán en lo que deben ser, tan importante como Europa o más, debido a sus potencialidades y cercanía.
El área viene cambiando favorablemente, con sus vaivenes, pero avanza hacia más integración económica y política, lo cual es un factor importante a aprovechar por Cuba. Esto significa también una transformación de mentalidad en las relaciones económicas internacionales y aprovechar cada una de las oportunidades que los cambios democrático-populares traen.
Hay que crear áreas de libre comercio con cada país donde sea posible, de forma que incluya un beneficio directo al turismo que llega al país. Y tiene que ser una política y una intención de la sociedad con acciones concretas y sistemáticas de todos los actores económicos y oficiales, tanto del sector estatal como el privado, tanto del MINTUR como el resto de las instituciones del país, incluyendo al Banco.
Además de lo ya apuntado anteriormente, el mercado de los Estados Unidos es la principal sorpresa, al menos para el que escribe. Utilizando el marketing, hay que decir que, en este mercado, el factor político es el primero a tener en cuenta, como la historia demuestra. Es el potencial más importante para Cuba, como el caso de República Dominicana lo confirma, si sacamos el factor político del análisis. Ese enorme potencial gravita con fuerza en la proyección comercial del destino, como vimos más arribacon la variable precio.
Ese país tiene una característica especial, allí radica la más numerosa comunidad cubana en el exterior, que agrega un potencial de viajeros, no turistas, hacia Cuba. Constituye más de 90% de los que visitan a sus familias en el país.
Las cifras muestran que nos visitó solo 10% de los cubanos residentes en el exterior, comparado con República Dominicana donde esta proporción fue el doble, de acuerdo con datos del Ministerio de Turismo de ese país, en 2023.
Pero lo realmente destacable son los 82 280 estadounidenses que han llegado en los primeros seis meses del año. Esto significa que estamos en el camino de alcanzar la misma cantidad de ciudadanos de ese país que visitaron Cuba en 2015, año siguiente al restablecimiento de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos. Son cifras superiores a las que podía esperarse por el recrudecimiento del bloqueo.
Pero a estos visitantes/turistas, las medidas adicionadas por Trump al bloqueo, y mantenidas por Biden, no les permiten venir de forma individual, sino solo en grupos, ni alojarse en la mayoría de los hoteles del país, de propiedad estatal, salvo excepciones, lo que significa que deben pernoctar en casas particulares. Esto parece estar en línea con la política de ese país, que, además del bloqueo, incluye el estímulo al sector privado cubano, con la intención de que se convierta en el «caballo de Troya» del capitalismo en la Isla.
«Nadie sabe para quién trabaja» es una idea que he utilizado anteriormente ynos sirve para analizar las intenciones de esta política de los Estados Unidos hacia la Isla. Cuba está reformando su modelo económico, lo que incluye un creciente sector privado, no solo nacional, sino el que nos llega con la inversión extranjera. Es una necesidad objetiva del país, consciente de ello desde hace años, por lo imprescindible de armonizar: empresa estatal con privada, plan con mercado, y planificación con marketing. Si se maneja bien, y aferrados a los intereses de la nación cubana, esta política yanqui puede ser útil a nuestros objetivos.
Retomando el segmento denominado «Comunidad Cubana en el Exterior», los números también hacen esperar una cantidad total a fin de año, similar a la de 2015. El ambiente político contra Cuba en los Estados Unidos no es el mismo que hace un par de años, tanto en Miami,la cuna de la contrarrevolución, como en el resto del país y en toda la diáspora cubana.
Siguen la guerra mediática y las acciones agresivas azuzando atentados dentro de Cuba, e incluso realizándolos contra nuestra embajada en Washington. También continúan las condiciones precarias de la economía y sociedad cubanas. Hay un impacto que reduce los viajes de cubanos al país, pues la reunificación familiar se produce en las naciones de los ya emigrados, que ahora no tienen familiares cercanos a los que visitar en la nuestra. El otro factor ha sido el cambio en las facilidades para el envío de productos y dinero a Cuba, que igualmente hace decrecer la necesidad de venir a traerlos.
Las cancelaciones de vuelos desde Newark, Fort Lauderdale (FLL), y Atlanta eran predecibles, similar a lo que aconteció cuando entraron al mercado, por primera vez en sesenta años, los vuelos regulares, y un año después, tres de las seis aerolíneas que operaban, tuvieron que cancelar ante la competencia de las más fuertes.
Estos cierres de operaciones ahora son un ajuste necesario en la oferta, que venía teniendo 50% promedio de ocupación, por debajo del punto de equilibrio. Las que salen son participantes de oportunidad en estas rutas y mercado, United Airlines y JetBlue. Delta quiere competir con American Airlines y tiene producto y finanzas para hacerlo, por eso se mantiene. Las que quieren mantener y controlar el mercado cubano, American Airlines y Southwest, se mantienen sin cortes, aunque la primera está excedida de oferta con seis o siete vuelos diarios Miami-La Habana, y Southwest ahora controla en solitario la ruta FLL-La Habana.
Hay que tener en cuenta que en las rutas desde la Florida operan también charteadores, operadores tradicionales con posicionamiento histórico en el mercado, donde también puede esperarse un reajuste, pues la ocupación es incluso más baja que la de las líneas aéreas regulares, y la transportación de equipaje y carga no les da a todos — dado el bajo nivel de ocupación de sus vuelos — , para cubrir costos.
No se tienen datos globales sobre la distribución comercial del producto turístico cubano provenientes de la ONEI. Llevamos una investigación sobre esta variable del marketing — la de mayor peso en la gestión de cualquier negocio, en particular el turismo — , pero por productos específicos, lo que limita hacer apreciaciones sobre el destino.
Se conoce la dependencia de los grandes turoperadoresen los mercados emisores principales, y de los hoteles manejados por cadenas hoteleras extranjeras que utilizan su establecida red comercial, incluida la propia on-line, lo que mantiene y profundiza nuestra dependencia de ellos. Es limitado el trabajo de los hoteles con marca propia en la distribución comercial, se necesita un despegue en esta dirección.
Las casas particulares dependen de Airbnb y Online Travel Agency que monopoliza la intermediación de este producto en el mundo, y controla 80% del cubano, entre otras razones, por las decisiones del MINTUR que limitan, en la práctica, que las agencias de viajes nacionales participen en este mercado.
La distribución en el mercado doméstico de la planta hotelera, está concentrada en las agencias de viajes nacionales, y algunas extranjeras con presencia en el país.
Las tareas pendientes de la comercialización del destino Cuba, en cuanto a los mercados emisores, siguen iguales: perfeccionar la promoción y comercialización del destino;mejorar la oferta de productos de ocio y opcionales y darle la prioridad que requiere el mercado doméstico; rescatar el mercado europeo; alcanzar finalmente el asiático; multiplicar el latinoamericano, en particular el de Brasil; así como asumir a la comunidad cubana en el exterior como segmento de mercado con la oferta de productos y servicios que demanda o puede incluírsele.Sin un cambio profundo en el modelo de turismo actual se hace difícil la tarea.
Se debe comenzar por tener bien claro qué cosa es producto turístico, entender que no se trata solamente de alojamiento para el que nos visita, que construyendo hoteles «hacemos crecer el producto turístico cubano». Los hoteles no son el servicio que más ingresos aporta en este sector de la economía, es la restauración, como ya vimos. Si la mitad de lo invertido en hoteles en los últimos cinco años se hubiera dedicado a la agricultura, la oferta de alimentos para el pueblo y el turismo, fuera mucho mejor y no sería el centro de las quejas de los que nos visitan.
Los resultados de esta política inversionista, de este modelo de turismo se resumen en análisis realizados en el Balance del MINTUR en enero de este año:
Consideramos que ha existido un grupo de afectaciones a la calidad, fundamentalmente por la falta de alimentos y bebidas e insumos, deficiente servicio, insuficientes actividades de ocio y entretenimiento en los polos turísticos, falta de mantenimiento en las instalaciones e inestable servicio de Internet […] dificultades para el reaprovisionamiento de combustible, tanto a la aviación, como para autos de renta y garantía a los circuitos (Cubadebate, 28 de marzo, 2023).
Más importante aún es entender que la razón para venir recae en el destino, en primer lugar, y a este tributa todo el país, toda su economía, su cultura, su sociedad, su gente, su clima, sus maravillas, su condición de especial por todo lo mencionado. Nada hizo más por el destino que la forma en que Cuba manejó la pandemia y en particular, haberla combatido con sus propias vacunas a pesar de la guerra económica que se nos hace y que oportunistamente se arreció.
Hay que dejar de ver al turismo desde una habitación de hotel, que si está llena «todo está bien», tal vez lo contrario de la realidad. “Pensar como destino”quizá sería el eco en turismo de la consigna «Pensar como país».
Se requiere diversificar los motivos de viaje: la cultura, naturaleza, lo rural, los eventos, y los diversos nichos especializados de turismo.Se debe permitir a las localidades, los municipios y provincias abrazar y adueñarse de este sector de la economía, centralizado en grado superlativo, distorsionado en sus inversiones concentradas en nuevos hoteles, divorciadas de la deteriorada situación del destino — este último es la primera razón que promueve y hace turismo.
Lo anterior incluye modificar o eliminar regulaciones y obstáculos que impiden la entrada de nuevos actores económicos a la oferta del sector, que se articulen con el resto de los estatales, de forma tal que, además de lo diverso de los productos, se crezca el valor que pueden aportar estos nuevos actores, incluso en la distribución comercial, ahora en manos de empresas extranjeras en su mayoría.
El mencionado Balance del sector agrega la existencia de«quejas de la asistencia por los receptivos nacionales». Valdría la pena indagar sobre las causas de esto, qué consecuencias trajo a las principales agencias de viajes del país la unión de todas en una «superagencia», donde se pierde identidad, diluye la competencia entre ellas y disminuyen los incentivos para mejorar.
Otro asunto no resuelto es el del sector privado sobre agencias de viajes y guías de turismo. Se sigue perdiendo la posibilidad de desarrollarlo y asociarlo a las agencias estatales, que tienen necesidades de revolucionar la oferta de excursiones, opcionales e ideas creativas, que en un ambiente de cooperación y complementación adecuados debe florecer.
Los cambios tienen que llegar a los salarios, retribuciones y estímulos a los trabajadores del sector — de los peor pagados del país, al pertenecer al sector de los servicios — , cuyos salarios están comprendidos «desde el grupo I al VI», los más bajos del escalafón. El Balance nos dice:
Otro de los problemas señalados durante el balance es la fluctuación de capital humano. Al cierre de 2022 tenía 116 966 empleados, sin embargo, la tasa de fluctuación fue de 20,1% (contra 5,11% de 2021).
Y todo esto pasa también por la profundización de la reforma económica que la sociedad demanda, que incluye frenar la inflación, desatar las fuerzas productivas que todos los actores económicos integran, para llegar al tipo de cambio único — del peso cubano — que el país necesita, con inteligencia y rapidez.
Se incumplió el plan del pasado año, tanto de turistas — solo 64,6% de lo planificado — , como de ingresos — 74% del plan. El de 2023 es de 3,5 millones de turistas, lo que viene cumpliéndose a 50%. Parece una tendencia sostenida de mala planificación.
Los resultados de más de sesenta años de gestión económica reclaman aplicar en la dirección y gestión de toda la economía, y del turismo en este caso, el modelo que hasta ahora ha probado mejores resultados en países socialistas, léase China y Vietnam como ejemplos más conocidos: se trata de la combinación dialéctica y creadora entre plan y mercado, y su extensión, planificación y marketing, sobre lo que hemos investigado y publicado. Sin ser consecuentes con el mercado y utilizándolo plena y sabiamente basados en los intereses de Cuba socialista, no creemos viable alcanzar los objetivos que nos proponemos y necesitamos.
Referencias:
Ayala Castro, H. (2016) «Un lustro de turismo receptor en Cuba: tendencias de los ingresos turísticos». En Retos turísticos. Barreiro Pousa, L. Explorador Digital.vol.15, n.1.
Datosmacro.com (2015–2020) Emigrantes totales. Disponible en <https://vurl.com/lD8GJ>.
Figueras, M. A. (2013) «Dinámica, estancamiento y caída de los ingresos por turista en Cuba». Documento de trabajo, Facultad de Turismo, Universidad de La Habana.
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (2020) «Resolución 29 GOC-2020–794-EX69». En Gaceta Oficial de la República de Cuba, n.69. Disponible en <https://vurl.com/KmA3z>.
ONEI (Oficina Nacional de Estadísticas e Información) (2023) «Turismo, Indicadores Seleccionados (Enero-Junio 2023)». En: Informe de la ONEI. Disponible en <https://vurl.com/LnA3W>.
Cubadebate (2023) «Turismo cubano analiza debilidades y fortalezas de cara al año 2023». 28 de marzo. Disponible en <https://tinyurl.com/ymltxto4>.
ENTREVISTA
Desde sus primeros números, Temas ha abordado la problemática de la emigración en sus dos dimensiones: los factores internos y externos del flujo migratorio, de un lado; y del otro, los rasgos socioeconómicos, culturales, políticos, de los cubanos en otros países, y de sus relaciones con su país natal. Esta producción abarca más de cuarenta estudios de investigadores cubanos y extranjeros, residentes en varios países, así como numerosos debates, con participación de emigrados, publicados a lo largo de más de veinticinco años.
En vísperas de la IV Conferencia La Nación y la Emigración (18 y 19 de noviembre), solicitamos una entrevista a la Dirección de Asuntos Consulares y de Cubanos Residentes en el Exterior (DACCRE), del MINREX. Su director, el embajador Ernesto Soberón, tuvo la deferencia de aceptar someterse a nuestra lluvia de preguntas.
Rafael Hernández (RH): Ante todo, gracias por acceder a esta entrevista, a pesar del poco tiempo que debe dejarte la organización de un evento tan esperado como este.
En algunas intervenciones tuyas más recientes, has apuntado que la política cubana se orienta a facilitar los viajes al extranjero, el retorno a Cuba y la mayor participación de los cubanos residentes en el exterior en nuestra vida política, económica y social. Has señalado que cubanos residentes en 130 países participaron en el debate del proyecto de nueva Constitución y en el del Código de las Familias. También reconociste que crece el número de proyectos de cooperación, negocios e inversiones presentados por cubanos residentes en el exterior, dirigidos a participar y contribuir al desarrollo económico de Cuba.
En los últimos tiempos, se han aplicado nuevas regulaciones sobre la renovación del pasaporte, cambios aduanales para facilitar envíos e importaciones de medicinas y alimentos, encuentros de algunos empresarios emigrados con autoridades gubernamentales, incluido el propio presidente Miguel Díaz-Canel.
Mi primera pregunta:
¿En qué medida estos puntos forman parte de la agenda de la conferencia “La Nación y la Emigración”? ¿Qué otros aspectos se anticipan como parte de ese diálogo?
Ernesto Soberón (ES): La respuesta corta es que todos esos puntos forman parte de la agenda.
Ante todo, si bien esta Conferencia es continuidad de las anteriores, al mismo tiempo hay una diferencia abismal entre esta IV Conferencia y las anteriores, por varios de los temas que se abordarán.
Ha cambiado sustancialmente el flujo de viajeros cubanos. Hoy prima la circularidad, a diferencia del pasado, resultado de la política migratoria que se ha adoptado desde la Actualización, sobre todo desde 2013. Las estadísticas muestran un flujo creciente de cubanos viajando hacia el exterior, así como un flujo creciente regresando, con la pandemia por el medio, que trastocó todos los flujos, en Cuba y en el resto del mundo.
Para considerar un solo dato: entre los que han confirmado su participación hasta ahora, en esta IV Conferencia, alrededor de 45% tiene residencia en Cuba y también en el exterior. Ese es un tema nuevo, pues no era la situación en 2004, cuando se celebró la III Conferencia.
También ha habido un desarrollo y una diversificación de los vínculos bilaterales. Las Conferencias anteriores, en mi opinión, como resultado del momento en que se desarrollaban, estuvieron muy concentradas en temas de índole migratoria. Muchos de esos temas, con el decursar del tiempo, se han ido resolviendo, incluido el período de estancia en el exterior. Hoy se mantiene una moratoria sobre el límite de veinticuatro meses. O sea, que no hay emigrados, pues hoy las personas que salen no tienen tiempo límite de estancia en el exterior, por ponerte un ejemplo.
RH: ¿Dejó de existir el plazo de los veinticuatro meses?
ES: Dejó de existir. Hasta ahora, existe una moratoria que se estableció a partir del 20 de marzo del 2020, cuando comenzó la pandemia, porque las personas no podían regresar, no porque no querían, sino porque no tenían cómo hacerlo. Pero pasó la etapa crítica de la pandemia y se mantiene la moratoria.
Casi coincidiendo con la Conferencia, vamos a llevar dos años desde noviembre de 2021, que volvimos a la nueva normalidad, y la moratoria se mantiene. Sigue siendo un tema en análisis, pero mientras el análisis transcurra, hoy no existen veinticuatro meses en términos prácticos. Las personas salen sin tiempo límite de estancia en el exterior.
Como parte de lo que en Cuba hemos llamado la Actualización del modelo económico, han aparecido nuevos actores económicos, así como nuevas oportunidades para la participación de los cubanos residentes en el exterior en diferentes procesos de desarrollo socioeconómico que transcurren en el país. Así que hoy tenemos cubanos residentes en Cuba que tienen una mipyme, y esos mismos cubanos también residen en el exterior, como resultado de los cambios constitucionales y del reconocimiento de la ciudadanía efectiva. Entonces esos cubanos pueden lo mismo invertir, que hacer negocios, que participar en proyectos de cooperación y otras actividades.
Tenemos un número creciente de profesionales, según las estadísticas, de jóvenes que han viajado al exterior con perspectivas de un plazo más largo o más corto, que se formaron en Cuba, con un nivel de escolaridad alcanzado aquí. Una de las políticas que se ha trazado es cómo aprovechar esa formación del recurso humano, característica intrínseca del proceso nuestro, cómo aprovechamos esa formación, que continúa en el exterior, cuando esas personas se trasladan fuera de Cuba.
Vamos a llegar a esta IV Conferencia con un desarrollo de las tecnologías de la informática y las comunicaciones que nada tienen que ver con el pasado. Eso abre una serie de oportunidades increíble en materia de vínculos entre Cuba y los cubanos en el exterior.
Antes había que esperar meses para que quienes partían, cuando llegaran al país adonde iban, escribieran una carta, para saber cómo estaba la persona.
Hoy puedes organizar un evento en Cuba, con participación de cubanos en el exterior, a través de videoconferencias. Más allá de las dificultades que implica el bloqueo y no poder acceder a ciertas plataformas de comunicación en internet, esa posibilidad está dada.
RH: ¿Habrá participación de emigrados que no pueden venir en esta Conferencia?
ES: Estamos tratando de que así sea. Hoy la principal plataforma que usan las personas en el exterior es Zoom, y desde Cuba no se tiene acceso por cuestiones del bloqueo. La idea es que se transmita en streaming y que por lo menos el resultado y lo que se debata en la Conferencia no se quede en la Conferencia, sino que irradie a los países donde están radicados ellos.
Otro de los objetivos este año también es lograr la mayor representatividad posible, a partir de que ha habido un incremento de los países donde hoy tenemos registrada presencia de ciudadanos cubanos.
De hecho, apoyándonos en el desarrollo de las tecnologías y las comunicaciones, los cubanos en el exterior han tenido participación en procesos no solo socioeconómicos, sino, por ejemplo, los debates de la Constitución y del Código de las Familias, que son inéditos. Cuarenta personas de 130 países participaron en esos debates. El objetivo era que nadie se viese privado de la posibilidad de participar. Los que estábamos aquí íbamos a las asambleas y participábamos, en dependencia de la voluntad de las personas. Lo mismo ocurrió en el exterior. Se ofreció la vía para que las personas accedieran a esa participación. Esa participación, aunque pequeña, respondió a la invitación cursada a 130 países. De todo lo que propusieron esos residentes en el exterior, 40% quedó recogido en la nueva Constitución. Así que fue una participación efectiva, a pesar de que la propaganda contraria afirmaba: “No participen, que no van a tener en consideración lo que ustedes digan”. Y no fue así. Esa posibilidad también es un cambio importante.
La esfera de cultura e identidad es uno de los sectores donde el intercambio ha sido más fluido, aunque no exento de dificultades.
Los artistas han sido pioneros en implementar estrategias, políticas, decisiones, que facilitan ese vínculo. En estos últimos años, se aprecia un incremento de la participación de artistas e intelectuales residentes afuera en la vida cultural.
Así como un mayor reconocimiento en nuestro país, no suficiente todavía, pero mayor, de la obra de los artistas e intelectuales radicados en el exterior, una mayor difusión de esa obra. Sobre todo eso queremos intercambiar en la próxima Conferencia.
Otro de los cambios ocurridos en los últimos años es que no hay delegación de alto nivel de Cuba que viaje al exterior que no tenga en su programa un encuentro con los cubanos en el país donde visita. A menos que se trate de una visita muy corta, siempre se prevé el encuentro con los cubanos residentes en diferentes formatos. De todas formas, es un hecho que no hemos tenido una reunión como esta desde hace diecinueve años. De manera que la IV Conferencia también va a servir para hacer un balance de cómo han avanzado las relaciones.
No tengo la menor duda de que estamos en el mejor momento de las relaciones de Cuba con los cubanos en el exterior. No es que no existan temas inconclusos, pendientes, que no haya nada más que hacer en términos de esas relaciones. Pero ha habido muchos avances en todos los órdenes. Ahora mismo no puedo identificar ningún área donde se pueda afirmar que no ha habido. Puede haber quienes crean que son insuficientes, y también otros que crean que el avance no es el que debió ocurrir, según el punto de referencia del que se parta. Pero lo que nadie podrá desconocer es que ha habido avances en materia de relaciones de Cuba con los cubanos residentes afuera.
Con el mismo desarrollo de las tecnologías y las comunicaciones que ha permitido a las personas residentes afuera estar al día, por decirlo de alguna manera, de lo que está ocurriendo en el país, sea a través de internet o sea porque vienen con mayor frecuencia a Cuba, también van a tener la oportunidad de tener información de primera mano, ofrecida por dirigentes del país que van a participar en la Conferencia; contribuir, sobre todo, a trazar la pauta a futuro de adónde queremos que vayan las relaciones a partir de todos los avances que se han logrado; podrán identificar lo que esté pendiente, lo que les preocupa a los cubanos, intercambiar sobre temas actuales, como ha ocurrido también en el día a día nuestro en las conversaciones aquí, en la preparación del evento.
Tenemos que explicar e intercambiar sobre las causas de los flujos migratorios que hoy tiene Cuba, que la gente comprenda que este tema está expuesto a un manejo totalmente politizado.
Yo empecé aquí en la DACCRE, en 2015, y recuerdo la concentración de cubanos en Panamá, en 2016. No habíamos llegado a los acuerdos con Obama, pero se garantizó un corredor de cubanos desde Panamá hasta Estados Unidos. Cuando aquello ocurrió todavía se aplicaba la política de pies secos/pies mojados. Ese mismo día y a esa misma hora, en Panamá había decenas de miles de emigrantes de otros países, que nadie pensó en sus derechos, ni en hacerles un corredor humanitario. Como dice Jesús Arboleya, los únicos migrantes que solo se consideran exiliados o refugiados son los cubanos. No se identifican otros migrantes desde Cuba.
En la próxima Conferencia debemos intercambiar con los cubanos residentes en el exterior, para contribuir a mostrar la realidad cubana con sus luces y sus sombras.
Yo tengo la suerte de que habitualmente viajo a Estados Unidos en septiembre, acompañando a la delegación que va al segmento de alto nivel de Naciones Unidas, de la Asamblea General de Naciones Unidas, porque en ese marco siempre hay un encuentro con los cubanos en Estados Unidos. Cuando llegamos en el 2021, sorprendentemente, la inmensa mayoría de las contrapartes estadounidenses con las que uno hablaba no sabía sobre las cinco vacunas que había hecho Cuba contra la COVID. Solo me hablaban de los sucesos del 11 de julio, con una imagen distorsionada de lo que había pasado. Pero un logro a nivel mundial que todo el mundo reconoce, como el de las vacunas, no tiene el mismo impacto desde el punto de vista comunicacional.
Si hoy tenemos cubanos en 130 países, y embajadas, y consulados en más de cien países, pues de conjunto podemos hacer un esfuerzo en mostrar la realidad cubana e intercambiar también sobre temas que son de orgullo nacional.
En fin, la Conferencia va a ser un momento de balance, pero sobre todo de proyectar hacia dónde va la relación de Cuba con los cubanos en los próximos años, sabiendo que el camino que arrancó con el diálogo en 1978 ha sido continuo y es irreversible.
En eso no hay marcha atrás, no hay manera de cambiar esa realidad, ni tendría sentido ninguno cambiarla. El problema es cómo continuamos avanzando, dónde, en qué áreas es más factible, e intercambiar con todos ellos.
RH: Una medida de ese cambio y de la motivación de los cubanos por reconectarse con Cuba, sobre todo los que se fueron y no tenían regreso, es el número de repatriados. Según los datos de hace unos años había 57 746 solicitudes de repatriación, 60% desde los Estados Unidos. Aunque no regresan para quedarse a vivir en Cuba permanentemente, esta cifra da la medida del potencial para restablecerse en Cuba, para vivir en Cuba, para participar en la vida del país. ¿Qué derechos y deberes tienen esos cubanos repatriados, independientemente de estar ahora mismo aquí o fuera, que pueden optar por residir parte del tiempo aquí? ¿Podrías comentar sobre el volumen de ese regreso y sus perspectivas?
ES: A mí en lo personal no me gusta la palabra repatriado.
RH: Bueno.
ES: Técnicamente, lo que están es recuperando la residencia. Y eso es una señal, un ejemplo de la mejoría de las relaciones con los cubanos emigrados. El simple hecho de que Cuba actualizara su política migratoria y flexibilizara los requisitos para que las personas pudieran solicitar la residencia territorial es un ejemplo de eso. Que las personas lo asuman con una predisposición positiva, y que un número creciente de ellos lo haga, también lo es.
Las personas que se fueron en esos primeros flujos migratorios de principios de la Revolución tenían una diferencia de fondo. Los que recuperan su residencia tienen diferencias, pero no es de fondo. Así que prevalece el interés de todas las partes de mantener esa relación viva. Es otra de las muestras de la mejoría de las relaciones.
La pandemia produjo un impacto. Como te decía, después de la pandemia se estableció una moratoria, y por tanto, los que salen no tienen necesidad de recuperar la residencia, porque no la pierden nunca. Así que ese ritmo de crecimiento que venía llevando el tema de la solicitud de residencia, a partir de 2013 y hasta, digamos, 2019, ya no es el que lleva hoy. Y no porque no haya interés, sino porque ya cambiaron las condiciones.
Los quinientos mil que, según las propias estadísticas de los Estados Unidos, llegaron a la frontera sur en estos últimos dos años, un número considerable, no necesitan solicitar, porque no pierden su residencia en Cuba.
Una vez que obtengan la residencia en Estados Unidos o el status migratorio que le concedan allá, podrán viajar a Cuba sin ninguna dificultad, incluso los que aplican por el refugio, por el asilo político. Para nosotros, eso no tiene ningún impacto.
En cuanto a derechos y deberes, una vez que recuperas la residencia, recuperas todos los derechos y también todos los deberes. Por tanto, la persona que tiene su residencia en Cuba tiene todos los que tenemos los que residimos en el país.
A futuro, habrá que ver también la cuestión de su contribución al desarrollo. En algún momento habrá que analizar eso, desde el punto de vista estrictamente económico. Si se forman recursos humanos constantemente, y una parte de ellos hace su proyecto de vida en el exterior y contribuye al desarrollo de un tercer país, económicamente no resulta sostenible.
Parte de lo que queremos en esta Conferencia es crear las vías para que los cubanos que quieran y lo deseen puedan contribuir al desarrollo económico del país. Puede ser una inversión, un negocio; pero también puede ser la organización de un evento donde haya participación internacional. O la búsqueda de un proyecto de cooperación. Hay muchísimas vías en las cuales un nacional de un país en el exterior puede contribuir al desarrollo de su país.
Hay personas que han contribuido toda su vida al desarrollo de Cuba, y en su tercera edad, deciden viajar al exterior. Ellos ya contribuyeron. Pero los jóvenes que están saliendo hoy tienen que tener esa oportunidad.
La meta es lograr que la gente haga su proyecto de vida en Cuba. Eso pasa por lograr niveles de desarrollo y de perspectivas, desde el punto de vista del proyecto de vida individual y colectivo, que haga que las personas piensen en quedarse en Cuba y no ir al exterior.
Lo tuvimos en cuenta también recientemente, cuando, en 2017, logramos los nuevos acuerdos migratorios con Estados Unidos, y se adoptaron medidas que, en cierta medida, flexibilizaron, por decirlo de alguna manera, el bloqueo. O se establecieron vínculos económicos entre Cuba y Estados Unidos limitados, pero que tuvieron un impacto en el nivel de vida de la población cubana.
Cuando logramos aplicar los acuerdos migratorios que se habían acordado de una manera bastante correcta, en el sentido de otorgar diferentes tipos de visas en La Habana, no solo la visa de emigrante, sino también la de turismo; cuando devolvimos a los que llegaron de manera irregular; la combinación de todos esos factores trajo que, en los primeros nueve meses de 2017, los flujos migratorios de ciudadanos cubanos irregulares cayeron a niveles mínimos. No solo lo reconocíamos nosotros, sino los países de tránsito.
La situación económica es compleja, todo el mundo lo conoce, pero no es una utopía, sino una meta final, que todos contribuyamos al desarrollo de Cuba. Y en esa medida, que cada vez más los cubanos decidan hacer su proyecto en Cuba y no en el exterior, más allá de que es una decisión personal. Hoy el ciudadano cubano para viajar al exterior lo que necesita es pasaporte, dinero y una visa, si va a un país que la exige. Es lo mismo que requiere el resto de los ciudadanos del mundo cuando viajan a otro país.
RH: En otros países se da el fenómeno del retorno sobre todo entre personas mayores, que rebasan los sesenta años y que tienen un retiro en el país donde se radicaron como inmigrantes, sea Estados Unidos, sea Europa. Si mañana, digamos, varios miles de cubanos por encima de 60 años quieren regresar en esas condiciones, y tienen resueltas las condiciones de vivienda, ¿estarían protegidos por los mismos derechos de los cubanos que están aquí en el plano de la salud, etc.?
ES: Hoy, con las regulaciones que tenemos, esos ya son sus derechos, si tienen la residencia en Cuba.
RH: ¿Los derechos que tiene cualquier otro cubano que no se ha ido?
ES: Los que tiene cualquier otro cubano, sí.
RH: Mi tercera pregunta es que, a pesar de todo y de estos cambios políticos, no hay una referencia a los ciudadanos emigrados en la nueva Constitución. En el caso de países socialistas como China y Vietnam, sí se ha generado no solo una referencia constitucional, sino una institucionalidad propia, que representa los intereses de los llamados chinos de ultramar o vietnamitas de ultramar. En los casos de estos países, no solo son invitados a invertir, sino a integrarse a la vida institucional del país, a través de organizaciones e instituciones. En el caso de Vietnam, el Frente de la Patria (junto a organizaciones de masas, sindicatos, etc.); en el caso de China, la Oficina del Consejo de Estado para los Asuntos de los Chinos de Ultramar. ¿En nuestro caso se ha considerado la institucionalización de esa relación dentro del sistema político cubano? ¿La articulación de esos emigrados, mediante instituciones donde puedan canalizar sus opiniones, sus deseos, sus necesidades, sus intereses, manteniéndose como emigrados?
ES: Yo diría que hay una institucionalización en Cuba sobre esa materia, que requiere también una actualización. ¿Cómo atendemos hoy el tema de los cubanos residentes en el exterior, emigrados o residentes que mantengan la residencia en Cuba? Básicamente, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores. También existen diferentes comisiones a nivel nacional, como, por ejemplo, la comisión para el tema demográfico tiene una subcomisión que se ocupa de la emigración.
Rafael Hernández: ¿Eso es Asamblea Nacional?
Ernesto Soberón: Es gubernamental, la Comisión Nacional para la Atención a la Dinámica Demográfica, que dirige el Primer Ministro. Esa comisión tiene varias subcomisiones, una de ellas atiende el tema migratorio a partir del impacto creciente que tiene en materia demográfica. Pero existen otros grupos de trabajo que atienden las causas de la migración; y otros que atienden cómo lograr ese vínculo mayor entre Cuba y los cubanos en el exterior.
Ahora bien, partir de este flujo circular que tenemos, del número creciente de cubanos que tienen residencia afuera y no pierden la de aquí, que pueden tener varias ciudadanías, a partir de las oportunidades que existen, que ya no solo es el que quiere invertir o hacer algún negocio pequeño, digamos, en Mantua, donde nació, que es la inclinación que normalmente tienen los ciudadanos cuando salen al exterior, esta institucionalización debe cubrir tres momentos fundamentales: antes de la salida, durante la salida, y el regreso, sea, de manera permanente o temporal.
Y eso nos está llevando al estudio de una institución que sea capaz hoy de cubrir con esa amplitud la atención del tema migratorio a través de los cubanos en el exterior, que no puede ser a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, porque el MINREX no tiene facultad ni autoridad sobre los gobiernos locales, ni sobre la política que se sigue en Cultura en relación con los emigrados; ni en ningún evento internacional que se organice en este país donde haya presencia de cubanos residentes en el exterior.
Hoy existe a partir del desarrollo de los vínculos, de la iniciativa del cubano o de la institución; unos tienen más iniciativas que otros, a partir de las oportunidades que brindan las nuevas tecnologías de la informática y las comunicaciones. Digamos que hoy tú trabajas conmigo aquí, pero mañana tú estás aquí y yo estoy allá, y los dos nos estamos comunicando permanentemente, y si estás trabajando en un sector similar al que trabajabas en Cuba, establecemos mecanismos, es decir, vínculos.
Entonces estamos en el momento del análisis de la estructura institucional que correspondería a un momento de esta naturaleza, donde funcionan hoy esos vínculos. Este tema sería también parte del intercambio que tengamos con los cubanos en el exterior, para tener una visión más integral. Pero sin duda alguna, hay una institucionalización que responde a una realidad diferente.
En el 2013, cuando adoptamos la actualización de la política migratoria, teníamos una disyuntiva: esperábamos a la aprobación de la nueva Constitución, que nadie sabía cuándo iba a ocurrir, y vino a aprobarse en 2019; o adelantábamos temas migratorios que eran una necesidad, e íbamos actualizando después el marco legal paulatinamente, hasta que tuviéramos la sombrilla que brinda la Constitución.
Hoy tenemos la Constitución y estamos ya en un proceso de análisis de otros proyectos de leyes relacionados con el tema migratorio y con los cubanos, como son una Ley de migración, una Ley de extranjería, una Ley de ciudadanía. Dentro de la actual legislatura está previsto el análisis de estos temas. Así que queremos intercambiar algunas ideas al respecto con los cubanos que vengan a la Conferencia, aun sin que haya proyectos de ley acabados en ninguno de los tres casos. A futuro, cuando avance ese proceso, tendremos la posibilidad, como mismo hicimos con la Constitución y con el Código de las Familias, de someter a debate textos de esta naturaleza con los cubanos en el exterior.
Tú mencionabas China y Vietnam, que son referentes también. Hay que tener en cuenta que nosotros venimos también de una etapa donde ha predominado, en materia de inversión y negocios, una visión más restrictiva.
En la actual visión, se ha dicho públicamente, el capital es el que se considera extranjero, no la persona. Usted lo que tiene que tener es una personalidad jurídica, una empresa en el exterior con un capital en el exterior sea cubano o sea extranjero, y podrá invertir y hacer negocios en Cuba.
Hemos pasado de una política restrictiva, digamos, a una más igualitaria. Yo no tengo dudas de que llegaremos a una donde haya incentivos particulares para los cubanos que están en el exterior. Aunque ha habido un avance. Eso también pasa por la institucionalización.
Por otra parte, nosotros, desafortunada o afortunadamente, tenemos una peculiaridad que no la tiene yo creo ningún otro país del mundo, y es que la inmensa mayoría de nuestra comunidad en el exterior está en un país cuyos gobiernos nos quieren arrancar la cabeza. Por tanto, eso nos ha obligado, y nos obliga todavía, a tener una política determinada. Esta, sin embargo, ha sido proactiva, porque si hubiéramos seguido esperando por un cambio de política en los Estanos Unidos todavía estaríamos en 1976 en materia de relaciones con los cubanos emigrados.
Al mismo tiempo, nuestra relación con los emigrados, tiene necesariamente, en alguna medida, un carácter defensivo. No puede ser de otra manera, por el rol que ha jugado una parte de la comunidad cubana en Estados Unidos, y que todavía hoy juega. El gobierno de EE.UU. está anunciando hace rato que va a tomar medidas para apoyar a los emprendedores, a las mypimes, llevan un año haciéndolo, y no ha podido porque hay legisladores de origen cubano que están tratando de boicotearlo y que lo han logrado.
Eso también gravita de alguna manera en términos de comparar lo que han hecho otros países con su comunidad en el exterior, y la velocidad con que hacemos los cambios, y a veces la profundidad con que los hacemos.
RH: Ya que tú lo has mencionado, en el punto de partida de este diálogo con los emigrados, en 1978 y 1979, Fidel insistía en que este era un canal separado de nuestra relación con los Estados Unidos. Sin embargo, en la práctica, desde los años 80, algunas contingencias en la relación con Estados Unidos afectaron el diálogo con los emigrados. ¿En qué medida esas relaciones entre cubanos de aquí y de allá se pueden separar hoy de esas contingencias? ¿Se considera que, en función de nuestro interés nacional, deberíamos tratar de separar lo más posible este canal de la relación con EE.UU.?
ES: Yo creo que la política hacia los cubanos en el exterior está cada vez más separada de las contingencias en las relaciones con Estados Unidos, aunque sin llegar al punto en que no tenga ninguna vinculación.
Todos coincidiríamos en que, entre las etapas más complejas en las relaciones de Cuba con Estados Unidos, ha estado la de Trump, por el precedente que había creado Obama en su segundo mandato, por todo lo que Trump revirtió en términos de relaciones, por la polarización que Trump creó en Estados Unidos no solo en relación con Cuba sino en el aspecto legal. Sin embargo, a pesar de todo eso, y coincidiendo con ese período, Cuba ha seguido avanzando en las relaciones con los cubanos en el exterior.
Cuando menciono a Trump, estoy incluyendo también a Biden, que no ha revertido nada de lo que Trump hizo. Y que, en la práctica, no ha significado casi nada. Seguimos en la lista de patrocinadores del terrorismo. Después de casi un año de su administración, abrió de manera limitada los servicios consulares en La Habana, reanudó vuelos, nada de turismo estadounidense. En cuanto a los más de veinte acuerdos, convenios, o memorandos de entendimiento, que se firmaron en la etapa de Obama, siguen estando ahí, pero nada se ha retomado. Ha sido muy limitado lo que ha hecho Biden.
Sin embargo, en estos últimos seis años, Cuba ha adoptado medidas importantes en materia migratoria, incluyendo el pasaporte, el arancel, etc. Además, se han ampliado las facilidades para que los cubanos en el exterior puedan entrar en embarcaciones de diferente tipo. Se eliminó el requisito de avecindamiento para que los hijos de cubanos nacidos en el exterior que deseen obtener la ciudadanía cubana puedan solicitarla y recibirla. Esto significa que la persona la solicita en el exterior, espera allá el resultado de la solicitud, y obtiene el pasaporte sin viajar aquí; mientras que antes tenía que venir a Cuba tres meses, los padres tenían que dejar de trabajar, o separarse de los niños. Se ha adoptado esta serie de medidas, al margen de la hostilidad de la política de EEUU. Naturalmente, sería mucho mejor si esa hostilidad no existiera.
Te contaba antes que cada año iba a Naciones Unidas, pues también lo hice en 2022, cuando todavía no se había adoptado la medida de los pasaportes. Pues en aquel año, para mi sorpresa, el tema más recurrente de los cubanos en Estados Unidos, aunque se tocó, no fue el pasaporte. Lo más recurrente en esas conversaciones fue que, una vez identificado un proyecto de negocios, de inversión, de cooperación, y habiendo pasado el viacrucis de la burocracia estadounidense y el viacrucis de la burocracia cubana, después ellos no tenían el canal bancario para desarrollar el proyecto. Ese era uno de los principales temas de los cubanos allá. Porque uno no puede andar con dinero en una maleta para acá y para allá. Aunque tengamos que adaptarnos a las condiciones de esa realidad actual, claro que hay que luchar por cambiarla. Esa es una de las áreas en donde se puede continuar avanzando.
Si hubiera una política de EE.UU. menos hostil, tendría un impacto positivo mayor en las relaciones con los cubanos en el exterior; y si hubiera una política más hostil, tendría un impacto negativo mayor. Pero esas relaciones, en su totalidad, no dependen de ese factor. No hay manera de que las detenga una relación incluso muy hostil.
Ahora mismo, cuando se revisan las encuestas de Guillermo Grenier, se aprecia una diferencia. Está claro que parte del estado de opinión de las personas allá depende de la política en Washington hacia Cuba. Si hay una política menos hostil, la gente se proyecta más en favor de los viajes, de levantar el bloqueo; pero incluso cuando hay una política más hostil, los porcientos siguen siendo mayoritarios. Pueden bajar, pero sigue siendo cincuenta más uno el apoyo al acercamiento. No creo que eso va a variar, porque se trata de una tendencia que va más allá de la emigración cubana: la relación entre la persona que emigra o que viaja al exterior y su país de origen, que no depende de una política de un país o de otro.
RH: La presencia principal de los emigrados en la economía cubana, su principal contribución, siguen siendo las remesas. Algunos economistas han pensado en la idea de que puedan crearse, a partir de esas remesas, fondos de inversión para proyectos como viviendas, instituciones de microcrédito para estimular inversiones en pequeñas industrias, así como impulsar nuevas alianzas empresariales que empujen para flexibilizar las normas del lado de allá y del lado de acá. ¿En qué medida tú piensas que esto pueda cambiar en el corto plazo?
ES: Es parte de lo que vamos a intercambiar también con los cubanos emigrados.
Rafael Hernández: En la Conferencia.
Ernesto Soberón: No es que haya un punto en la agenda que lo establezca. Pero va a salir, tiene que salir. ¿En qué usa la gente las remesas, básicamente? ¿El receptor de las remesas a nivel mundial, en qué las usa? Pagar salud en el país donde se reciben, pagar educación, compra de bienes y servicios, y algunos las invierten. En Cuba, con todos los problemas que tenemos, la educación es gratis. Tienes que comprar libretas, lápices, etc. Pero la educación es gratis. La salud, con todos los problemas que tenemos de carencia de medicamentos y demás, es gratis; y cuando alguien necesita una operación, se la hacen gratis. ¿Para qué usan entonces las personas esas remesas que reciben? Compra de bienes y servicios.
No voy a descubrir nada aquí ahora del otro mundo, pero, ¿de dónde ha salido el dinero para los negocios que hoy florecen en nuestro país? Tiene que haber venido de algún lugar.
Lo primero que tenemos que lograr es que el flujo de remesas sea sin mayores dificultades, lo que no está ocurriendo. Hoy el mecanismo que usa el ciudadano mexicano para enviar remesas a México no es el que usa el ciudadano cubano. No se trata de un problema creado por el gobierno de Cuba.
Tenemos que trabajar también para que se creen esos mecanismos. Tampoco voy a descubrir nada si digo cómo están funcionando hoy esos flujos monetarios. Una parte del dinero se queda fuera del país, y eso no contribuye al desarrollo de la economía, ni a elevar el nivel de vida del que está aquí, que es en última instancia el objetivo: que la remesa sea utilizada en que el familiar aquí eleve su nivel de vida, y por tanto planifique su proyecto de vida en Cuba y no en el exterior. Esa es la razón, porque le sale más barato a la persona, o porque cree que aquí está mejor el familiar, por cualquier razón que considere.
Yo creo que hay que buscar alternativas en ese sentido. Y al mismo tiempo, buscarlas para que esos flujos de remesas sean lo más naturales y que tengan la menor cantidad posible de obstáculos.
En ambos casos, se requiere del apoyo, de la ayuda, de la participación, de los cubanos en el exterior para proponer iniciativas de cómo se puede utilizar. Pero también para buscar mecanismos de cómo el flujo de remesas no tenga que pasar a través de terceros, lo que implica incremento en los gastos por concepto de intereses bancarios. Buscar que el cubano pueda hacer lo mismo que cualquier extranjero, sobre todo en Estados Unidos, y que depende de los bancos por donde pasan los flujos de remesas.
Lo mismo es el flujo de remesas para consumo que para un negocio, que nos señalaban los cubanos cuando fuimos a Nueva York en septiembre de 2021. Ver qué mecanismos se encuentran. Hay que tenerlos creados, en mi opinión, para cuando exista la facilidad y se puedan enviar. De manera que las remesas no solo sean utilizadas en la compra de bienes y servicios básicamente.
RH: Tú decías al principio que iban a difundir las conversaciones, los diálogos, los debates de la Conferencia, via streaming. Evidentemente, hay gente que no va a venir a la Conferencia por razones de trabajo, por razones económicas, por las razones que sean; incluso puede haber gente que piense que no vale la pena asistir a la Conferencia. ¿En qué medida esas gentes que están afuera van a ser interlocutores de la Conferencia, en el mensaje que al final la Conferencia se proponga proyectar?
ES: Como mismo te decía que estamos en el mejor momento de las relaciones de Cuba con los cubanos, te repito también que estamos en el mejor momento, en cuanto las facilidades que brindan las tecnologías de las comunicaciones para esa interacción a distancia, En 2004, cuando la III Conferencia, yo tenía treinta años, y no hubiéramos podido imaginar esa comunicación a distancia. Hoy tenemos una oportunidad tremenda no solo de dialogar con los que estarán sentados aquí en el Palacio de Convenciones. Por una cuestión de espacio, tiene que haber un grupo limitado, no hay otra manera de lograrlo. Pero lo que queremos es que todo el que esté interesado pueda tener acceso a esa comunicación. Tenemos canales hoy abiertos a través, por ejemplo, de la página digital Nación y Emigración.
Después de la Conferencia, tendremos que crear un espacio para dar continuidad, porque no creo que todo lo que se necesita hablar en términos de relaciones de Cuba con los cubanos en el exterior lo vamos a lograr en dos días de trabajo, que es lo que vamos a tener.
Ahí se dirán algunas cosas, y otras se tratarán en mecanismos para mantener ese intercambio. Esa será también una de las funciones, de los objetivos fundamentales de la estructura que se cree: mantener ese intercambio. Que no tengamos que esperar a la siguiente Conferencia para continuar el diálogo. El diálogo puede ser permanente y a través de diferentes vías. A través de encuentros en países, de encuentros regionales, que ya se vienen haciendo. A través de participación de cubanos en eventos en Cuba; de intercambios en una página web con una sección dedicada solo para eso.
Cuando el Ministerio de Justicia cuelga un proyecto de ley en su página web para que el cubano opine, no lo hace solo para el cubano de Cuba, sino para el ciudadano cubano dondequiera que esté, con el fin de opinar, no hay restricciones en cuanto a eso.
Esa es otra de las grandes diferencias de esta Conferencia en relación con las anteriores: la multiplicidad de espacios que nos va a dejar o de que disponemos para dar continuidad a lo que se hable en estos dos días en La Habana. Hemos hablado de cuántos cubanos con residencia aquí van a estar en el plenario, mientras que antes todos eran residentes en el exterior. Te mencioné todos los cambios que han ocurrido, y el uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones. Ese aspecto de la continuidad del diálogo sin necesidad de tener que esperar al próximo año, o al otro, o al otro, cuando se decida que sea la próxima Conferencia La Nación y la Emigración.
RH: ¿Tú dirías que más importante que los acuerdos a los que se llegue en esos dos días de la Conferencia serían las puertas que se van a abrir en esas múltiples vías para darle continuidad al diálogo?
ES: Yo te diría que sí. Hay cosas que están todavía en análisis. Otras requerirán tiempo para la aprobación de un determinado instrumento legal. Pero se van a abrir múltiples vías para poder continuar. Una vez que intercambiemos y ya tengamos claro a dónde vamos, entonces el cómo lograrlo, aunque no se consiga en dos días, es lo que yo creo que se va a poder desarrollar a través de estas múltiples vías de comunicación.
En Conferencias anteriores ha habido anuncios, aunque no necesariamente han ocurrido en el marco de esos encuentros. ¿Cuál era el principal anuncio que la gente esperaba para la próxima Conferencia, la que no se dio en el 2020 y la que se va a dar dentro de dos semanas? El de los pasaportes. Y ya lo anunciamos. Más que anuncios, lo que veo es la posibilidad de avanzar en lo que queda pendiente hoy, en lo que está en proceso hoy en función de los vínculos con los cubanos.
RH: De manera que el diálogo continúa.
ES: Exactamente.
RH: Muchas gracias.
El equipo editorial de la revista Temas siente profundamente la noticia del fallecimiento del investigador y antropólogo cubano Rodrigo Espina Prieto, entrañable amigo y colaborador durante todos estos años de los proyectos de la revista. Sus aportes al conocimiento sobre las problemáticas de raza y racismo en Cuba han sido significativos para el pensamiento social cubano, así como su actividad incansable como vicedirector científico del Instituto Cubano Juan Marinello. Temas comparte el dolor de su familia y de sus colaboradores más cercanos.
Puede leer aqui una de las colaboraciones de Rodrigo Espina en la revista Temas, en el número 45 de 2006.
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