El desarrollo de las relaciones académicas y culturales entre Cuba y los Estados Unidos, después de 1959, es parte de una historia de persistencia y expansión; los logros, incluyendo la creación de un campo interdisciplinario denominado Estudios Cubanos, llaman la atención si se tiene en cuenta las incesantes dificultades a que se han enfrentado los anteriores y los actuales contactos y colaboraciones.