Aunque existen numerosas conexiones culturales que unen a Cuba y Brasil a través del Atlántico negro, se ha escrito poco acerca de las similitudes en las culturas de los dos países. Cuando la capoeira finalmente llegó a Cuba en la década de 1990, a través de las telenovelas brasileñas y por medio de los estudiantes-capoeiristas que estudiaban en las universidades de La Habana, los cubanos la conectaron a sus propias experiencias de vida y el sentido de la identidad cubana. Para los practicantes de capoeira en Cuba, aprender a encarnar y relocalizar la capoeira brasileña ha creado un incentivo para el reencuentro con sus propias tradiciones afrocubanas. La capoeira se practica en Cuba hoy no es sólo un fenómeno reciente de la globalización, pero es una reconfiguración en curso del movimiento circular de las ideas, las personas y las prácticas que surgió en el Nuevo Mundo y han continuado hasta el presente.