“La multicultural inmigración española participante en el poblamiento de Cuba trae entre sus hábitos, tradiciones y costumbres, sus experiencias deportivas, las que con los años se integran a la naciente sociedad criolla, teniendo en cuenta los gustos, posibilidades y necesidades espirituales de las clases, estamentos y grupos sociales de cada localidad. El gusto aristocrático por la caza, la natación, la esgrima, la equitación y el ajedrez, expresión tanto de elegancia y distinción como de poder en la sociedad feudal española, es imitado por las familias ricas de la Isla…”