jueves, 21-11-2024
"En modo alguno el presente artículo pretende abarcar todos y cada uno de los estudios e investigaciones sobre la mujer realizados en Cuba, sino presentar algunas de los principales temas tratados y citar las instituciones fundamentales que han trabajado en éstos. El fin último de este trabajo es brindar una visión personal sobre de lo que se ha avanzado en este campo y las deficiencias, vacíos y retos en el desarrollo de este tema..."
Los conceptos de resistencia, resiliencia y re-existencia, fueron analizados concretamente por refrendar una cultura de resistencia en la lucha por la vida. Es así como este trabajo, en la medida que analiza la relación entre estos conceptos, se detiene a analizar las múltiples luchas e iniciativas de las mujeres en torno a la tradición latinoamericana de liberación. Se coincide con las opiniones que relacionan resiliencia y resistencia, pero enfatizando en que resiliencia es a la vez capacidad y proceso, y no es meramente una actitud de resistencia al embate, sino que permite la construcción, o la reconstrucción ante la adversidad. Desde esta perspectiva es que observamos también la relación de la resiliencia con la re-existencia, por las capacidades que el ser humano tiene para sobreponerse a las dificultades y superar determinados momentos críticos desplegando toda su creatividad. En la visión defendida, resistir y re-existir, preservar y crear, asimilar y superar, siguen siendo divisas de las mujeres cubanas, fieles a una tradición cultural que hoy abraza y estimula el feminismo como una nueva lógica frente al patriarcado.
“En el medio feminista académico, tan variopinto en sus tendencias, quizá la perspectiva reciente más importante es aquella que parte de reconocer que no existe una realidad femenina única, que en este vasto campo tampoco hay universales, sino múltiples realidades; y que hay que aprender acerca de todas ellas y estar conscientes de todas ellas. Por eso, con nuestro trabajo en el campo ilimitado, sin fronteras de la cultura, no sólo aspiramos a modificar nuestra realidad, sino también a pensarla, a organizarla mentalmente y, algún día, a contribuir con nuestra experiencia y con nuestra teorización propia, latinoamericana y cubana, al pensamiento, a las doctrinas, al fundamento de los estudios y de las prácticas en torno y para la mujer...”
“La disyuntiva acerca del lugar que debe ocupar la mujer --familia o sociedad-- y su incorporación o no al trabajo asalariado --madre o trabajadora--, como elementos discordantes de un mundo dicotómico irreconciliable, ha dejado de ser en Cuba una interrogante social, decidida definitivamente por el reconocimiento de todos los derechos de las mujeres económicos, políticos, civiles, culturales, sexuales, reproductivos y sociales como parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales…”
“En las últimas décadas, los cambios sociales, económicos, científico-técnicos han ejercido su impacto en las concepciones tradicionales con respecto a los roles de género, afectando por consiguiente, la naturaleza del encuentro entre los sexos y de la vida en pareja. Cuando se habla de roles de género, se indica aquel conjunto de comportamientos previstos, esperados, típicamente apropiados y asignados a uno u otro sexo desde la cultura, en una sociedad y momento histórico específicos…”
Fragmento del Prólogo a Estatuas de sal. Cuentistas cubanas contemporáneas. Panorama crítico (1959-95). Comp. de Mirta Yáñez y Marilín Bobes.
“Desde hace varios años, en algunos círculos de estudio de literatura comparada se ha puesto en uso el término de «frontera», sobre todo en relación con las llamadas literaturas «periféricas», desde un punto de vista geográfico y político. El concepto de frontera implica un fin y un comienzo de algo distinto, un corte entre dos ámbitos, división, y enajenación de un sujeto o fenómeno dado, apartamiento, sobre todo la conformación de códigos de aceptación o rechazo, de inclusión o exclusión; en fin, en muchos casos y ocasiones, la bien mentada marginalidad…”
“La mujer joven no ha sido precisamente un sector al que se le haya prestado la suficiente atención desde la óptica de las investigaciones sociales en Cuba, tal como parece haber ocurrido en América Latina y otras regiones. La tónica más común en nuestro país ha sido encontrar estudios generales sobre la juventud, sin distinción de sexo, o estudiar a la mujer sin distinciones generacionales. Solo ha sido objeto de estudios específicos en aquellos temas vinculados con la temática sexual y reproductiva: embarazo en la adolescencia, abortos, maternidad soltera, y más recientemente, prostitución…”
“La imagen de la mujer, que aparece en el arte desde épocas antiguas --específicamente las obras privilegiadas en las historias eurocéntricas del arte-- ha sido, en su casi totalidad, una imagen presente en el arte consagrado, hecho mayoritariamente por hombres, para satisfacer un patrón establecido por hombres…”
“La metodología elaborada por la crítica feminista a principios de la década del 70, con un basamento esencialmente sociológico y político, ha ido incorporando elementos del psicoanálisis, la semiología y el estructuralismo, entre otras fuentes, para la conformación de un cuerpo teórico aplicable al estudio de la obra cinematográfica. Con frecuencia, muchos de esos presupuestos teóricos se han hecho extensivos a la crítica de otras manifestaciones artísticas, como el teatro y la pintura, así como el medio televisivo…”
“La compilación Viajeras al Caribe reunió la producción textual -diarios, cartas, memorias, libros de viaje- de europeas y estadounidenses, visitantes a territorios insulares o continentales de la cuenca del Caribe, en el siglo XIX. Su presentación pretendió descubrir la voz de mujeres, asomadas a la escritura con la intención de alcanzar autoridad intelectual. Pero la perspectiva de género no rebasaba la voluntad de reunirlas en un volumen y aproximarse, tímidamente, a los intereses «femeninos»: curiosidad por las otras mujeres, su educación y la de los niños, sus vestimentas, y otros tópicos afines. Aquella tentativa, inédita en el contexto cubano -y, al parecer, en el latinoamericano-, se inscribía en una de las tendencias en el estudio de la literatura de viajes: considerarla fuente documental complementaria de la historia, crónica personal de acontecimientos. Participaba también de la inclinación a enfatizar lo subjetivo y los aspectos propiamente literarios del relato como el estilo y el tono…”
“Durante los últimos veinticinco años, los estudios destinados a mostrar el papel desempeñado por las esclavas de origen africano en las colonias caribeñas han aportado publicaciones cardinales, de carácter puntual, o teórico-metodológico, referidas fundamentalmente a las posesiones inglesas o francesas. Sin embargo, en el Caribe hispano-antillano la producción historiográfica dedicada al tema aún no ha alcanzado esa envergadura. En Cuba, la esclava de origen africano no ha sido objeto de estudio particular. Su vida se conoce a través de obras literarias como Francisco, de Anselmo Suárez y Romero; Petrona y Rosalía, de Félix Tanco, y la excepcional Cecilia Valdés, de Cirilo Villaverde. Asimismo, existen estudios históricos o sociológicos que tangencialmente analizan aspectos de la vida de esas mujeres. Por esta razón, este trabajo tiene por objetivo comenzar a cubrir el vacío existente en la historiografía cubana respecto al tema…”
“Asumir hoy en Cuba un enfoque de género en el tratamiento de la religión constituye un desafío, por constituir un aspecto poco abordado. Además, porque a pesar de la amplia legitimación del tema de la mujer en la actualidad, ello no se traduce necesariamente en la extensión de espacios de acción para esta, particularmente en la esfera religiosa, donde prima una fuerte sujeción a valores socio históricos, en forma de normas y prohibiciones. La presencia de factores tendientes a la marginación de la mujer, en la base de las creencias religiosas en la Cuba actual, repercute en la influencia que han ejercido y ejercen en la mujer creyente cubana las diferentes expresiones religiosas confluyentes como resultado de la colonización…”
“A mediados de la década de los 70, en parte como respuesta al hecho de que muy pocas mujeres eran nominadas y elegidas para ocupar cargos en el Poder Popular, el Partido cubano llevó a cabo una encuesta que reveló la existencia de sensibles diferencias en la cantidad de tiempo que las mujeres y los hombres invertían en las tareas domésticas. Hacia finales de esa década, y en respuesta a lo que se percibía como una «crisis» de la familia cubana --reflejada en las tasas crecientes de delincuencia juvenil, embarazos en la adolescencia, etc.-- algunas instituciones cubanas comenzaron a estudiar la familia desde distintos ángulos y valiéndose de diversas entidades. Sin embargo, hasta hace poco esos estudios no eran, en general, etnográficos…”
“La igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres en la sociedad ocupa en la actualidad un lugar importante en la agenda internacional. En las principales conferencias mundiales celebradas en la década de los 90 se han vinculado los temas de desarrollo sostenible y de género. El mejoramiento de la condición de las mujeres y su acceso al poder, han sido aceptados como objetivos esenciales de toda estrategia destinada al logro de un mayor bienestar humano…”
La oleada de protestas masivas de 2011-12 conocida como la "Primavera Árabe" ha tenido tantos procesos y resultados diferentes como países la experimentaron. En Túnez, donde comenzó el movimiento, surgieron nuevas conversaciones en torno a la democratización, la ciudadanía, los derechos de las minorías y la identidad, que antes estaban reprimidas, eran tabú o tenían un espacio limitado para el debate. Al posicionar la visibilidad y las experiencias vividas del racismo al que se han enfrentado los tunecinos negros, los activistas contra el racismo impusieron conversaciones sobre la pertenencia a grupos, las identidades culturales y la naturaleza excluyente del Estado posterior a la independencia. Se trata de un debate que ha estado ausente durante mucho tiempo debido a las políticas homogeneizadoras del Estado. La visibilidad de las activistas negras significó que no solo el racismo formaba parte de la conversación, sino también una perspectiva alternativa al feminismo en su(s) forma(s) institucional(es) y dominante(s) de izquierdas/secular(es). Las formas organizadas de resistencia no son las únicas que merecen nuestra atención. Las mujeres negras comunes llevan mucho tiempo (re)negociando su posición de género y raza en sus comunidades y en la sociedad en general.
Desde una mirada global, la COVID-19 ha evidenciado de manera inequívoca el potencial que para una eficaz práctica médica tiene un adecuado enfoque de las variables edad, sexo y género. La prevención de la infección por SARS-CoV-2 y, cuando esto no ha sido posible, el tratamiento médico de sus consecuencias, ha demostrado la necesidad de su uso acertado. Sirvan esas demostraciones, a manera de victoria parcial, para avanzar tanto como las circunstancias y voluntades lo permitan hacia una medicina, además de universal y gratuita, de precisión. Asimismo, en ello se ha de tener en cuenta las diferencias que introducen las mencionadas variables.
(Fragmento de un trabajo más amplio inscrito como resultado del Proyecto de Investigación PB 96-068 (DCES) del CSIC de Madrid)
“Al igual que en España, el discurso de la domesticidad condicionó en Cuba, de forma decisiva, la realidad socio-cultural y ocupacional de las mujeres. Su proyección influyó tanto en la configuración, como en las expectativas y trayectorias de las trabajadoras en su ámbito laboral. Sobre la base de una aparente protección a las débiles mujeres, se diseñaba una relegación que tenía por base y también por trampa a la familia. Lenta y paulatinamente, se fueron introduciendo nuevos elementos que aspiraban a diseñar una mujer que resultase el complemento armónico del hombre; es decir, que sin cuestionar sus roles tradicionales como madres y esposas, se insertaron algunos nuevos intereses como, por ejemplo, el de la educación femenina, sobre la base de que una mujer instruida sería capaz de servir mejor al hombre y a los hijos…”
Capítulo del libro inédito Las mujeres de la carreta [publicado en , resultado de una investigación realizada por la autora entre las obreras agrícolas del poblado de Guanímar, en la provincia de La Habana.
“Desentrañar los motivos dominantes en la obra de Humberto Solás ha derivado, con demasiada frecuencia, en la simplificación. Sobredimensionar el interés del cineasta por el pretérito obstruye el análisis de sus filmes como portadores de observaciones transferibles al presente. Solás fue el primero de nuestros cineastas en defender ardorosa y racionalmente la plena vinculación de la mujer al núcleo activo de la sociedad, sin obviar las desgarraduras, renunciamientos, empachos de «nueva» moral, e incluso soledad y frustración que necesariamente conlleva tal integración…”
(La versión en inglés de este texto apareció originalmente en CounterPunch. Su autora lo revisó y amplió para este número de Temas) “La afirmación de que la religión y la política son inseparables resulta una perogrullada. Sin embargo, eso deviene un tanto más claro y resaltante a partir de la observación lógica consecuente: el Islam, tal como lo conocemos hoy, y los propios métodos con que intentamos entenderlo, y el discurso en el que intentamos ubicarlo, forman parte de una construcción occidental e imperialista. No existe un «verdadero» Islam aislado de ese contexto, tal como no ha existido jamás un Islam «verdadero» o «esencial» (o, para los mismos efectos, un judaísmo y un cristianismo «verdaderos» o «esenciales») aislado de los diferentes contextos socioculturales por los que ha atravesado durante su historia…”
“El mestizaje en América Latina exalta la mezcla racial y cultural como vía para forjar una imagen nacional unificada y homogénea, al tiempo que reafirma la supremacía de la raza y la civilización europeas por la vía de favorecer el blanqueamiento. Mediante el concepto de blanqueamiento, inherente al de mestizaje, la aceptación de las normas blancas eurocéntricas se convirtió en un criterio para la inserción en la sociedad blanca-mestiza dominante y en una manera de desarrollar una cultura nacional homogénea…”
El presente trabajo pretende ofrecer una panorámica general e integradora de la información que ha aportado el estudio de la familia en Cuba. Es por esta razón que no pueden considerarse exploradas a profundidad todas las problemáticas particulares dentro de esta amplísima cuestión. Los autores intentan trasmitir parte del conocimiento alcanzado en el tema, al que se ha arribado a partir del esfuerzo de un conjunto de especialistas e investigadores que acumulan años de experiencia en esta labor. Se han basado en resultados de investigación con una perspectiva sociopsicológica, fundamentalmente los obtenidos por el Departamento de Estudios sobre Familia del CIPS.
(Tomado de Alternatives Sud, v. X, n. 4, Lobaina la Nueva, Bélgica, 2003) “Las discriminaciones contra las mujeres son las mismas en todos los países y regiones. Solo se diferencian en cuanto a su intensidad. En otras palabras, en ningún país las mujeres reciben el mismo trato que los hombres. La diversidad y la especificidad de la situación de las mujeres africanas permiten evitar las generalizaciones apresuradas y los estereotipos extraídos del traslado a África de los problemas, soluciones e instituciones nacidos a lo largo de la historia de Occidente. Por supuesto, el movimiento feminista, así como las asociaciones culturales o los partidos metropolitanos, son proclives por naturaleza a prolongarse en África. Al ocurrir esto, tienden a asimilarnos a la psicología y la experiencia histórica europeas…”
El presente artículo resume algunas reflexiones de lo que significa ser mujer u hombre en Cuba hoy, a partir de una investigación realizada entre profesionales residentes en la capital del país. Los entrevistados abordan la influencia ejercida por el empleo femenino y la toma de decisiones entre las mujeres cubanas sobre los cambios ocurridos en la ideología de género; los procesos socializadores que han tenido lugar en Cuba y contribuido a esas transformaciones.
“El concepto de “movimientos sociales” originado en los años 60 y los 70, incluye desde los movimientos contra la opresión de la mujer, los negros, las lesbianas, los gays, hasta los relacionados con la ecología, el desarme y otros. La idea de que solo quienes sufren una forma específica de opresión son capaces de definirla o de luchar contra ella, es medular en esta estrategia para el cambio social, que recientemente ha sido llevada a sus últimas consecuencias mediante el desarrollo del concepto de «política de identidad». Según este razonamiento, se deduce que cada grupo de oprimidos debería poseer un movimiento propio, inequívoco y separado que, por tanto, tiende a organizarse sobre bases de «autonomía» e independencia, entre ellos mismos y respecto al movimiento socialista. También manifiestan la tendencia a organizarse con independencia de las diferencias de clase. Pero esta lógica es errónea…”
“Uno de los temas de debate más vivos en el cristianismo en las últimas décadas es la cuestión de la ordenación de las mujeres. Tradicionalmente, el sacerdocio cristiano ha estado reservado a los hombres, pero algunas iglesias han cambiado la costumbre, se han adaptado a los tiempos y han admitido a las mujeres en el sacerdocio. El movimiento de reforma en este campo comenzó a obtener resultados en la década de los 50 del siglo XX en las iglesias metodistas africanas de población blanca y entre los presbiterianos. El proceso de ordenación de las mujeres ha sido muy discutido y ha dado lugar a grandes fricciones. En 1992, la Iglesia de Inglaterra, tras dos décadas de debate, aceptó la ordenación de las mujeres, que ya ocupaban cargos eclesiásticos menores, como el de diaconisas, lo que les permitía bautizar y oficiar bodas y funerales…”
“La labor de las mujeres en la política actual no ha sido un favor que los políticos les han hecho ni algo que naturalmente se dé en los sistemas democráticos. La democracia, como la conocemos, ha sido muy restringida. Si para los griegos existía solo entre los ciudadanos varones, con la exclusión de los extranjeros, los esclavos y las mujeres, en la época actual la resistencia a la participación política de las mujeres en los gobiernos es muy grande. Durante muchos años, las mujeres, salvo raras excepciones, no han participado en el poder político. Esto ha cambiado gracias al movimiento feminista y, en general, los movimientos de mujeres…”
“Son muchos los aspectos que el tema del aborto acarrea, tales como los derechos humanos, los sociopolíticos; los bioéticos, médicos, morales, filosóficos, legales, las perspectivas feministas y las «pro-vida». Aunque este artículo no pretende entrar en el debate de si el aborto es o no moralmente justificable o si es o no justo en ciertos casos, sí desea tratar estos temas desde la perspectiva argentina. No obstante el hecho de que su autora es feminista y apoya el derecho al aborto para toda mujer que lo decide, por la razón que sea, la información aquí presentada proviene de varios estudios llevados a cabo con absoluto rigor. Por consiguiente, no será una perorata a favor del aborto, sino un cuadro de la realidad que viven las mujeres argentinas”.
“El poder patriarcal ha tenido una estructura y una manifestación social y simbólica muy compleja, la que si bien está atravesada por el cordón umbilical de la oposición de lo masculino/femenino, al mismo tiempo funciona a partir de otras coordenadas de notable incidencia en lo que se refiere a la adjudicación de los lugares de dominio y de subalternidad. Coordenadas entre las que me interesa destacar, por la profunda relación que guardan con la dinámica de familia, las relativas al grupo cronológico, al aspecto étnico-cultural y a la identidad de género de los sujetos que integran aquella…”
“La lucha por la igualdad social entre hombres y mujeres se ha puesto de manifiesto a lo largo de los siglos en diversas ocasiones y bajo formas diferentes. Históricamente han aparecido grupos defensores, tanto ideológica como políticamente, de su necesidad, reconocidos, en sentido general, como movimientos feministas. El feminismo no solo se expresó en movilizaciones sociales y políticas, sino que también elaboró teorías para explicar por qué las mujeres estaban discriminadas. En la actualidad estas reflexiones son las que han originado las propuestas acerca de qué se debe cambiar y cuál debe ser el papel del Estado para impulsar estos cambios a través de sus políticas públicas…”
“Aquello que la crítica ha llamado «la malsana influencia de Bukoswki», no encontró asidero en Cuba hasta que la crisis económica de los 90 comenzara a dar signos de deterioro en el ámbito de los valores sociales y familiares. Notemos, entonces, los paralelos que el realismo sucio, como movimiento estético, llega a establecer con las crisis. Pero si intentamos organizar una pequeña genealogía, aunque sea elemental, para rastrear los primeros momentos de esta tendencia literaria en Cuba, habría que volver la vista algunos años atrás. Allí encontraremos que una vez «superadas» las marcas que el quinquenio gris dejó en el cuerpo mutilado de la literatura cubana, y con la aparición de la llamada «generación de los 80», llegan también los primeros signos de desilusión y crisis a las obras que los escritores comienzan a producir. Y asimismo los temas y personajes marginales…”
“El XIX fue el siglo en el que se definen los primeros géneros musicales cubanos, a la vez que los indicios de un nacionalismo musical, que en la segunda mitad del siglo queda totalmente consolidado, representado por los compositores Manuel Saumell, José White, Nicolás Ruiz Espadero, Ignacio Cervantes y Miguel Faílde. La contradanza y el danzón fueron sus elementos germinadores…”. El artículo aborda la creación y las características de los géneros musicales del siglo XIX y la primera mitad del XX: habanera, contradanza, danzón, guaracha, rumba, son, bolero, mambo, chachachá y mozambique.
La mujer ha ido ganando, a través de los tiempos, lugares cada vez más significativos en el espacio público. Y cuando ese espacio incluye tareas de dirección, ya sea en el ámbito social o político, o en las áreas productivas, las dificultades se multiplican. Temas sometió un breve cuestionario a un nutrido número de mujeres que, por su propia experiencia, pueden hablar de esas dificultades y de las características distintivas de la dirección femenina.
“El concepto de exclusión social utilizado en este trabajo designa problemas sociales no solo relacionados con el desempleo o con otros factores evidentes que generan el empobrecimiento, sino principalmente con una nueva forma de exclusión: la relacionada con el ámbito de «sistemas simbólicos», como la religión, que envuelve otras categorías, las cuales, de cierta forma, están ligadas también a factores sociales, pero que no son tan evidentes...”
(Reseña de Sexualidad y géneros. Alternativas para su educación ante los retos del siglo XXI, de Alicia González y Beatriz Castellanos, Editorial Científico-Técnica, La Habana, 2003)
“Este es un libro valioso y de obligada consulta para especialistas en temas sociales, sobre todo para los que incursionamos en los estudios de género o trabajamos el tema de la sexualidad. Las autoras logran integrar un modelo teórico que correlaciona la personalidad y la sexualidad desde una lectura crítica de género y proponen nuevas vías educativas en su enfoque alternativo y participativo de la educación de la sexualidad, como un camino que se vislumbra posible para revertir el statu quo de expropiaciones e injusticias que mujeres y hombres hemos sufrido en nuestro proceso de socialización…”
(Premio Temas de Ensayo 2005, en la modalidad de Ciencias sociales.)
“En este ensayo he intentado reflexionar desde una perspectiva antropológica acerca de las historias de vida y prácticas culturales de un grupo de travestis, transgéneros y transexuales que residen en La Habana. He analizado los conflictos que se producen en su existencia sexual, los cuales develan algunos procesos en que se construyen y se perciben a sí mismos, y cómo son construidos y percibidos por los Otros. Sostengo una concepción del travestismo como la práctica socio-genérico-sexual argumentada en un espacio-tiempo determinado en la que los sujetos emplean elementos del género opuesto, apropiándose de la estética del otro sexo y de sus modos de expresión e identitarios…”
“Si indagamos sobre las relaciones de género en Cuba seguramente encontraríamos tres respuestas tipo. Quienes reconocen los grandes cambios acaecidos durante 45 años y sobreponderan los elementos positivos que hoy las caracterizan; los que se centran en los aspectos negativos, y creen que aún falta para alcanzar la necesaria igualdad entre hombres y mujeres; y los que emprenden un balance de las fortalezas y debilidades de esas relaciones. No pretendo identificar los errores y aciertos de las tres opiniones. Prefiero destacar las comprobaciones halladas, desde mi práctica profesional, sobre las relaciones hombre-mujer en Cuba…”
“A Carilda Oliver Labra se le ha asociado en ocasiones con una serie de símbolos sexuales. Semejante aproximación no toma en cuenta la calidad de su poesía. Lamentablemente, la mayor parte de la crítica ha suscrito esa visión, calificando su quehacer de erótico cuando no de cursi, y llegando a compararlo con la novela rosa, el folletín radial o la telenovela. Esa perspectiva no presta atención a otro elemento clave de su obra, y que debe tener muy presente la crítica feminista que buscamos desarrollar: que la poesía de Oliver Labra no deviene solo profundamente feminista sino también antimperialista, contraria al neocolonialismo que ha afectado a Cuba a lo largo y ancho del siglo XX…”
La baja representación femenina en los órganos de autogestión del pueblo y sus aspiraciones políticas y sentido de empoderamiento; los problemas institucionales: fraudes e irregularidades en las elecciones, falta de atención gubernamental a la promoción de sus roles políticos, incapacidad de las organizaciones femeninas patrocinadas por el Estado para influir en la gobernanza local, son elementos que contribuyen en la sub-representación e inadecuada participación de las mujeres, en el autogobierno de un condado de la China oriental.
Este artículo resume un estudio sobre las relaciones y actitudes hacia el deporte en los casos de mujeres con distintos orígenes culturales y lingüísticos en Australia. ¿Por qué las mujeres de otros orígenes culturales y lingüísticos muestran bajos niveles de participación en los deportes? ¿Cuáles son sus percepciones sobre estos? ¿Cómo pueden los encargados del deporte ampliar las oportunidades de participación de las mujeres en estos casos? Estas fueron las preguntas claves de este estudio indagatorio de las experiencias y opiniones, tanto de las mujeres de estas procedencias como de los responsables de las actividades deportivas.
“El cine homoerótico tiene ya una historia. En el principio, sin embargo, no fue el verbo. La sintaxis fílmica rechazaba los abordajes directos, y ofrecía circunloquios que el buen entendedor no necesitaba descifrar demasiado. Las obras del dramaturgo norteamericano Tenessee Williams o de coterráneos suyos, llevadas a la pantalla en los años 50, resultan ejemplos elocuentes de ello. El equivalente femenino del cine gay tiene antecedentes todavía más remotos…”
“La violencia de género es un problema global que afecta a todas las sociedades. Durante muchos años se ha considerado un asunto único y exclusivo del ámbito privado de la pareja, por lo que el Estado no se podía inmiscuir. Paulatinamente, este pensamiento ha ido cambiando hasta el punto de considerar la violencia contra las mujeres como un grave atentado a los derechos humanos, que afecta valores fundamentales como la igualdad, la salud, la dignidad, etc. Por este motivo, desde distintas organizaciones internacionales se está haciendo un gran esfuerzo para estimular la lucha contra esta lacra social…”
(Mención en el Premio Temas de Ensayo 2006, en la modalidad de Estudios sobre arte y literatura) “Dentro del discurso literario latinoamericano de las últimas tres décadas, han surgido una serie de variantes en el proceso de representación de la mujer. Aunque desde el comienzo mismo del siglo XX la participación femenina en el espacio público aumentaba progresivamente y, en consecuencia, la frustración, la soledad, el miedo al abandono y muchas otras constantes en la vida de cierto tipo de mujeres comenzaban a desaparecer, la representación literaria no dio cuenta de ese fenómeno, al menos de manera recurrente, sino a partir de los años 70…”
“En el último cuarto del siglo XX, la historiografía dedicada a los estudios sobre la mujer tuvo un desarrollo ascendente a nivel internacional. La incorporación del concepto de género en las investigaciones sobre la temática femenina ocupa un lugar destacado en el debate contemporáneo y resulta de gran utilidad, pues permite apreciar la realidad de forma diferente a como tradicionalmente se ha hecho. En Cuba, las investigaciones referidas a esta temática han ganado terreno en estos últimos años. La profundización en el estudio de fuentes documentales, publicísticas y bibliográficas, revelan la riqueza en este quehacer histórico. La labor de las parlamentarias en el Congreso de la República no ha sido investigada por la historiografía cubana, debido a que ese fondo fue catalogado recientemente. Este trabajo solo pretende un primer acercamiento a un tema, que puede sentar las bases de investigaciones futuras…”
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