miércoles, 03-07-2024
Para entender lo que ocurre con la izquierda mexicana en el sexenio presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) resulta esclarecedor contrastar el momento actual con dos circunstancias: una, a mediados de los años 30, a la sombra de un gobierno que impulsó profundas reformas sociales mientras institucionalizaba y disciplinaba los movimientos obrero y campesino; segundo, en la coyuntura de 1988-89 cuando, al calor de las protestas por el fraude electoral en contra de la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, las principales organizaciones socialistas mexicanas se disolvieron en el seno del Partido de Revolución Democrática (PRD). Se trata de evidenciar, por analogía, un trazo grueso y fundamental que demuestre un acontecimiento recurrente en la historia mexicana.
"¿En qué medida el componente popular en marca la construcción nacional? ¿Hasta qué punto entre los ingredientes de la nación se encuentran elementos que pudieran considerarse negaciones del nacionalismo, no solamente políticas e ideológicas, sino culturales en un sentido integral, y que de cierta manera resultan contradictorias con una concepción de defensa de lo nacional? ¿En qué medida los representantes de sectores antinacionales son parte legítima, aunque negativa, de la nación? ¿En qué medida la nación misma es una construcción histórica que los involucra o los segrega?
"La monumental obra de Fernando Ortiz (1881-1969), el más brillante científico social cubano de la primera mitad del presente siglo, ha servido de significativo precedente para la inmensa mayoría de las investigaciones que han incursionado en el conocimiento de los factores histórico-culturales de la nación cubana actual. El proceso de maduración intelectual, reflejado ampliamente en su obra y acción, lo condujo a estudiar los más diversos aspectos de la vida cubana, tanto en el contexto latinoamericano y caribeño, como en sus vínculos con África, Asia, Europa y Norteamérica..."
“Una ventana al escenario de las relaciones raciales la constituye, sin duda, el fenómeno de los prejuicios. Estos revelan aspectos de la interacción de los grupos raciales. Hablan, por tanto, de su evolución y proyección, así como de sus expresiones en un momento histórico determinado. Precisamente de los prejuicios, de cómo y por qué se generan, trata este trabajo…”
En este trabajo se estudia el cruce de fronteras geográficas y simbólicas en el cine contemporáneo con el fin de identificar las estrategias de representación de esta experiencia personal, política y cultural. Al estudiar varias películas de ficción producidas en Alemania, Australia, Bhután, China, Francia, India, Israel, Italia, Noruega y Suiza se han identificado seis estrategias de representación del cruce de fronteras simbólicas: la frontera como celebración, advertencia, recuperación de las raíces, oportunidad accidental o como reconstrucción de la identidad personal o colectiva. Es así como el cruce de la frontera interior, en sus diversas manifestaciones, es un componente estratégico del cine contemporáneo.
“Las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos abarcan mucho más que las relaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos y sus respectivas políticas exteriores. A menudo se hace caso omiso de las relaciones entre cubanos y norteamericanos. Una comprensión más abarcadora de esas relaciones requiere un estudio de los lugares y circunstancias en que cubanos y norteamericanos las establecían, tanto en Cuba como en los Estados Unidos, de sus consecuencias para la historia de Cuba y de su influencia sobre las actitudes políticas, valores sociales y formas culturales cubanas…”
El texto propone distinguir ese constructo que conocemos por cine cubano, de otro igual de inefable que pudiéramos llamar el cuerpo audiovisual de la nación cubana. Mientras que con el primero generalmente se alude a un conjunto de películas y sujetos que pueden localizarse con cierta facilidad en el espacio y el tiempo, con el segundo estaríamos enfrentándonos a algo que se articula más allá de lo que una metafísica de la presencia (lo que está a la mano) permitiría describir con precisión.
Estas páginas examinan la existencia o no de un tipo de comportamiento habanocentrista en la historia social y cultural de la nación cubana. El asunto es espinoso, pero se asume desde el diálogo, porque tal contingencia no impide su tratamiento. Llama la atención la carencia bibliográfica que existe al respecto. En la historiografía cubana apenas unos pocos lo han tratado de modo colateral más que puntual.
“Aquello que llamamos nación —aun en las más diversas acepciones— es solo una de tales formas de agrupamiento; ello presupone que en una misma sociedad pueden originarse otras diferentes. Porque la nación se manifiesta en una sociedad específica, pero no se le identifica de manera absoluta, aunque ambas se correspondan condicionadamente. La nación, así entendida, la que adscribimos al gentilicio cubano, es en su inicio parigual de la que surgiera, como resultado de un proceso muy definido, por vez primera hace más de dos centurias en algunas comunidades del área que ahora nombramos, en términos de geografía política, como Europa occidental...”
“La identidad nacional o la conciencia de mismidad de los pueblos es objeto de estudio de las más diversas disciplinas. La historia, la sociología, las ciencias políticas y la psicología son algunas de ellas. Dentro del contexto de la psicología son muchas las especialidades y las formas de aproximación al fenómeno. Los psicólogos nos interesamos por la identidad nacional a la luz de los actuales acontecimientos en especialidades como personalidad, etnopsicología, etnopsicoanálisis, antropología psicológica, psicología cultural, psicología transcultural, psicología política y social, psicología comunitaria y de las minorías, psicología del desarrollo y otras aproximaciones…”
“El aforismo «el capital es mundial, la fuerza laboral es local» se inscribe en la base de un edificio que se ha venido construyendo en forma continua durante los últimos cincuenta años, Las diversas esferas teóricas lo han ensalzado como el triunfo definitivo del libre comercio y el racionalismo económico o lo han denunciado como la tumba de la conciencia proletaria y la liberación nacional. Cualquiera que sea la perspectiva que se haya adoptado, el relato que lo sigue presenta una economía mundial crecientemente atada al capital, en forma de empresas corporativas directas o de inversiones de cartera, que van de un lado a otro del mundo en busca de acumulación…”
“El tema de la agresión multicultural de las multinacionales, aunque deja poco margen, es cómodo. Siempre resulta aristocrático contestar a los grandes poderes, en este caso a uno aún más grande que el imperio romano o cualquier otro imperio de la Guerra Fría. Por otra parte, las multinacionales son ubicuas y contra su acción poco valen segregaciones o cortinas de hierro, espionajes silenciosos o chantajes históricos. El artículo llama la atención sobre la existencia de una tradición intelectual falseada en aras de la aristocratización del dominio creciente de las multinacionales. Se crea así una situación paradójica, pues las propias multinacionales promueven los códigos con que sus críticos pretenden objetar su acción. El autor se acerca a tópicos tan sobresalientes como el neoliberalismo, el mercantilismo y la globalización, para proponer una apreciación más suspicaz de estos procesos…”
“Al período de guerra fría, sustentado en una configuración bipolar de fuerzas dominada por superpotencias que encabezaban dos coaliciones de Estados, le sucede una etapa signada más bien por el desorden, cargada de nuevos peligros, en un contexto fluido que parece desbordar toda capacidad de previsión. No estamos ante un «nuevo orden mundial», sino ante una muy complicada etapa de recomposición o reestructuración de las relaciones internacionales, que, en más de un sentido, marca el inicio de una nueva era histórica…”
“Si el teatro se afirma por excelencia en la contradicción y la diferencia, ¿cuál no será su condición y su desenvolvimiento en medio de una sociedad que impulsa (y participa de) constantes transformaciones y vive una existencia convulsa? La escena cubana refracta los avatares esenciales de la vida de la nación y es eco de las más significativas ideas, en activo y polémico debate con su tiempo. Existe un vínculo entre la escena y el destino de la nación, que se ha mantenido con altibajos y variantes de carácter dialéctico o coyuntural a lo largo de la historia cubana y que alcanza su clímax con la culminación del largo proceso de luchas que tiene lugar con el triunfo revolucionario…”
“Apenas unos meses después de la victoria de Fidel Castro se produjo un acercamiento a África, el continente que estaba empezando a recobrar su libertad. Che Guevara y Raúl Castro viajaron a El Cairo en junio de 1959 y julio de 1960, respectivamente, y Fidel Castro pronunció un discurso en Naciones Unidas en septiembre de 1960, en el que trató elocuentemente los problemas africanos. Se establecieron cordiales relaciones con unos cuantos países africanos, sobre todo Egipto, Ghana y Guinea; y especialmente con Argelia, que fue el primer amor de Cuba en África. Cuba le brindó ayuda tanto militar como civil, desde antes de que venciera el Frente Argelino de Liberación Nacional (FLN). La historia de la relación de Cuba con Argelia rompe con el estereotipo sobre la política exterior cubana que prevalece en los Estados Unidos y en muchas capitales europeas…”
Los gobiernos y los funcionarios de salud del mundo han introducido medidas preventivas obligatorias para combatir la COVID-19, es decir, desinfectantes para las manos, guantes y máscaras, que han contribuido a generar grandes cantidades de desechos médicos. Esta epidemia ha provocado graves cambios demográficos y desempleo, y se han cerrado actividades económicas para salvar vidas humanas. Las industrias del transporte y los viajes son las más afectadas, ya que el turismo mundial se ha reducido a casi cero en los últimos meses; como solución, los institutos económicos han introducido paquetes de estímulo por valor de más de seis billones de dólares. Sin embargo, las actividades económicas restringidas también han contribuido a un medio ambiente más limpio. No obstante, los cambios ambientales no son permanentes y el nivel de contaminación puede volver a aumentar en el futuro. Como resultado, la investigación actual sugiere que los legisladores deben introducir políticas ambientales estrictas para promover la energía limpia.
“La formación progresiva de la «conciencia del mundo» no es espontánea o primaria; no constituye más que el reflejo del crecimiento de las relaciones y la interdependencia económica de las naciones en la conciencia de las personas. Estas relaciones, por ser de carácter capitalista, se basan en el interés, la ganancia y el dominio de los mercados y están lejos de ser armónicas y felices. Son una permanente fuente potencial de conflictos, con el consiguiente peligro de una «solución» violenta. La primera y segunda guerras mundiales hicieron evidente la necesidad de buscar mecanismos que regulen dichas relaciones y eviten que los conflictos estatales se resuelvan por la violencia. Como respuesta a esta necesidad, surgieron «organizaciones internacionales» como las Naciones Unidas...”
“La Guerra fría, como expresión de la confrontación entre dos grandes bloques, ha concluido. Nos encontramos en un período de transición y cambio caracterizado por la prioridad de la geoeconomía y la integración de megabloques. La globalización y la conformación de nuevos centros de poder a partir de ella, refuerzan la tendencia hacia el multipolarismo, al tiempo que surgen corrientes contradictorias que dificultan lo que podría ser un nuevo diseño global. En el terreno de la seguridad se desarrolla un nuevo ambiente caracterizado por la complejidad. La periferia pierde su importancia y valor estratégico, e irrumpen conflictos que estuvieron ocultos durante la confrontación Este-Oeste. Las contradicciones se han trasladado al eje Norte-Sur…”
“El fin de la Guerra fría ha generado incertidumbres conceptuales y en la forma de definir políticas y concretar acciones de cooperación. Avanzar en la construcción de un nuevo concepto de seguridad internacional significa avanzar en la redefinición de las misiones de las diversas instituciones encargadas de promoverla. Esta es una tarea de gran significación para las Américas. El hemisferio occidental ha contribuido a la estabilidad global en el período de posguerra fría, pero no ha sido capaz, en una década, de generar regímenes internacionales, reglas y normas que definan de manera estable y produzcan certidumbre en este aspecto crucial para el desarrollo nacional, regional y global...”
“Para algunos especialistas el «pesimismo» y «confusión» reinantes a principios de este siglo en Cuba condujo a numerosos malentendidos; a pesar de ello, «independentistas» y «anexionistas» han figurado en la historiografía como bandos escindidos e identificables, portadores de programas nítidos y radicalmente desiguales. Sin embargo, textos referidos al curso sociopolítico de la nación, compuestos por la intelectualidad entre 1902 y 1930, estuvieron cargados de medias tintas, lo que hace pensar en la preminencia de un discurso oscilante, desprovisto de esa bipolaridad que se le confiere…”
“Este trabajo tiene dos motivaciones diferentes entre sí, y quizás complementarias. La primera es vivencial: mis recuerdos de niño y adolescente acerca de lo que podría llamarse el arsenal simbólico del nacionalismo. Nuestra educación cívica se forjaba con ayuda de la narración y la exaltación de las luchas revolucionarias por la independencia. Mi otra fuente de motivación es el enorme avance de los estudios historiográficos en las últimas décadas. A su luz, la cuestión de la evolución histórica del nacionalismo cubano se tornó un tema favorecido y hoy es tema de aportes variados y, por fortuna, de debates. Mi pretensión es analizar dos libros escritos durante aquel período, aunque sumamente distantes uno del otro, y hacer algunos comentarios sobre el contenido y las funciones, las incongruencias, tensiones y contradicciones afrontadas por el nacionalismo para ser eficaz como cemento de la construcción nacional en el momento histórico más cercano a aquella: la primera República cubana…”
“El trotskismo en Cuba tiene los antecedentes directos en la existencia de una corriente discrepante dentro del Partido Comunista, que surgió en 1931, y en su desarrollo muy pronto recibió la influencia de la oposición de Izquierda Internacional. A finales de 1930 se inició un reajuste de la línea estratégica y táctica del Partido Comunista de Cuba (PC), sobre la base de los acuerdos del XII Pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista y de las orientaciones recibidas de su Buró del Caribe. Tal reorientación apuntaba a ampliar el radio de acción del Partido a todo el país, orientar su trabajo hacia los sectores más importantes de la clase obrera (especialmente el azucarero), el campesinado y la pequeña burguesía, y a corregir los errores de sectarismo; además, redefinía su concepción sobre el carácter de la revolución, hasta esos momentos calificada como proletaria y que ahora era denominada agraria y antimperialista…”
“A medida que comenzamos a analizar Fresa y chocolate como película, se hace evidente que es una obra compleja, tanto desde el punto de vista textual como contextual. Remite simultáneamente a un discurso doble, el autoral y el nacional. Abarca, al mismo tiempo, lo individual y lo colectivo, postura definida tradicionalmente como auteurista y que también ha solido lidiar con el tema de la identidad. De hecho, se puede seguir la relación cambiante entre el auteurismo y lo nacional, a través de las obras de Alea, desde la posición adoptada en Memorias... —en la cual el director aparece ligado a las actividades oficiales— hasta Fresa y chocolate, por tratarse de una coproducción cubano-mexicano-española. Es necesario entender ese proceso de transformación como parte de los cambios históricos de la institución cinematográfica en la región y no como un fenómeno exclusivo de este cineasta cubano…"
“¿Cómo puede evitar la puesta en práctica del multiculturalismo operar al nivel de la representación estética de los muchos rostros de la nación? ¿Cómo puede la práctica del multiculturalismo evitar su dispersión e inclusión en la función socializadora de la escuela, que ha permanecido inmutable en su misión de engendrar «el tipo correcto de orgullo nacional?». Según la lógica del multiculturalismo, ¿quién sentiría este «orgullo nacional», habida cuenta de que, en sus respectivas culturas, individuos y grupos diferentes tienen versiones diferentes de la nación? Estas son algunas de las cuestiones que serán abordadas en este ensayo. Sin querer que parezca que me estoy pronunciando contra los objetivos del multiculturalismo en cuanto al otorgamiento de derechos políticos, examinaré los proyectos de dos de sus más influyentes propugnadores norteamericanos…”
“Decir que la sociedad cubana del siglo XIX fundó su desarrollo en el de la institución esclavista, es verdad de todos sabida; imaginar que, en semejante esquema, el negro aparece como figura de lo abyecto, resulta natural. Si damos por lógico que a la violencia del dominador le siga el silencio sobre ella, hemos también de dar por lógica la escasa información que sobre el amor interracial nos da nuestra literatura cuando este pretende realizarse fuera de los códigos de la dominación; es decir, como movimiento mutuo y no mediante un acto de victimización o uso del dominado, como objeto de placer…”
“Probablemente uno de los puntos en los que existe, en la actualidad, un mayor acuerdo, sea el de que eso que solemos llamar actividad política debe tener lugar en el marco de la democracia. El acuerdo es tan grande como sorprendente. Porque, sin entrar ahora en su análisis, resulta llamativa la constatación, llevada a cabo por reputados científicos sociales, de que en todo el mundo sectores procedentes del autoritarismo conservador más antidemocrático están asumiendo el modelo de la democracia —aunque, eso sí, sin abdicar de su pasado. En cierto modo, pues, podríamos decir que la cuestión política ha terminado, en el mundo de hoy, por identificarse con la cuestión democrática…”
Se ofrece una primera mirada a los consumos culturales de los adultos mayores a partir de los resultados de investigación del Instituto Cubano de Investigación Cultural (ICIC) Juan Marinello. Se trata de un ejercicio de sistematización desde la primera Encuesta Nacional de Consumo Cultural hasta la actualidad, con la intención de develar las particularidades de mayor trascendencia, sin pretender agotar en toda su profundidad las dinámicas a ellos asociadas.
Se aborda el envejecimiento y la ancianidad, con énfasis en su arista jurídica, y partiendo de una premisa esencial: la inclusión y autodeterminación de la persona mayor. Desde la panorámica legal cubana, se explican los principios que deben informar la protección de las personas mayores y cómo se manifiesta su proyección normativa. El estudio continúa con el análisis de las medidas de aseguramiento de estos derechos, específicamente los mecanismos de autoprotección; como medidas privadas que emanan del ejercicio de la autonomía de la voluntad de esas personas, ante el escenario del envejecimiento poblacional en Cuba. La reafirmación de la idea de la dignidad como centro de los derechos de las personas y del hecho de que la efectividad de los derechos consagrados implica su eficacia inmediata, y la posibilidad de tutela efectiva ante su vulneración, corrobora la garantía material al ejercicio pleno de los derechos, referido en la Carta Magna cubana.
Al surgir, en 1980, la Federación Internacional de Asociaciones de Personas Mayores (FIAPA, por sus siglas en francés), la comunidad internacional ya se interesaba desde hacía algunas décadas por las cuestiones sociales, políticas y económicas consecuentes del envejecimiento poblacional. El análisis que hacemos, a menudo se concentra únicamente en el aumento de los gastos de la seguridad social y de salud, en el maltrato, en el carácter casi «parasitario» o «la carga» que los ancianos representarían para los «jóvenes». Nuestra mirada es profundamente negativa, y aún prevalece en el pensamiento social y político...
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